COLIMA, Col. (apro).– Organizaciones feministas y defensoras de los derechos humanos expresaron su indignación ante los asesinatos de tres ancianas de entre 79 y 92 años de edad, ocurridos entre diciembre y febrero pasados, y advirtieron que “al momento de su muerte, las tres mujeres vivían o estaban solas, en una zona focalizada del centro de la ciudad de Colima, dando la impresión de que se repite el modo de operar en estos tres dolorosos asesinatos”.
Tras exigir justicia para las víctimas y sus familiares, y demandar seguridad para las mujeres de esa zona y para los habitantes de Colima en general, las organizaciones señalaron que, de acuerdo con sus propios registros, entre 2016 y 2018 fueron privadas de la vida al menos 205 mujeres en la entidad, mientras que en el primer bimestre de 2019 murieron asesinadas 23 más, incluidas ocho cuyos cuerpos fueron encontrados a principios de febrero en las fosas de Santa Rosa, municipio de Tecomán.
A través de un pronunciamiento emitido este viernes, el Centro de Apoyo a la Mujer Griselda Álvarez A.C. (CAM), el Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio (OCNF), Promotores de Derechos Humanos Proceder A.C. y Colectivo Inclusión, indicaron que, aunque todas las mujeres en Colima corren riesgo de ser víctimas de esta violencia, de acuerdo a las estadísticas estatales, son aquellas menores de 30 años las que corren más riesgo.
“Aunado a estos crímenes están los intentos de homicidio, de rapto, violaciones y la consumación de la privación de la libertad a mujeres adultas y jóvenes, como metástasis de esta violencia generalizada que crece al amparo de la impunidad”, expresaron.
A juicio de las agrupaciones civiles, el esclarecimiento de los crímenes, la exigencia de justicia, la demanda de seguridad pública para la ciudadanía, la prevención de la violencia en cualquiera de sus expresiones en la casa y en los espacios públicos, el autocuidado y la protección mutua son caminos paralelos que debe seguir la población para enfrentar la grave situación que se vive en Colima.
Con el convencimiento de que el encierro no garantiza la seguridad ni es alternativa para frenar la violencia, manifestaron que entre más se relegue a la ciudadanía, el crimen avanzará más, por lo que hicieron notar la urgencia del fortalecimiento del tejido social y de la creación de relaciones solidarias en el barrio, en la colonia, para cuidarse unos a otros.
“Hacemos un llamado a las autoridades de todos los niveles a trabajar de manera coordinada para asegurar el bien vivir de las y los colimenses. Y a la comunidad en general a seguir manteniendo nuestras energías individuales y colectivas para que esta violencia sea eliminada de nuestro querido Colima”, concluyeron.