Paredes y Peña Nieto, un "equipo de ensueño": Verde Ecologista
MÉXICO, D.F. (apro-cimac).- Ataviada con un huipil morado con bordados de pavorreales y con un discurso dedicado a la defensa del medio ambiente, la exlíder nacional priista, Beatriz Paredes, rindió protesta como candidata al gobierno del Distrito Federal por el Partido Verde Ecologista de México (PVEM).
En un abarrotado salón del restaurante Del Bosque, en pleno corazón de Chapultepec, Paredes Rangel provocó la ovación de mujeres y hombres militantes del PVEM.
Los dirigentes capitalinos del Verde Ecologista se desvivieron en halagos hacia la diputada federal con licencia, quien desde hace unos años se ganó a pulso la crítica por avalar las contrarreformas legales que en 17 estados del país “protegen la vida desde la concepción-fecundación”, y por ende penalizan el aborto.
En punto de las 10 de la mañana, sonriente y extendiendo la mano a la militancia ecologista, la priista fue recibida por Arturo Escobar y Vega, coordinador de los senadores del PVEM, y Samuel Rodríguez Torres, presidente de esa fuerza política en la capital del país.
“¡Se ve, se siente, Beatriz está presente!”, fue la trillada porra que se escuchó varias veces. “Mis amigos los verdes”, reviró en agradecimiento la priista.
“Es una mujer que ha sabido poner el nombre de la política en el país muy en alto”, expresó en su mensaje Samuel Rodríguez ante senadores, diputados federales, asambleístas y representantes del PVEM de las 16 delegaciones de la Ciudad de México.
Sin embargo, el líder local del PVEM capitalino tuvo que poner pausa a su encendido discurso para dar la bienvenida a la secretaria general del PRI nacional, Cristina Díaz, quien llegó 15 minutos tarde a la ceremonia.
Sigilosa, la única representante de la cúpula priista presente en el acto se sentó en silencio a la izquierda de Paredes, quien mantuvo todo el tiempo una abierta sonrisa.
Siguió luego Arturo Escobar, quien también se afanó en un enjundioso discurso a favor de Paredes, de quien dijo forma “un equipo de ensueño” con el abanderado presidencial del PRI-PVEM, Enrique Peña Nieto.
El líder de los senadores ecologistas aprovechó el momento para lanzarse contra los gobiernos del PRD en la Ciudad de México: “¿Por qué si vivimos tan bien (en la capital), nos sentimos tan mal?”.
Luego de interminables loas a la priista, finalmente Escobar y Vega preguntó a la tlaxcalteca, ante un centenar de asistentes:
–Licenciada Beatriz Paredes Rangel, ¿protestas hacer guardar la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, los estatutos del PVEM, su declaración de principios, programa de acción y plataforma electoral?
–Sí, protesto –soltó Paredes en automático. Las ovaciones no se hicieron esperar.
Saludo especial al Niño Verde
La candidata al gobierno de la ciudad dijo que para ella el problema del medio ambiente “no es una moda, sino un compromiso”.
Se quejó de la ley electoral, a la que calificó como “restrictiva y un poco incomprensible” por la llamada “veda” electoral, que impide a los aspirantes a hacer propuestas de gobierno.
Al agradecer el recibimiento de los líderes ecologistas, Beatriz Paredes mandó un saludo “especial” a Jorge Emilio González, expresidente nacional del PVEM y también conocido como el Niño Verde, y quien recientemente fue señalado en investigaciones periodísticas de poseer propiedades millonarias en el destino turístico de Cancún.
Enseguida, Paredes prosiguió con su alocución y dio clases de historia al remontarse al origen del movimiento ecologista. Sin embargo, a muchos de los militantes del PVEM presentes pareció no interesarles demasiado el tema, por lo que en tropel se dirigieron a la zona de bocadillos, al fondo del salón. Unos platicaban en voz baja los acontecimientos del día, y otros fijaban sus miradas en los teléfonos celulares.
Beatriz Paredes hizo gala de sus dotes de oradora durante unos 20 minutos, pero bastó un segundo para que la abanderada del PRI-PVEM trastabillara y rompiera la ecuanimidad de su impecable discurso.
Y es que de manera inexplicable, tal vez nerviosa, Paredes tartamudeó al parafrasear al extinto Luis Donaldo Colosio, quien solía decir que “el patrimonio no es el legado de los padres, sino el que se heredará a las nuevas generaciones”.
La priista cerró su mensaje con la advertencia de que la Ciudad de México, antiguamente sede de la gran Tenochtitlan, “está al borde de un colapso ecológico”. Por ello señaló que los candidatos a dirigir sus destinos deben priorizar el tema del agua, el saneamiento del aire y la planificación urbana con un enfoque ambiental.
Luego encaminó sus pasos a la salida con andar lento, despidiéndose de la militancia ecologista a la que concedió varios minutos extra para salir en las fotos.