El CDHZL apela sentencia contra seis indígenas nahuas presos desde 2003

lunes, 28 de mayo de 2018 · 14:43
CIUDAD DE MÉXICO (apro).- El Centro de Derechos Humanos “Zeferino Ladrillero” (CDHZL) presentó este lunes un recurso de apelación a la sentencia dictada contra seis indígenas nahuas de la comunidad mexiquense de San Pedro Tlanixco, quienes desde hace 15 años se encuentran en prisión “con acusaciones falsas y dolosas”. Se trata de los defensores de la tierra y el agua Dominga González Martínez, Marco Antonio Pérez González, Lorenzo Sánchez Berriozábal, Pedro Sánchez Berriozábal, Teófilo Pérez González y Rómulo Arias Mireles. En un comunicado, el presidente del CDHZL, José Antonio Lara Duque, solicitó particularmente a los tres poderes del Estado de México que garanticen la protección de los indígenas, luego de descartarse que hubieran estado en el lugar de los hechos donde una persona perdió la vida. “El gobierno del Estado de México, través de sus tres Poderes (Legislativo, Ejecutivo y sobre todo Judicial) tienen el reto de emitir una revisión a la sentencia con un alto estándar internacional. Es una oportunidad para que haya apego a derecho, ya que con relación a la protección de personas indígenas el gobierno mexicano tiene una deuda histórica con este sector de la población”, expresó. El abogado interpuso este lunes un recurso de apelación a la sentencia en contra de los defensores de la tierra y el agua, en un intento de “hacer realidad el control de convencionalidad al que está obligado el Estado mexicano para armonizar el derecho interno con los tratados internacionales que protegen derechos de pueblos y personas indígenas”. Lara Duque recordó que los habitantes de San Pedro Tlanixco, delegación del municipio de Tenango del Valle, han sufrido la represión de las autoridades del gobierno mexiquense, que desde hace 15 años mantiene en prisión a los seis indígenas por defender el agua en esa región del país. Hizo ver que durante décadas los recursos naturales de esa localidad son utilizados para la industria, situación que ha provocado que los habitantes se organizaran con el fin de asignar el líquido para fines personales y domésticos, como un bien social, cultural, y no fundamentalmente como un bien económico. Con este razonamiento, detalló, la comunidad de San Pedro Tlanixco ha mantenido una lucha desde los años ochenta, cuando grandes empresas floricultoras llegaron al municipio de Villa Guerrero. En 2002, abundó, se agudizó la disputa entre ambas comunidades por el uso y disfrute del río Texcaltenco, que nace en San Pedro Tlanixco. El afluente fue concesionado por la Comisión Nacional del Agua (Conagua) a empresarios del municipio floricultor más importante del país, y desde entonces los nahuas no tienen acceso a su propia agua, aunque cuentan con documentos válidos que los acreditan para poder explotar sus aguas. Lara Duque recordó que 1 de abril 2003 los pobladores de San Pedro Tlanixco fueron agredidos por grupos paramilitares, financiados por el presidente de los floricultores –de origen español–, quienes argumentaban que el agua del río llegaba sucia, provocando daños a sus productos. Al repeler la agresión resultaron lesionadas varias personas y el empresario resultó muerto. Después de esos hechos, policías mexiquenses, con apoyo de grupos paramilitares, iniciaron una fuerte represión contra los habitantes de la comunidad, los cuales fueron sacados de sus domicilios –sin orden judicial–, amenazados de ser asesinados y violadas sus mujeres, y finalmente se llevaron presos a Dominga González Martínez, Marco Antonio Pérez González, Lorenzo Sánchez Berriozábal, Pedro Sánchez Berriozábal, Teófilo Pérez González y Rómulo Arias Mireles, pese a que no participaron en el enfrentamiento.

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