La restauración del templo de San Juan Bautista, en Tlayacapan, tardaría hasta cinco años (Video)
TLAYACAPAN, Mor. (apro).- A un año del terremoto que lo hirió con tajos y boquetes, el hermoso templo de San Juan Bautista, patrimonio de la humanidad, resiste, débil y tambaleante, su rehabilitación.
Emblema de este pueblo mágico y de la ruta de los conventos de Morelos, sacudidos también como la nación, esta joya arquitectónica construida en 1534 tiene su belleza mancillada no sólo por los daños del sismo, sino por las estructuras metálicas que la alivian y cuya reparación llevará quizá un lustro.
El templo y el área conventual habilitado como museo, clasificado por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad, sufrieron daños estructurales como consecuencia del terremoto del martes 19 de septiembre de hace un año.
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La nave principal se dividió en dos y en medio se abrió un boquete, mientras que el frontispicio de 30 metros de altura se derrumbó y uno de los tres campanarios se vino abajo, cuyos escombros quedaron en montículos grises ante la soberbia puerta.
Las imágenes religiosas fueron rescatadas y resguardadas por los mayordomos del pueblo, mientras que las bancas que no sufrieron daños sirven para que los creyentes escuchen misa, desde entonces, en la capilla habilitada en el atrio.
Justo enfrente del templo, en el atrio, el gobierno federal levantó una estructura de acero, de unos 30 metros de alto, que pretendía reproducir, con una inmensa fotografía, la parte frontal del templo.
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Foto: Álvaro Delgado[/caption]
La población frustró el plan y se colocaron mamparas justo a un costado de la estructura, que exhiben fotografías del templo antes del terremoto.
Los avances en la reparación del templo y el exconvento de los frailes agustinos son imperceptibles y siguen amontonados los escombros al frente, mientras que en el costado izquierdo se amontonan las rocas del gigantesco “brazo” lateral que quedó destruido y que evitó el colapso de la edificación.
En la cúpula del templo prevalece el enorme orificio que produjo el terremoto, porque no se ha definido el material adecuado para su reparación, que involucra a toda la estructura del conjunto arquitectónico.
En la plaza principal de Tlayacapan, a un lado del acceso al atrio del templo, el palacio municipal sigue vacío, en plena reparación, y en varias calles se aprecia aún cascajo y terrenos baldíos de viviendas que se vinieron abajo.
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Foto: Álvaro Delgado[/caption]
Varias de las 28 capillas de barrio han sido rehabilitadas por el gobierno federal y ocho, con recursos de la Fundación Slim.

