CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Jaime Bonilla Valdez, el candidato de Morena que apunta a derrumbar tres décadas de hegemonía panista en Baja California, es un personaje curioso: empresario de los medios de comunicación, prosélito del Partido Republicano y ciudadano de Estados Unidos a cuya nacionalidad “hace mucho” renunció.
Hasta hace un mes, en Baja California Bonilla fue el súper delegado del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, con quien ayer desayunó en Tijuana, y es senador con licencia de Morena, el partido que aplastó al Partido Acción Nacional (PAN) en la elección de julio y a cuyo gobernador, Francisco “Kiko” Vega, tilda de “ladrón”.
--¿Por qué se naturalizó estadunidense?
--Cuando yo me naturalicé estadunidense era porque yo quería adquirir estaciones de radio. En ese tiempo en Estados Unidos había una regla que sólo teniendo la ciudadanía te permiten tener concesiones. Esa fue la motivación.
Pero también se naturalizó estadunidense, asegura, porque el gobierno del primer gobernador del PAN, Ernesto Ruffo, fue represor, y se vio obligado a enviar a su familia a Estados Unidos, donde nació ese exgobernador y actual diputado federal.
“Un tiempo saqué a mi familia de Baja California, porque el gobierno de Ruffo era un gobierno represor, de hecho, su hermano Claudio me agredió a balazos. Claudio, en paz descanse, era un muchacho conflictivo, adicto a las drogas, y yo tenía un periódico en el que denuncié todas sus inmoralidades. Me agredió en un restaurante en una ocasión, a balazos, y temía por mis hijos, porque estaba peleado con el hermano del gobernador. Los saqué”.
Aunque obtuvo la nacionalidad estadunidense, dice, “yo seguí en Baja California atendiendo mis negocios, mis fábricas, mi periódico, mis estaciones de radio. Cuando lo hice es porque era la única manera de adquirir estaciones de radio”.
--Usted también ha sido aportante financiero del Partido Republicano.
--¡Claro! –responde.
Pero enseguida precisa: “No del Partido Republicano. Yo apoyé a candidatos hispanos, no me importaba el partido: demócratas, republicanos, independientes”.
A principios de marzo la reportera Neldy San Martín publicó que en el año 2000, cuando George W. Bush se convirtió en el candidato republicano a la presidencia de Estados Unidos, Bonilla, quien tenía la doble nacionalidad (mexicana y estadunidense), también se lanzó como candidato republicano, pero para ser el director del Distrito de Agua de Otay, en Chula Vista, California, cargo que desempeñó de 2001 a 2012, luego de resultar reelecto en 2004 y 2008, según documentos en poder de Proceso.
Y durante la década pasada hizo donaciones al Comité del Congreso Nacional Republicano. Según los registros de la Comisión de Elecciones Federales de Estados Unidos, en 2008 hizo donaciones a la campaña del fallecido senador republicano por Arizona, John McCain, con su empresa Pacific Spanish Network, ubicada en Chula Vista, California.
También realizó otros donativos a las campañas de los congresistas Bob Filner y Duncan Hunter. En 2008, según otro documento, juró defender la constitución de Estados Unidos y la de California “de enemigos extranjeros o nacionales”, como parte de su desempeño como funcionario público.
Bonilla dimitió de sus funciones en la ciudad de Chula Vista, del condado de San Diego, en 2012, y también, según ha declarado, a su nacionalidad estadunidense, para poder registrarse como diputado plurinominal del Partido del Trabajo, de 2012 a 2015, en cuya calidad fue presidente de la Comisión de Asuntos Frontera Norte e integrante de las comisiones de Comunicaciones y de Defensa Nacional.
En entrevista con el reportero en diciembre del año pasado, antes del conflicto en Morena que orilló a Jaime Martínez Veloz a buscar ser candidato del PRD a gobernador, Bonilla Valdez no esconde que haya destinado recursos a candidatos en Estados Unidos.
“Mire amigo, siempre que fuera un candidato hispano yo lo apoyaba, a mí no me importaba el partido”, suelta el expresidente estatal de Morena en Baja California, quien defiende al Partido Republicano porque –dice-- es el partido de Abraham Lincoln, el presidente antirracista.
“Históricamente el partido que ha hecho más por las minorías ha sido el Republicano. Si te vas a la historia, sobre la posición ante la esclavitud, te vas a dar cuenta que eran los demócratas los que no querían eliminar la esclavitud. Acuérdate que fue con Lincoln. El Partido Republicano es el partido de Lincoln”.
Lo que sí niega es que haya apoyado a Donald Trump, presidente de Estados Unidos, a quien no considera republicano:
“Trump era demócrata, luego independiente y ahora es republicano. Entonces los mal informados dicen que es el partido de Trump. No es cierto. Tiene él ahora su apoyo de gente, pero no necesariamente son republicanos, tiene mucha gente racista que lo apoya, esa es la realidad, pero el Partido Republicano es el partido de Lincoln”.
Bonilla no tiene duda: Morena y sus aliados ganarán las elecciones de julio en Baja California, igual que lo hicieron el año pasado, porque los ciudadanos ya se dieron cuenta de que todos sus gobiernos, desde Ruffo hasta Vega, han sido corruptos.
--¿Ruffo también se enriqueció desde el gobierno?
--Mira, que yo sepa, Ruffo era un empleadito de una empresa en Ensenada y ahora es uno de los grandes terratenientes. A menos de que haya pagado muy bien el salario de gobernador, de presidente municipal o de senador, así como para tener millones en propiedades. Te lo dejo a tu imaginación.
--¿Es una fortuna bajo sospecha?
--Se han escrito libros sobre su participación con cárteles. Inclusive hasta en novelas ha salido el nombre de él y su hermano de cómo tenían relación con ciertos cárteles. Eso era muy conocido en Baja California. Uno de esos cárteles le financió su campaña.
“Yo creo que la mafia, los cárteles, los secuestros, llegaron cuando llegó el PAN a Baja California. Estoy completamente convencido. Los panistas llegaron, se les olvidó por todo lo que luchaban. El PAN siempre ha sido una excelente oposición, pero muy mal gobierno. Son malos para gobernar”.
--Pero si se va el PAN de Baja California y llega Morena, los cárteles ahí siguen.
--Se tiene que trabajar para erradicar eso, pero no para trabajar con ellos. Se trata de cómo solucionar el problema y cómo tranquilizar el país, no sólo el estado, sino Tijuana, que es una de las ciudades más peligrosas del mundo. ¿Cómo es posible que entre el PRI y entre luego el PAN, y es lo mismo? Son acuerdos.
--De ser gobernador, ¿pactaría con los criminales?
--Absolutamente no, para nada. Yo garantizo que el licenciado (Andrés Manuel) López Obrador jamás autorizaría eso. Lo conozco muy bien a mi amigo. Nuestro objetivo es erradicar eso, no estamos hablando de minimizar la corrupción, erradicarla.
“Sabemos que un tomate podrido ha contaminado a muchos, hay que sacar todos esos tomates, y nos vamos a quedar con pocos tomates, pero hay que sembrar y traer nuevos tomates, hay que cambiar la situación de Baja California”.
Bonilla afirma que “el gobierno sabe perfectamente dónde están los núcleos y debe echar mano del Ejércto para limpiar, y ya que limpie, ya dejarlo en manos de la Policía Federal y de las policías, pero ahorita no se puede. Aunque nosotros en campaña siempre dijimos que el Ejército debe estar en los cuarteles, ahorita necesitamos que nos ayuden, pero a corto plazo”.
El empresario y político ha sido duro crítico del actual gobernador panista, quien se queja de que no lo respeta, como instruyó López Obrador.
“El respeto se gana, no sólo se exige. Yo diría: El gobernador no respeta a la ciudadanía. Que se gane el respeto: que deje de robar, que dejen de quitarle el dinero a la gente”, subraya.
Según él, López Obrador no le exigió que no critique al gobernador, como dicen los panistas, sino sólo que no haya pelea.
“Él jamás me da una orden a mí. ‘Oye, deja en paz al gobernador’. Jamás me dijo eso Andrés Manuel. Así lo interpretaron los panistas, porque Andrés Manuel dijo: ‘no se peleen’. Está bien, que deje de robar y yo no me voy a meter con él”.
--Quiere decir que sí está robando y, por tanto, al ladrón hay que meterlo a la cárcel. ¿Metería a la cárcel a “Kiko” Vega?
--Esa no va a ser facultad mía, eso será resultado de las investigaciones que arrojen eso. Hay un sistema y hay separación de poderes. Por más que yo quiera meter a una persona, si no tengo las facultades para hacerlo, no lo puedo hacer.
--¿Es un ladrón?
--Es muy claro eso.