Votantes de Huixquilucan, entre la opulencia y la pobreza
HUIXQUILUCAN, Edomex. (apro).- En este municipio mexiquense donde reside el candidato del PRI a la gubernatura, Alfredo del Mazo, el contraste social salta a la vista.
Una parte del territorio que colinda con la Ciudad de México concentra casas y departamentos de lujo, pero también colonias populares donde sus habitantes apenas tienen para comer.
Este domingo de comicios, las autoridades electorales colocaron una casilla en medio de una glorieta localizada en la colonia Hacienda de los Ciervos, cerca del Hospital Ángeles Lomas.
En esa zona rodeada de edificios nuevos y lujosos, una mujer ataviada con vestido y zapatos de marca emitió su sufragio, y al salir de la casilla se tomó una selfie levantando su dedo pulgar entintado.
“Es un orgullo votar. Es un placer saber que ejerces un derecho fundamental”, dice la mujer.
Carlos, quien reside en Hacienda de las Palmas, también acudió a votar. “Ojalá este ejercicio democrático sirva para mejorar las cosas”, suelta.
En las zonas residenciales del municipio, los votantes coincidieron en que hace falta mejorar la seguridad y abatir la corrupción.
Así lo expone Laura, de 60 años: “No creo que haya fraude, lo que sí es que aquí hay que reducir la corrupción”.
Muy cerca de ahí, por el camino a Sierra de las Cruces, el panorama cambia por completo. En el pueblo Palo Solo, uno de los barrios marginales del municipio, las calles no están pavimentadas, y por encima de las casuchas se asoma una de las zonas comerciales más exclusivas: Paseo Interlomas y Central Park Interlomas. Este último alberga edificios de departamentos modernos recién construidos.
En Palo Solo, una biblioteca municipal dio cabida a un centro de votación. Berenice, quien recién cumplió 18 años, cuenta su experiencia electoral: “Se siente bien, siento que mi palabra cuenta. Estoy emocionada porque es la primera vez que voto”.
Y añade: “¡No sabía ni cómo votar”.
Marco Antonio, un poco mayor que Berenice, no oculta su predilección por el Revolucionario Institucional. “Ojalá gane el PRI”, dice después de votar en una casilla colocada en un centro de asistencia social del Desarrollo Integral de la Familia (DIF).
Gaby, su acompañante, tercia en la entrevista: “Hay que tener cuidado. Unos dicen que se puede borrar la cruz de la boleta”.
Ismael acompañó a su madre a votar. “Nosotros no sabemos mucho de política… Siempre hay partidos que vienen y que tratan de influir… Nosotros nos informamos en las redes sociales, y ahí uno trata de mantenerse al tanto de lo que pasa, tener su propia opinión”, apunta.
En las casillas de Palo Solo había más verificadores del Instituto Electoral del Estado de México (IEEM) que en las zonas residenciales. Saúl, uno de ellos, comenta: “Aquí no se ha registrado nada raro, nadie que quiera comprar voto o hacer fraude. Hasta el momento la elección es limpia”.