Vázquez Mota da seis nombres de posibles integrantes de su gabinete
MEXICO, D.F. (apro).- Josefina Vázquez Mota mencionó por primera vez, en el debate convocado por los jóvenes del movimiento #YoSoy132, a miembros de su eventual gabinete: El Premio Nobel Mario Molina, la rectora Esther Orozco, el economista Luis de la Calle, la excandidata presidencial Cecilia Soto, la funcionaria Consuelo Sáizar y el académico Carlos Elizondo.
La candidata presidencial aclaró, sin embargo, que no ha comentado con ninguno de estos prospectos que gobernaría con ellos en un “proyecto ciudadano”, en el que también incluiría “a muchos miembros de mi partido”, Acción Nacional (PAN), y un joven que surja de “una terna” propuesta por el movimiento estudiantil.
Llamó la atención que Vázquez Mota, quien luego de concluir el debate se trasladó a su casa de campaña para proclamarse ganadora, haya incluido en el elenco de posibles colaboradores a Esther Orozco, rectora de la Universidad de la Ciudad de México, institución que creó Andrés Manuel López Obrador cuando fue jefe de gobierno del Distrito Federal.
Es notable también que Vázquez Mota haya mencionado a Sáizar, presidenta del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta), allegada a Elba Esther Gordillo, la presidenta vitalicia del magisterio, con quien mantiene una rivalidad verbal.
Soto fue candidata presidencial del Partido del Trabajo en 1994 y fue embajadora en Brasil con Vicente Fox, quien también nombró embajador ante la OCDE a Carlos Elizondo, mientras que De la Calle es socio del despacho de Julio Madrazo, cuñado del exbanquero Roberto Hernández, quien no pagó impuestos cuando vendió Banamex al City Group.
A excepción del Nobel Mario Molina y de Orozco, todos los mencionados respaldaron a Felipe Calderón en el proceso electoral de 2006 y trabaron relación con Vázquez Mota cuando fue coordinadora de la campaña de aquél.
Hasta ahora Vázquez Mota había sido reacia a dar a conocer un solo nombre de quienes la acompañarían en su eventual gobierno y en su penúltima intervención en el debate con López Obrador y Gabriel Quadri mencionó al elenco, con la aclaración que a ninguno le había planteado esa posibilidad.
La candidata del PAN, quien no perdió oportunidad de seducir a los jóvenes del movimiento que hicieron posible el tercer debate presidencial –al que no asistió el priista Enrique Peña Nieto--, tuvo como adversario solamente a López Obrador e ignoró a Quadri.
Sobre Peña Nieto, reiteró que es una lástima que no haya asistido al debate y que le tema a los jóvenes. “Cuando pudo estar con ustedes terminó en un baño”, dijo al evocar el 11 de mayo, cuando el priista asistió a la Universidad Iberoamericana, donde nació el movimiento juvenil que ha cimbrado las campañas.
Ataviada con un vestido azul turquesa, y blusa blanca, la panista se dirigió en sus intervenciones a la cámara para hilvanar sus planteamientos y acometer contra López Obrador y el ausente Peña Nieto, pero sobre todo para hablarle a los jóvenes.
“Responderé con honestidad y corazón”, ofreció en su primer mensaje, en el que dijo que ser joven no es un asunto de edad, sino tener ánimo de hacer frente al autoritarismo y la imposición. “Voy a gobernar con ustedes”, planteó en su última intervención.
En el debate, cuya transmisión observó numerosas fallas y sólo pudo ser visto en portales de Internet y algunas estaciones de radio, la panista reiteró sus críticas a López Obrador, en particular por haber militado nueve meses en el Partido Revolucionarios Institucional (PRI) y haber denunciado el fraude electoral de 1988, cuando fue secretario de Gobernación Manuel Bartlett, quien ahora es candidato a senador por el PT, uno de los partidos de la coalición que lo postula.
Además, la panista le recriminó al candidato de la izquierda tener el apoyo del empresario Alfonso Romo, a quien acusó de beneficiarse del Fobaproa, el mecanismo del rescate bancario cuyo endeudamiento aprobó Calderón y el PAN, y además de no querer aprobar las reformas estructurales.
Como no había ocurrido en ninguno de los dos debates anteriores, que organizó el Instituto Federal Electoral (IFE), Vázquez Mota le preguntó directamente a López Obrador qué proponía en materia de telefonía para acabar con el monopolio de Telmex.
--Me gustaría una propuesta concreta de usted.
--Yo no tengo compromisos con ningún grupo de interés –le respondió enseguida el perredista--. Mi amo va a ser el pueblo de México.
López Obrador le dijo que él fue el primero que dijo que era una mentira que todo México era territorio Telcel, porque en muchos lugares del país no existe telefonía fija y celular.
--Me da gusto escuchar de manera muy clara –dijo Vázquez Mota, quien dijo que no se sabe qué candidato es cuando habla de un eventual fraude electoral y descalifica las instituciones, en las que ella --subrayó-- sí confía.
Luego de que Vázquez Mota se pronunció por abrir el sector energético a la inversión privada y que López Obrador lo rechazó no sólo porque es inconstitucional, sino por razones técnicas, ella enfatizó: “Es claro que el candidato del PRD no quiere las reformas”.
En lo que sí coincidió la candidata del PAN con López Obrador fue en la democratización de los medios de comunicación y acabar con los monopolios “que han dañado la vida del país en cualquier agenda”.
Cuando se les preguntó a los tres candidatos qué posición tenían sobre la interrupción del embarazo, López Obrador se pronunció por una consulta, pero Vázquez Mota rebatió. “Me preocupa que el candidato del PRD quiera llevar a consulta un derecho de las mujeres”, dijo ella, pese a que en 17 estados PRI y PAN reformaron las constituciones para penalizar el aborto.
Y mientras que López Obrador reiteró que habría crecimiento con los ahorros del combate a la corrupción, la austeridad republicana y el combate a la evasión fiscal, Vázquez Mota ofreció una reforma integral para crear un solo impuesto sobre la renta y que el petróleo no sea ya la principal fuente de financiamiento presupuestal.
Vázquez Mota rechazó la legalización de las drogas, pero concedió que escuchará todas las opiniones, y López Obrador garantizó que no gobernaría con ocurrencias, sino con base en diagnósticos claros.
Al final, Vázquez Mota propuso que el encargado de los asuntos de los jóvenes surja de “una terna” que ellos
propongan, y les ofreció la posibilidad de cambiar el país. “Les quiero pedir su confianza”, les dijo.
Y les reiteró que, el 1 de julio, México enfrenta una encrucijada entre dos modelos: La restauración priista con Peña Nieto y López Obrador o ella, que encarna –dijo-- la estabilidad.
Al inició del debate ya le habían echado en cara su oferta: “Usted habla de estabilidad económica en un país con 52 millones de pobres...”