Capitana zapatista convoca a mujeres a 'luchar juntas contra el sistema capitalista patriarcal”

jueves, 8 de marzo de 2018 · 22:12
TUXTLA GUTIÉRREZ, Chis. (apro).- La capitana zapatista “Erika” dio hoy la bienvenida a miles de mujeres que llegaron desde todos los Caracoles, así como de otros estados y países, y a las exhortó a competir para ver quién es “más chingona, más bonita o más revolucionaria”, donde nadie gana, o bien, “acordar luchar juntas, como diferentes que somos, en contra del sistema capitalista patriarcal que es el que nos está violentando y asesinando”. La mujer encapuchada, que alguna vez trabajó como sirvienta en la ciudad, donde sufrió desprecio y discriminación por ser indígena para luego enrolarse a las filas del movimiento zapatista, contó ante las asistentes al Primer Encuentro Internacional, Político, Artístico, Deportivo y Cultural de Mujeres que Luchan, lo que ellas han tenido que bregar, incluso entre las filas del EZLN para ganarse el respeto de los hombres. “Erika” dedicó el evento y dio palabras solidarias a la familia de Eloísa Vega Castro, la activista de la red de apoyo al Concejo Indígena de Gobierno (CIG), quien falleció en el accidente donde iba la aspirante presidencial independiente María de Jesús Patricio Martínez, el pasado 14 de febrero en Baja California. “Esperamos hasta este día para saludar la memoria de Eloísa, para que nuestro abrazo fuera más grande y alcanzara a llegar lejos, hasta el otro lado de México. Y este abrazo y este saludo son grandes porque son de todas las zapatistas y de todos los zapatistas en este 8 de marzo, para esa mujer que luchó y hoy nos hace falta: Eloísa Vega Castro. Vaya nuestro sentimiento para su familia”, dijo “Erika”. A este evento a ningún hombre se le tiene permitido el acceso. Los únicos varones que están ahí son los zapatistas que hacen ahora las labores que muchas veces realizan las mujeres, como el hacer la comida para todas las asistentes. También dijo que durante estos tres días habrá mujeres zapatistas uniformadas rondando en todo el evento. “Nuestro trabajo va a ser cuidar este lugar para que sólo estén mujeres y no dejar que se meta ningún hombre. Porque sabemos que son mañosos”. Luego contó lo difícil que ha sido estar en la lucha, desde antes del levantamiento armado y los 24 años de lucha que llevan ya. Igual narró cómo antes veían morir “de enfermedades curables a niños y niñas, jóvenes, adultos, ancianos y ancianas. Y todo por falta de atención médica, de buena alimentación, de educación. Pero que también morían por ser mujeres y morían más”. Compartió que después de trabajar como sirvienta en la ciudad, supo que había una organización que luchaba en la Selva Lacandona, y fue así como empezó a participar como base de apoyo, cuando salía en las noches a estudiar y regresaba ya amaneciendo, pues en ese tiempo nadie sabía de la lucha que hacían los zapatistas “porque era todo clandestino”. “Pero también nací y crecí después del inicio de la guerra”, dijo “Erika”. “Nací y crecí con las patrullas militares rondando nuestras comunidades y caminos, escuchando a los soldados decirles chingaderas a las mujeres nomás porque ellos eran hombres armados y nosotras éramos y somos mujeres”, indicó. Igual recordó que se organizaron como mujeres zapatistas para luchar, porque si bien no tenían estudios, sí tenían mucha rabia, “mucho coraje de todas las chingaderas que nos hacen”. Según ella, vivió el desprecio, la humillación, las burlas, las violencias, los golpes, las muertes por ser mujer, por ser indígena, por ser pobre y ahora por ser zapatista. Y que no siempre era hombre quien la explotaba, le robaba, la humillaba, la golpeaba, la despreciaba, la mataba. También muchas veces eran mujeres quienes lo hacían y todavía así hacen con otras mujeres. Es por eso que, agregó, invitaron “a todas para hablarse, para escucharse y parar mirarse y para festejarse”. Y que en el contexto de este evento, emplazó, tienen dos opciones: “Podemos escoger de competir a ver quién es más chingona, quién tiene la mejor palabra, quién es más revolucionaria, quién es más pensadora, quién es más radical, quién es más bien portada, quién es más liberada, quién es más bonita, quién está más buena, quién baila más mejor, quién pinta más bonito, quién canta bien, quién es más mujer, quién gana el deporte, quién lucha más”. O bien, sentenció, “también pueden todas escuchar y hablar con respeto como mujeres de lucha que hacen, regalarse el baile, la música, cine, video, pintura, poesía, teatro, escultura, diversión, conocimiento, y así alimentar sus luchas que cada quien tenemos donde estamos”. Es decir, tienen dos caminos: “O competimos entre nosotras y al final del encuentro, cuando volvamos a nuestros mundos, vamos a darnos cuenta de que nadie ganó, o acordamos luchar juntas, como diferentes que somos, en contra del sistema capitalista patriarcal que es quien nos está violentando y asesinando”.

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