UANL: aspirante a rector denuncia método antidemocrático en la designación y opacidad en la institución
MONTERREY, NL (apro).- El catedrático Mario Humberto Rojo Flores, quien se inscribió como aspirante a la rectoría de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL) denunció el método antidemocrático que emplea la institución para designar al encargado del puesto.
Además, criticó la opacidad con la que el actual rector de la UANL, Rogelio Garza Rivera, maneja los casi cinco mil millones de pesos anuales que recibe la institución, que es la tercera más grande de todo el país.
Horas antes de enlistarse como aspirante al puesto para el período 2018-2021, Rojo Flores, quien es director electo de la Facultad de Ciencias de la Comunicación, reconoció que se inscribe en el proceso para designación de rector, aunque sabe que políticamente le resultará prácticamente imposible acceder al puesto.
La causa, según señaló, es que el encargado de la designación es la Junta de Gobierno de la Universidad, integrada por 11 notables, que dependen directamente del rector Garza Rivera, quien buscará la reelección para los próximos tres años.
El profesor Rojo Flores, quien, según explicó, desde el año pasado está impedido para retomar el puesto de director de la FCC por una represalia, acusa al mismo rector de “madrugar” con el lanzamiento de la convocatoria para reelegirse, pues la presenta en fin de semana y en tiempo electoral, cuando ni el mandatario con licencia, Jaime Rodríguez, ni el interino, Manuel González, están ocupados más que en el proceso presidencial.
El departamento de comunicación de la UANL, enterado de la entrevista con Rojo, indicó que primero leería los señalamientos antes de emitir una respuesta.
Elección sin elecciones
Rojo Flores se inscribió la tarde del lunes pasado en el proceso para buscar la rectoría de la Universidad Autónoma de Nuevo León, institución que cuenta con una matrícula cercana a los 190 mil alumnos con 11 mil maestros, lo que la convierte en una de las más grandes de su tipo en el país, sólo debajo de la UNAM y de la U de G.
Aunque sabe que no tiene oportunidad, porque la Junta de Gobierno que decide quién ocupará la rectoría está integrada por miembros leales a Garza Rivera, Rojo busca llamar la atención sobre la carencia de elecciones internas en la Universidad, lo que representa un aspecto antidemocrático reprobable de la Máxima Casa de Estudios de la entidad.
“Al revisar la convocatoria, te das cuenta que no hay posibilidad de contender. Voy a solicitar mi registro para sentar un precedente en la Universidad, para democratizarla. No es posible que, con todos los alumnos y maestros, y una historia de 85 años, nadie pueda votar, ni decidir quiénes son las autoridades, considerando que es una entidad pública. Sólo deciden los 11 integrantes de la Junta de Gobierno”, señaló en entrevista.
Explicó que, de acuerdo con la convocatoria, durante seis días, plazo que estima transcurrirá entre el 24 y el 30 de mayo, la comunidad universitaria manifestará su simpatía hacia un determinado inscrito y serán los integrantes de la Junta los que “valorarán” los apoyos y determinarán quien es el rector, una deliberación que, de acuerdo a su experiencia, demorará unos 15 días.
Consideró que, como el próximo trienio del rectorado inicia en noviembre, bien pudo lanzarse la convocatoria en agosto o en septiembre, pero el rector la adelanta a mayo para que, cuando se llegue la fecha de la elección presidencial del 1 de julio, haya sido designado el próximo jefe de la universidad
“No hay oportunidad de que se manifiesten trabajadores, maestros, investigadores, alumnos, nadie. Eso es lo más lamentable del proceso. Esa es la principal inquietud que yo tengo, porque la universidad debería ser ejemplo en el país de participación, apertura y democracia, por ser una entidad pública, que recibe 60% de recursos de la federación y 40% del estado”, demandó.
La forma en que él observa que la UANL puede democratizarse es que la Junta de Gobierno reconozca que el proceso de designación es el mismo, carente de transparencia, que se emplea desde hace 50 años y que fue lanzado el pasado 18 de mayo, en viernes, para evitar que se entere de la convocatoria la comunidad universitaria, según dedujo Rojo Flores.
“La Universidad ya no puede mantener este proceso de designación a escondidas, en la oscuridad, con una convocatoria que sale el fin de semana. Hoy lunes inicia el registro y es increíble que no se le dé la oportunidad de participar a maestros y alumnos”, dijo.
Junto con su inscripción para participar en el proceso universitario de designación, enviará a los candidatos presidenciales una carta para que expresen su postura pública sobre la manera en que se maneja al interior una de las universidades más grandes del país y que además maneja una enorme cantidad de recursos, anunció.
Con esta denuncia, espera que sean exhibidas las deficiencias legales de la Ley Orgánica, en estatutos y convocatorias de la Universidad para que, a nivel nacional, se sugiera, a través de los Congresos de la Unión y del estado, que estos códigos sean modificadas en un futuro.
Desde su punto de vista, el proceso para elegir rector debería ser por votación abierta, con participación de estudiantes y mentores, trámite que sí existe en algunas facultades de la institución, pero no para elegir al puesto superior.
Recordó que sí hay elecciones en otras universidades como las de Coahuila, Veracruz, Tabasco, y en la mayoría de las que son públicas.
Opacidad de la actual rectoría
Sobre la opacidad con la que se ha conducido Rivera Garza en su gestión, Rojo mencionó que existe una auditoría que está en curso y que ha arrojado observaciones sobre el empleo de recursos en algunas facultades, entre ellas la de Ingeniería Mecánica y Eléctrica (FIME).
Además, han sido detectadas anomalías en el manejo del fondo de pensiones de los trabajadores.
Él ha solicitado información a través de Transparencia, pero la UANL le ha respondido que la información financiera que demanda tiene carácter de reservada.
Aunque fue electo director de la FCC en febrero del año pasado, Rojo no ha podio asumir el puesto, debido a que la Junta de Gobierno determinó que sus compañeros de terna eran inelegibles, por carecer de títulos relacionados con el área de Comunicación.
El afectado cree que, en realidad, es bloqueado por el rector, como una represalia por el apoyo que otorgó a otro candidato, cuando fueron las pasadas elecciones para ese puesto, en el 2015.