CIUDAD DEL CARMEN, Cam., (apro).- Tremenda sorpresa se llevaron hoy numerosas familias que al acudir hoy al Panteón Colonia de esta ciudad a visitar a sus muertos que ahí yacían se encontraron con que estos ya no estaban en la que suponían era su última morada.

Por radicar fuera de la isla, no estaban enterados de que en octubre pasado la nueva administración municipal denunció penalmente a la que le antecedió por la exhumación clandestina de más de 500 cadáveres, algunos incluso de personas fallecidas recientemente por la pandemia de covid-19, por lo que la Fiscalía General del Estado (FGE) tiene abierta una investigación.

El pasado 9 de octubre, el gobierno municipal que entró en funciones el primer día de ese mes, dio a conocer que en el proceso entrega-recepción encontró embolsados los restos óseos de más de 300 personas que fueron exhumados de sus sepulcros de manera ilegal.

Por ello, además de turnar el caso a la Contraloría municipal, se presentó una denuncia penal contra el exdirector de Servicios Básicos, Jahers Echavarría, y el ex administrador de Panteones, José Flores Alejandro.

Presuntamente los espacios que ocupan las personas exhumadas fueron revendidos de manera fraudulenta. 

Los restos exhumados fueron encontrados en bolsas negras de basura apiladas en diferentes secciones del cementerio. Algunas tenían los datos de identificación del difunto al que pertenecen, pero muchas de ellas no están etiquetadas por lo que la FGE deberá identificar las osamentas.       

Al iniciar las pesquisas, la FGE localizó al menos 200 bolsas con restos humanos más, de modo que suman más de 500.

Las exhumaciones se hicieron sin contar con ningún tipo autorización judicial, ni de la Comisión para la Protección de Riesgos Sanitarios, del Registro Civil o de los deudos.

Tras darse a conocer la denuncia de la autoridad municipal, muchas personas acudieron al cementerio para cerciorarse de que sus fallecidos estuvieran en sus sepulcros. Quienes no los encontraron procedieron también a denunciar ante la FGE.

La FGE instaló un módulo de orientación en el panteón para informar a quienes acudieran a visitar a sus muertos y no los encontraran sobre cómo deben proceder.