CIUDAD DE MÉXICO (apro). - A punto de terminar su mandato, Francisco Vega de Lamadrid, gobernador de Baja California, dijo que la historia le dará la razón en la necesidad de construir una planta desalinizadora para el abastecimiento de agua en la región. “Los bajacalifornianos dirán ‘nos lo dijo Kiko. Kiko tenía razón’. La historia me va a dar la razón en muchas cosas que han venido sucediendo y que he estado insistentemente provocando para que sucedan pero que, lamentablemente, en ocasiones la política reina a las necesidades que tenemos como sociedad”, dijo el mandatario en Tijuana, cuyo gobierno terminará el próximo 31 de octubre. El panista hizo referencia al rechazo de la población y de grupos políticos de oposición por el proyecto de una asociación público-privada para la construcción de una planta desalinizadora en el municipio de Playas de Rosarito que le dejó duras críticas. El proyecto representaba un gasto de poco más de 76 mil millones de pesos del gobierno de Baja California para que la empresa Consolidated Waters la operará durante 37 años. “Kiko” Vega argumentó que el acueducto Río Colorado-Tijuana se encuentra en muy malas condiciones, por lo que resulta urgente encontrar una alternativa. “Si no contamos con una segunda fuente de abasto (de agua) para Baja California, el suministro de agua se va a empezar a comprometer a partir de este año, era para que este momento, la planta desalinizadora se dé”, dijo. El predio donde se construiría la planta actualmente se encuentra embargado a raíz de un juicio civil entre los accionistas de la empresa. Al terminar el gobierno de Vega de Lamadrid concluirán también 30 años de panismo en la entidad, pues será relevado por el morenista Jaime Bonilla.