Colima

CDHEC pide al Congreso de Colima prohibir la práctica de terapias de conversión

En noviembre pasado, representantes de 17 organizaciones defensoras de la diversidad sexual realizaron un acto a las puertas del Congreso para exigir la aprobación de la iniciativa y pedir a los legisladores apegarse a la progresividad en derechos humanos.
martes, 14 de septiembre de 2021 · 21:32

COLIMA, Col. (apro).- La Comisión de Derechos Humanos del Estado de Colima (CDHEC) hizo un llamado al Congreso local para prohibir la práctica de terapias de conversión denominadas Esfuerzos para Corregir la Orientación Sexual y la Identidad de Género (ECOSIG).

En rueda de prensa, el presidente del organismo humanitario, Roberto Ramírez, señaló que esas terapias constituyen una forma de violencia y discriminación por motivos de orientación sexual e identidad de género, además de que dichos métodos trasgreden los derechos al libre desarrollo de la personalidad, a la salud, a la integridad personal y a la igualdad y no discriminación.

Añadió que la práctica de ECOSIG es considerada como violatoria de los derechos humanos de los miembros de la comunidad LGBTTTIQA+, porque “incluye métodos privativos de la libertad, tortura, violaciones correctivas, pláticas de conversión o reparativas, medicalización de los cuerpos, violencia económica o rechazo familiar, y esto constituye un atentado al derecho de la libre determinación de la personalidad”.

En el encuentro con la prensa, Ramírez estuvo acompañado de dirigentes de organizaciones de la diversidad sexual como Lorena Lombera, del Colectivo Zona T; Ángel Novela, de Unidos por la Diversidad Sexual en el Valle de Tecomán; César Guerra, de RDfine Colima A.C.; Roberto Lepe, del Club Deportivo Monarcas; Ignacio Rodríguez, de Maquinera; Salvador Reyes, del Colectivo Ser Gay Colima; Víctor Villanueva, del Instituto de Investigaciones de la Inclusión; Jonás Larios, investigadora universitaria trans; e Iván Galindo, activista Independiente de Manzanillo.

El ombudsperson anunció que la CDHEC se suma y respalda a las organizaciones de la sociedad civil, así como a colectivos y activistas que han levantado la voz rechazando las prácticas ECOSIG, ya que “es una demanda legítima por las vejaciones que generan en contra de las personas que toman la decisión de ejercer de manera libre y plena su identidad de género y sexualidad”.

La homosexualidad, dijo el titular de la CDHEC, no es una enfermedad, no se cura, cambia ni corrige, por lo que “quienes ofrecen los servicios de ‘terapia’ psicológica, psiquiátrica o coaching, retiro espiritual o actividad religiosa, ejercen un fraude comercial y violan rotundamente los derechos fundamentales de toda persona, pues estas prácticas incluyen tratos crueles e inhumanos, ya que las personas son llevadas a estos centros de manera forzada o ‘voluntariamente’, inducidos por la presión familiar o social”.

Desde el 30 de junio de 2020, hace más de 14 meses, el diputado morenista Vladimir Parra Barragán presentó en el Congreso local una iniciativa para prohibir en el estado las terapias de conversión, pero hasta la fecha, más de 14 meses después, el dictamen no ha sido presentado ante el pleno.

En noviembre pasado, representantes de 17 organizaciones defensoras de la diversidad sexual realizaron un acto a las puertas del Congreso para exigir la aprobación de la iniciativa y pedir a los legisladores apegarse a la progresividad en derechos humanos.

La iniciativa de Vladimir Parra plantea la reforma a varias leyes del estado con la finalidad de prohibir los llamados “tratamientos de conversión” o prácticas ECOSIG, que “implican la implementación de métodos ‘pseudocientíficos’ con la finalidad de cambiar a las personas que viven una orientación sexual, identidad y expresión de género distinta a la heterosexual”.

A través de un documento entregado en esa ocasión al Congreso, las organizaciones de la diversidad sexual consideraron que las posturas a favor de las terapias de conversión constituyen una afrenta contra la progresividad y reconocimiento de los derechos humanos de la diversidad sexual por los que tanto se ha luchado y se sigue luchando.
Se trata –añadieron-- de “un discurso que, con el pretexto de defender a las y los niños de un enemigo inexistente, fomenta el odio, el rechazo, la violencia”.

A la actual legislatura le quedan menos de tres semanas para la conclusión del ejercicio de sus funciones, para la instalación de la siguiente, el próximo 1 de octubre.

 

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