Líder ejidal de Guadalupe y Calvo fue asesinado tras recibir amenazas

miércoles, 7 de noviembre de 2018 · 10:36
CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Después de recibir amenazas junto con otros ejidatarios por defender su territorio, el pasado 27 de octubre asesinaron al jefe de brigadas de incendios del ejido Tule y Portugal, en el municipio de Guadalupe y Calvo. Joaquín Díaz Morales tenía 70 años y durante varios años luchó contra un grupo de personas que posteriormente se apoyaron en un grupo delictivo, para defender la tierra de su comunidad. El asesinato de uno de los líderes del ejido, generó el desplazamiento forzado de la comunidad, de por lo menos tres familias más de las que ya habían huido desde 2015, por amenazas. Habitantes del ejido hablaron con Apro para dar a conocer que la situación es insostenible. Han denunciado en diferentes ocasiones y no pasa nada. Díaz Morales había señalado a las autoridades, quiénes lo habían amenazado. La Fiscalía Zona Sur informó que el hombre fue asesinado de dos balazos, uno en el maxilar derecho y otro en el lado izquierdo del cuello. Díaz Morales fue localizado en el Arroyo del Agua, en un camino de terracería que va de la cabecera de Guadalupe y Calvo a Mesa de San José, en el interior de una camioneta pick up marca Ford, Línea Ranger, modelo 1996, color guinda y placas ED37290. Historia del conflicto Los ejidatarios del Tule y Portugal recibieron el predio en 1959 y todo transcurrió con calma hasta 2014. Aquel año, los habitantes de un rancho que colinda con un predio llamado Mesa de San José, comenzaron a ser víctimas de agresiones verbales por vecinos de un rancho ubicado en los límites del ejido que colinda con otro terreno particular llamado también Mesa de San José, que tenía como propietario a Pedro Ruiz. Ese predio está intestado. En 2015 llegaron hombres desconocidos a la región, acompañando a hijos de Arturo Ruiz, quien es nieto del propietario del predio particular mencionado. Asesinaron al comisariado ejidal, Crescencio Díaz Vargas, quien vivía en la Mesa de San José y sus tierras colindaban con las de ese terreno intestado. Con ese homicidio, varios pobladores decidieron abandonar sus tierras por temor a que también los asesinaran. “Los asesinos estaban amparados por el grupo del crimen organizado que predomina en ese lugar”, cuentan los vecinos del lugar. Pasaron seis meses y decidieron demandar a Arturo Ruiz Portillo por despojo, porque se había adueñado de las tierras abandonadas y de otras que les “retiraron” a los Ruiz que aún vivían en ese lugar. En el 2016, citaron a Arturo Ruiz y al presidente del comisariado para tratar de solucionar el problema, pero todo empeoró: les pidieron a ambas partes pruebas de que son dueños de las propiedades. Al ejido le pidieron una pericial topográfica que entregaron de inmediato. A Arturo Ruiz le pidieron una prueba pericial para demostrar que es dueño del predio, pero no la presentó. Les prometieron turnar el caso al Ministerio Público, pero pasaron dos años y no lo hicieron. Este año, los ejidatarios preguntaron por qué no turnaban el caso y citaron de nuevo al demandado. Arturo Ruiz se molestó y amenazó de muerte a varios ejidatarios, entre ellos a Joaquín Díaz. Pasados 22 días privaron de la libertad al ejidatario quien fue hallado muerto el 27 de octubre pasado. Las amenazas comenzaron a partir de 2014 y los habitantes han dado aviso a las autoridades, sin que hasta ahora les den solución. “Actualmente han dejado abandonadas sus parcelas, al menos tres familias por miedo a que regresen los asesinos y lleguen a matar a más gente, como lo han advertido. Dieron nombres de los que siguen”, agregaron los entrevistados.  

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