TUXTLA GUTIÉRREZ, Chis. (apro).- Un grupo de seis indígenas recluidos en tres penales del estado iniciaron una huelga de hambre para denunciar los procesos judiciales irregulares a los que fueron sometidos y exigir su libertad incondicional e inmediata. Se trata de Abraham López Montejo y Germán López Montejo, integrantes de la organización La Voz Verdadera del Amate, quienes permanecen recluidos en el penal número 14 de El Amate, en Cintalapa; Adrián Gómez Jiménez y Juan de la Cruz Ruiz, miembros de la organización La Voz de Indígenas en Resistencia, recluidos en el penal número 5 de San Cristóbal de las Casas; Marcelino Ruíz Gómez  y Baldemar Gómez Hernández, de la organización Viniketik en Resistencia, quienes permanecen en el penal 10 de Comitán. Apoyados por la organización “Grupo de Trabajo No Estamos Todos”, los seis presos iniciaron una huelga de hambre con carácter indefinido. “No son pocas las ocasiones que nuestros compañeros han denunciado la total injusticia que están enfrentando con su encarcelamiento, lo arbitrario de sus detenciones, como sus casos han sido fabricados y no hay lógica que los sostengan”, señaló el Grupo de Trabajo en un llamado público a la solidaridad nacional e internacional. “Nos han compartido lo desgarrador de la experiencia de la tortura física y psicológica a la que han sido sometidos, las condiciones inhumanas de su encierro. Hablan del dolor de la separación de sus familias, del duelo de la ruptura de sus vidas. De la saña que han tenido y tienen que enfrentar que busca hacerles creer que no son nada. Nos relatan como pareciera que todo se empeña en hacer que se rindan a un destino cruel y degradante que merecen por la sencilla razón de ser indígenas”, expuso el Grupo de Trabajo. Los activistas señalaron que los seis indígenas decidieron iniciar la huelga de hambre indefinida para, además de recobrar su libertad, visibilizar las condiciones que persisten al interior de las cárceles en materia de alimentación, salud y seguridad. Exigieron a las autoridades penitenciarias respeten las visitas de los seis indígenas y que tengan acceso a personal de salud, al igual que a productos como miel, suero, y gelatina. Finalmente se pronunciaron porque ninguno de los seis presos indígenas en huelga de hambre sea trasladado como forma de castigo y sea garantizada su integridad física, emocional y psicológica.