CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Al grito de “justicia” y “todo el peso de la ley contra los asesinos”, más de tres mil veracruzanos de Orizaba salieron a las calles para protestar por el asesinato de los hermanos Ernesto y Román Pérez González, de 33 y 30 años, respectivamente. Ambos profesionistas murieron presuntamente a manos de la Policía Municipal, que intentó disfrazar el doble homicidio como si se hubiese tratado de un enfrentamiento con sicarios. En la protesta, familiares y amigos de los hermanos Pérez González exigieron todo el peso de la ley para los policías municipales ya detenidos, pero también contra Juan Ramón Herebia, director de Gobernación del ayuntamiento de Córdoba, quien alteró la escena del crimen y ya fue despedido, pero se encuentra en libertad. El pasado jueves 1, Román Pérez y Luz María González, padres de las víctimas, denunciaron que sus hijos fueron víctimas de una ejecución extrajudicial, producto de una confusión. En un video compartido en redes sociales, que en Veracruz se hizo viral, la pareja aseguró que sus hijos fueron asesinados la madrugada de ese día. “Desgraciadamente la Policía Municipal, el día de hoy, más o menos a las 5 de la mañana, aquí afuera de mi domicilio, asesinaron a mis hijos”. Y Román Pérez acusó a Juan Ramón Herebia de manipular la escena del crimen. “Además, desgraciadamente, no pidió la ambulancia para darle el auxilio a mis profesionistas (uno era médico y el otro maestro), aun cuando su madre se lo pedía por favor a los policías”, dijo. “Yo no tengo dudas, a mis hijos los mataron los policías", insistió el padre. Y añadió: “Hoy perdí a mis hijos, pero esto no se queda así”. En el parte informativo de la Policía Municipal, que el ayuntamiento de Orizaba filtró a diversos medios de comunicación, se destaca que los hermanos Pérez González fueron los primeros en abrir fuego a bordo de una camioneta Jeep blanca, por lo que los uniformados respondieron la agresión. Según versiones de los vecinos, uno de los hermanos fue agredido a balazos por los uniformados, y el otro al abrirle la puerta para que aquel se refugiara. Ambos perdieron la vida.