CIUDAD DE MÉXICO (apro).- En medio de acusaciones de Movimiento Ciudadano (MC) y algunos legisladores del PAN de que se estaba dando un poder excesivo al presidente de la Suprema Corte, el pleno del Senado avaló la reforma al Poder Judicial de la Federación, que no sufría modificaciones desde 1994.

Con 83 votos a favor --de Morena, PRI, PRD, PVEM, PT, PES y algunos del PAN--, 13 en contra --de MC, Acción Nacional (PAN) y Germán Martínez, de Morena-- y tres abstenciones de morenistas, el Pleno del Senado aprobó en lo general el proyecto de decreto por el que se reforman y adicionan diversos artículos de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos en materia judicial.

En lo particular fue avalado por 71 votos a favor y 13 en contra, tras desechar las reservas de los grupos de senadoras y senadores del PAN, Revolucionario Institucional (PRI), MC y Partido del Trabajo (PT).

De acuerdo con el dictamen, la reforma crea una Escuela Federal de Formación Judicial y fortalece el Instituto Federal de Defensoría Pública, para que los defensores públicos se conviertan en “verdaderos abogados de los pobres”.

Además, se establecerán plenos regionales, en sustitución de los Plenos de Circuito, encargados de resolver las contradicciones de tesis en los circuitos sobre los que ejerzan jurisdicción.

Mientras que los Tribunales Unitarios de Circuito se convertirán en Tribunales Colegiados de Apelación, con una integración colegiada que asegure mejor calidad y mayor certeza en sus resoluciones.

Damián Zepeda, del PAN, calificó el momento como una “pérdida de oportunidad”, pues consideró que la reforma al Poder Judicial que planteó el propio presidente de la Corte, Arturo Zaldívar, es “intrascendente”.

“Cómo es posible que quieran que creamos el cuento de que va a cambiar la justicia con esto, si no tocas los temas importantes para transformarla: autonomía, independencia, un verdadero profesionalismo, inversión, facilidades de agilidad en los juicios”, cuestionó el senador.

A su vez, Dante Delgado, de MC, reclamó que la reforma “contiene elementos peligrosos para el futuro del país”, “secuestra al Poder Judicial”, “debilita al federalismo” y “concentra el poder en el presidente de la Corte”.

“Hoy se tenía la oportunidad de transformar el sistema y fortalecer la autonomía del Poder Judicial, y se decidió repetir el pasado: la concentración del poder, debilitar el federalismo y socavar la independencia judicial, cuando son tiempos que nos llaman y nos obligan a fortalecer el sistema de justicia en su conjunto”, criticó Delgado.

En tribuna, Ricardo Monreal, coordinador de Morena en el Senado, defendió de las críticas la reforma, en el sentido de que se socava el federalismo y se le da un exceso de facultades al presidente de la Corte, y aseguró que con la carrera judicial van contra el nepotismo, la corrupción y acabar con cotos de poder de juzgadores y las redes de tráfico de influencias.

“¿Dónde está el empoderamiento del presidente de la Corte? ¿Dónde está el empoderamiento y el desequilibrio de poderes en estas disposiciones? No lo encuentro. Nunca se pierde en esta reforma la visión de futuro ni tampoco se rompe con el Pacto Federal y el federalismo. Estaríamos fuera de razón si eso intentáramos siendo vigilantes del Pacto Federal”, afirmó Monreal.

La reforma fue enviada a la Cámara de Diputados para su discusión.