Ofrece AMLO construir cinco refinerías en seis años

lunes, 9 de abril de 2012 · 09:43
MÉXICO, D.F. (apro).- El candidato presidencial de la coalición Movimiento Progresista, Andrés Manuel López Obrador, ofreció construir cinco refinerías para generar gasolinas y diesel, entre ellas la que dejará inconclusa el jefe del Ejecutivo, el panista Felipe Calderón, en el estado de Hidalgo. En conferencia de prensa el tabasqueño dio a conocer diez puntos sobre política energética que aplicará en caso de ganar las elecciones presidenciales el próximo 1 de julio. Recordó que el 18 de marzo de 2010, en el marco del Bicentenario de la Independencia de México y la Revolución Mexicana, Calderón anunció la construcción de la refinería del “Bicentenario”, en el polígono que forman los municipios de Tula, Atitalaquia y Tlaxcoapan, en el estado de Hidalgo. Sin embargo, a ocho meses de concluir su mandato, la obra ni siquiera ha comenzado. El exjefede Gobierno del Distrito Federal que compite por la Presidencia por segunda vez consecutiva, mencionó que las otras cuatro refinerías se ubicarán en Salamanca, Guanajuato; Salina Cruz, Oaxaca; Dos Bocas Paraíso, Tabasco, y Atasta, Campeche. El político originario de Tepetitán, Tabasco, aseguró que su decálogo petrolero y energético es distinto a los proyectos de sus contrincantes, la panista Josefina Vázquez Mota y el priista Enrique Peña Nieto, quienes, de llegar al poder, pretenden privatizar a la paraestatal, advirtió. “Mis contrincantes quieren seguir privatizando la industria eléctrica. Son beneficios a un pequeño grupo a costa de la destrucción del país”, afirmó. López Obrador explicó que, al producir gasolinas en el país, el gobierno se ahorraría los tres pesos que cuesta el flete de transporte de energéticos, con lo que se ahorrarían 80 mil millones de pesos anuales; es decir, el costo de una refinería. “No es lo mismo vender petróleo crudo que cuesta 5 dólares y se vende en cien dólares. Esa utilidad no se obtiene en la refinación. Se ahorraría en producción porque no se paga renta a la naturaleza”, dijo. El candidato opositor comparó el número de refinerías en países desarrollados como Estados Unidos, que tiene 145; o Japón, con 42, sin ser productores de petróleo, en cambio México, que sí lo es, apenas cuenta con 6 refinerías. “No hay transparencia sobre el tema de los energéticos. Es el mejor negocio del país en beneficio de desconocidos. Hay ocultamiento de información. En tres meses me van a entregar información sobre el asunto”, reiteró, pues antes había anunciado que pidió al IFAI los nombres de las empresas extranjeras beneficiadas con la compra de gasolinas, diesel y energía eléctrica. El decálogo En su decálogo, López Obrador propone manejo integral del sector energético, desde la exploración, la perforación, la producción de crudo y gas, la refinación, la petroquímica y la industria eléctrica para utilizar toda la cadena de valor del sector energético; invertir en exploración; la construcción de refinerías para dejar de importar 500 mil barriles diarios de combustibles, que significa erogar, en la actualidad, 26 mil millones de dólares al año. Además, frenar el deterioro de la industria petroquímica. Operar a toda su capacidad las hidroeléctricas y otras plantas de generación de energía de la Comisión Federal de Electricidad (CFE). Priorizar en compras y en contratación de servicios que demanda el sector energético a empresas nacionales. Destinar recursos para la investigación y el desarrollo tecnológico al Instituto Mexicano del Petróleo y el Instituto de Investigaciones Eléctricas. Se creará el Instituto de Energías Renovables para aplicar una política que responda al cuidado y a la restauración del medio ambiente. “Vamos a limpiar a Pemex y a la Comisión Federal de Electricidad de corrupción y de esta forma se financiará gran parte de la inversión que demanda la industria petrolera y eléctrica del país”, advirtió. Sin embargo, no especificó cómo actuará con el Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM) encabezado por Carlos Romero Deschamps, uno de los implicados en el desvío de recursos a la campaña presidencial del priista Francisco Labastida, en el 2000, en lo que se conoció como el Pemexgate. Aunque un reportero le preguntó sobre el particular, López Obrador se limitó a decir que la base de su propuesta es lograr el desarrollo nacional y modernizar al sector eléctrico. “No habría mayor problema porque los trabajadores cumplen con su responsabilidad. El sindicato no tiene por qué meterse en la política del Estado”, consideró.

Comentarios