IRAPUATO, Gto. (apro).- Fuerzas Federales y estatales convocaron a representantes de medios de comunicación a un supuesto operativo para clausurar tomas clandestinas en algunas comunidades de Irapuato. El evento fue un aparatoso despliegue de cientos de elementos para que personal de Seguridad Física, de Pemex, sellara puntos de ordeña que ya estaban cerrados. “¡Puro ‘pancho’!”, dijo una mujer en la comunidad El Molino, a la que incursionó parte del contingente armado con la prensa, siguiéndolo, mientras un helicóptero sobrevolaba el poblado, cuyos habitantes recibieron casi con indiferencia y algo de curiosidad a la larga fila de vehículos con 400 elementos de Marina, Ejército, Fuerzas del Estado y Protección civil. La exhibición del nutrido contingente comenzó en una gasolinera de la autopista Irapuato-León. Según los escasos datos que se dieron a los reporteros, se trataba de que los técnicos de Pemex sellaran varias tomas que ya no eran ordeñadas del poliducto de 8 pulgadas Salamanca-León. Representantes de medios fueron convocados por el Eje de Seguridad del gobierno del estado, aunque se aclaró que la invitación fue hecha por la Secretaría de Seguridad Pública del estado para que se atestiguara el “operativo”. Sólo que, al llegar al punto de reunión, ninguna autoridad se hizo responsable de dar la información sobre cómo y dónde se realizaría el recorrido. Ni Pemex ni el gobierno del estado tenían algo qué decir. Finalmente, personal de Seguridad Física de Pemex informó que el contingente se dividiría en tres grupos y que los medios “podrían seguir al que eligieran”. El último convoy se dirigió hacia la comunidad San Vicente. En Molino de Santa Ana, comunidad vecina, se encontró una toma dentro de una vivienda. Otro par de tomas fueron también selladas en la zona; estaban a unos metros de un canal de riego entre Villa de Cárdenas y Granja La Paz, ésta última comunidad perteneciente a la capital del estado. En estos puntos, los técnicos de Pemex trabajaron bajo el sol para clausurar las tomas, que ya habían sido localizadas y estaban ya canceladas provisionalmente, pero se tenían que sellar, según lo que algunos elementos comentaron a Apro. Más tarde, en Silao, la comisionada de análisis y estrategia en Seguridad Ciudadana del estado, Sophia Huett, aseguró que se clausuraron cuatro tomas en distintos puntos. La funcionaria trató de explicar el motivo de la convocatoria a prensa: fue para “conocer en el terreno” cómo se clausuran las tomas clandestinas de huachicol, un proceso que suele llevar varias horas. No hubo ninguna otra versión o informe de los resultados del vistoso desplazamiento de los 400 agentes. [caption id="attachment_576814" align="aligncenter" width="1032"] Operativo en Irapuato. Foto: Especial[/caption] “¿Qué podemos hacer?” Mientras los técnicos se ocupaban de sellar la toma en un predio en barbecho de Granja de la Paz, una anciana se acercó a los agentes de Seguridad física de Pemex que observaban y se presentó como la dueña de las tierras de cultivo. Acompañada de un joven, con voz apenas audible y las manos temblorosas, María Asunción dijo que le habían ido a avisar que muchos policías estaban cavando en sus tierras y quería saber qué estaban haciendo. Uno de los agentes de Pemex le explicó que habían detectado una toma clandestina y debían clausurarla por seguridad. Le sugirió que si estaba inconforme con esto, interpusiera una denuncia en el Ministerio Público. Ella meneó la cabeza para negarlo. Minutos después, la mujer contó a Apro que era la dueña de algunas áreas en las que pronto cultivará maíz amarillo o sorgo. “No lo hemos decidido todavía”. Nadie la buscó, nadie le preguntó y no se enteró de que las corporaciones entrarían a su tierra, excavarían y harían el cierre de la toma del ducto que pasa por una orilla de sus cultivos. -¿Usted sabía que aquí ‘ordeñaban’ combustible para robarlo?- se le preguntó a María Asunción. “Y aunque lo supiera, ¿qué podemos hacer? Nada”.