CAMPECHE, Camp. (apro).– Internos del Centro de Reinserción Social (Cereso) de San Francisco Kobén, en esta capital, se amotinaron nuevamente para exigir la destitución de la directora Claudia Guadalupe Góngora Rosado y los jefes de custodios; hasta la tarde se había reportado una persona muerta y cinco heridas.

La rebelión, la tercera desde el pasado viernes, comenzó esta mañana con los mismos reclamos de los últimos días: la precaria alimentación, pues aseguran que sólo reciben una ración de caldo de “oso”, es decir, de desperdicios, y cinco tortillas al día, así como las restricciones y malos tratos a sus visitas.

Los quejosos desplegaron mantas para hacer saber sus demandas, entre ellas la de dialogar directamente con el gobernador Carlos Miguel Aysa y la virtual gobernadora electa, Layda Sansores, y la reinstalación de la exdirectora del penal, Verónica Cádiz, quien fue removida el año pasado.

Poco antes del mediodía se escucharon disparos al interior del reclusorio. Poco después llegó al penal la subsecretaría de Seguridad Pública, Rosa María Palacios, quien aseguró a los familiares de los internos que se apostaron afuera del penal que ya se les habían dado de comer e informó que había cinco lesionados adentro, pero sostuvo que todos eran custodios y que no había ningún preso herido.

La versión no convenció. Los quejosos desplegaron más mantas en el interior y afuera sus familiares insistieron en que había dos internos muertos, uno por un balazo en la pierna y otro por aparente machetazo.

Alrededor de la cárcel fueron desplegados policía antimotines y personal de la Guardia Nacional.

El conflicto obligó a suspender actividades en los juzgados que operan junto a la cárcel.