VALLE DE SANTIAGO, Gto. (apro). - “Que anoche estuvo muy fuerte, que llegaron a balacear, pero sonó afuera como también adentro”, son las historias que familiares de internos del Centro Estatal de Prevención y Reinserción Social de Valle de Santiago, el Cereso Mil, cuentan sobre lo ocurrido entre la noche y la madrugada del domingo en el centro penitenciario, que este lunes permaneció prácticamente blindado por numerosos elementos y patrullas de las Fuerzas de Seguridad Pública. Los incidentes que aparentemente iniciaron el jueves 12 no han cesado. El domingo se reportaron disparos, entraron y salieron ambulancias, y el lunes, alrededor de las 14:00 horas, de nuevo hubo un repentino ingreso de un grupo de elementos de las Fuerzas del Estado; algunos familiares que estaban dentro fueron obligados a salir y otros retenidos en algunas áreas por más de dos horas. Tanto la Secretaría de Seguridad Pública como el secretario de gobierno Luis Ernesto Ayala Torres, responsable de informar sobre incidentes o estrategias de seguridad del gobierno estatal, han guardado total silencio desde el primer disturbio ocurrido el jueves pasado, en el que, según varios testimonios de familiares, abogados y personal de seguridad, por lo menos cuatro internos y un guardia penitenciario fueron heridos.

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https://www.proceso.com.mx/625491/motin-cereso-del-valle-guanajuato-covid-19 Sin embargo, las versiones conocidas este lunes refieren que al menos dos personas habrían muerto en el interior, a consecuencia de las grescas que se han desatado, y de una balacera que dejó sus huellas en la fachada del Cereso Mil, ocurrida entre la tarde y noche del domingo 12. Más de una veintena de disparos dejaron sus marcas en el muro de la fachada, el portón y los postes del techo de lámina que proporciona sombra a las filas de sillas donde las familias de internos esperan su turno para ingresar a este centro penitenciario, como constató la reportera el lunes. Hasta la Procuraduría de los Derechos Humanos del estado intervino ya para solicitar un informe general sobre el incidente desatado el jueves, una vez que éste se hizo público en medios de comunicación. La Subprocuraduría de Derechos Humanos Zona B, con sede en Irapuato, hizo la solicitud de información a las autoridades estatales, a través del propio director del Cereso, la directora del Hospital de Valle de Santiago -a donde fueron trasladados los primeros heridos del jueves- al Comisario general de las Fuerzas de Seguridad Pública del estado y al director general del sistema penitenciario, todos dependientes del Secretario de Seguridad Pública Álvar Cabeza de Vaca. El organismo también anunció que se mantendrá atento a los acontecimientos y disponible en sus oficinas en Irapuato para que los familiares de personas privadas de su libertad en el Cereso Mil puedan acudir a interponer alguna queja o recurso.

Un Cereso blindado

El lunes 13, cuatro patrullas de las Fuerzas de Seguridad Pública estatal y varios agentes permanecían en el exterior del Cereso Mil, cuya fachada mostraba las huellas de los disparos que nadie dice saber quién los hizo. “No estamos autorizados para dar ninguna información”, dijo uno de los agentes apostados en la entrada, que tomaron varias fotografías a la reportera y a otras periodistas que acudieron el lunes. Los disparos habrían sido hechos la tarde del día anterior, el domingo. “De nueva cuenta disturbios en el interior del Cereso 1000, hay varios reos lesionados de gravedad por heridas de armas punzocortantes”, publicó un medio digital de la zona, Suroeste, con fotografías y un video enviado por familiares de personas privadas de su libertad, que llegaron al Cereso Mil y tomaron imágenes de ambulancias y patrullas entrando y saliendo del inmueble. “Reportan que la situación anterior inició al filo de las 15.00 horas de hoy 12 de abril y hasta el momento las 10 de la noche apenas están tratando de ingresar al penal las ambulancias, se escuchan detonaciones de arma al interior... tensa muy tensa la situación…”, publicó el medio digital. El lunes, un hombre trabajaba afanosamente en resanar y pintar las marcas de los disparos en el muro del acceso, así como en uno de los portones. Pero algunas marcas fueron imposibles de ocultar. “Que sí está muy feo, ya les da miedo que esté pasando todo esto. Está muy caliente ahí adentro (en el área de población); ahorita todavía está el motín en el patio 4”, narró un familiar que salió del Cereso después de más de 2 horas, pero que solamente pudo ver a la persona interna por cinco minutos en el área de locutorios. “Se escuchan los gritos, golpean con fierros. Entraron muchos elementos (de las FSPE) y no han salido”, comentó un familiar de otra persona interna del Cereso. Debido a las medidas asumidas por la pandemia del coronavirus, los familiares podrán acudir a visita de unos pocos minutos a través de locutorios hasta la siguiente semana. Por ello, algunos han optado por acudir a la Procuraduría de Derechos Humanos o a los juzgados federales y estatales para pedir que acudan a verificar la situación al interior del centro de prevención Además, los familiares refirieron que “el jueves hubo otra riña y ahí sí hubo dos muertos, es lo que se sabe ahí adentro”. De acuerdo con otro testimonio, una intensa balacera se desató después de las tres de la mañana del lunes. “Ayer fue cuando se puso más feo, nos dicen que sacaron gente y ya no la regresaron”.