Grupos del crimen acusan al presidente municipal de Taxco de beneficiar a bandas rivales del narco

domingo, 17 de marzo de 2019 · 14:49
CHILPANCINGO, Gro. (proceso.com.mx).- La guerra por la ciudad de La Plata ha dejado una estela de asesinatos esta semana enfocados en administradores de sitios turísticos y policías municipales, así como acusaciones de presuntos nexos con el narco contra el alcalde de Taxco, Marcos Parra Gómez. También, la confrontación entre grupos delictivos arrojó datos sobre el presunto asesino del periodista Francisco Pacheco Beltrán, ultimado a tiros afuera de su casa en Taxco en abril de 2014, y que hasta el momento sigue impune. [caption id="attachment_575650" align="alignnone" width="693"]El periodista Francisco Pacheco Beltrán. Foto: Especial El periodista Francisco Pacheco Beltrán. Foto: Especial[/caption] Presuntamente, el sicario que asesinó a Francisco Pacheco, director del periódico El Faro de Taxco, se llama Víctor Manuel Gutiérrez “El Terri”, quien habría sido detenido en dos ocasiones por los delitos de extorsión y portación de arma, pero supuestamente autoridades del sistema de procuración y administración de justicia lo han dejado en libertad. Reportes oficiales indican que la madrugada del martes 12, se reportó el hallazgo de una manta en la zona urbana de Taxco, dirigida al gobernador Héctor Astudillo Flores, firmada por “El R18” y donde acusan al alcalde de Taxco, Marcos Parra Gómez de presuntos nexos con el narco. “Ponga atención Héctor Astudillo Flores y mi gente de Taxco, esto se salió de control. Había paz, pero es por tus mamadas presidente Marcos Parra. Te dije que no me metería, pero despertaron al diablo, la cagaste y no eres parejo. Estás para un solo bando y quieres armar a los policías que saben todos en Taxco que trabajan en la delincuencia para otros expolicías”. Luego, exigieron al gobernador Astudillo que pida apoyo al gobierno federal para investigar el ayuntamiento taxqueño, así como en la policía estatal y ministerial destacamentados en ciudad platera por sus presuntos nexos con el crimen. “Sean parejo gobierno y agarren a los que mataron a los tránsitos y los chavales que nada tenían nada que ver, al Víctor Manuel Gutiérrez “El Terri”, quien mató al periodista Francisco Pacheco, salió libre por extorsión en el mercado y antes por posesión de arma de fuego”. El mensaje remata con una advertencia contra el alcalde Taxco: “Te dije Marcos Parra que no me iba a meter a Taxco siempre y cuando hubiera paz, ahora agarrense los servidores públicos implicados”. Este narco mensaje se dio en el contexto de una serie de ejecuciones en Taxco que comenzó desde mediados de febrero tras el asesinato de un policía municipal durante un ataque realizado por un grupo armado en plena zona urbana de la ciudad turística de Taxco que dejó dos uniformados heridos. Los policías municipales de Taxco no pudieron repeler la agresión porque no portan armamento desde 2014 cuando la corporación fue desarmada por el caso Ayotzinapa con el propósito de certificar a los elementos que hasta la fecha no cumplen con los estándares que marca la federación pese a los recursos millonarios destinados a Guerrero para el tema de Seguridad Pública. A principios de marzo, fue asesinado también el tesorero del Consejo de Administración del Parque Nacional “Grutas de Cacahuamilpa”, cuando un grupo armado irrumpió en su domicilio ubicado en Pilcaya, municipio vecino de Taxco. Luego, esta semana ejecutaron a un trabajador del centro turístico Mil Cascadas en Taxco. Apenas este jueves 14, se reportó el hallazgo de dos jóvenes ejecutados, uno de ellos decapitado en distintos puntos de Taxco. Esta espiral de violencia en la ciudad platera de Taxco se registra en el contexto de las procesiones católicas de Semana Santa en este lugar de la Zona Norte, rituales que atraen a cientos de turistas para presenciar los recorridos nocturnos que realizan hombres y mujeres conocidos como los encruzados, la hermandad de la ánimas y los flagelados, quienes cargan en su espalda fajos de espinas de zarzamora, caminan encorvados portando cadenas en los pies y otros se laceran la piel con un látigo con clavos.

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