Preguntas para AMLO

lunes, 2 de agosto de 2010 · 01:00

Pregunta 1

Argumentas que México vive un proceso de degradación progresiva, producto de un grupo minoritario que ha impuesto una política de pillaje contraria al interés nacional, y dices que este saqueo comenzó con el gobierno de Carlos Salinas y la política neoliberal. ¿Pero no crees que el saqueo como forma de gobierno comenzó antes y es resultado del corporativismo instrumentado desde la década de los treinta? ¿Y ese saqueo de bienes públicos no involucra también a entidades públicas como Pemex y sindicatos como el SME, cuyos privilegios aún defiendes?

 

Pregunta 2

Dices –con razón– que la actual oligarquía ha adquirido el poder político suficiente como para situarse por encima de las instituciones constitucionales, incluyendo la Cámara de Diputados, el Senado y el IFE. Pero las propuestas que presentas para que dejen de mandar ellos parecen sugerir que tan sólo quieres transferir el poder hacia ti y tu grupo, no necesariamente hacia los ciudadanos. ¿Qué propones para lograr la ciudadanización necesaria de la política en México?

 

Pregunta 3

Dices que la crisis se agravó cuando la oligarquía decidió imponer a Felipe Calderón para impedir un verdadero cambio, y que él ha ejercido el poder atado a los intereses creados. ¿Pero no es cierto que la izquierda ha contribuido a esa crisis al negar la posibilidad de forjar alianzas políticas y legislativas que pudieran combatir a los intereses creados? ¿No es cierto que la propia izquierda también se ha doblegado ante éstos, y un ejemplo de ello es cuando el PRD votó en favor de la Ley Televisa con tu anuencia? ¿Y qué harás tú para combatir los intereses creados en el sector público, como los sindicatos, cuyas prebendas también forman parte del “capitalismo de cuates” que prevalece actualmente en México?

Pregunta 4

Hablas de cómo los que realmente mandan y deciden en el país están haciendo una recomposición del mismo régimen. ¿Pero no has contribuido tú a esa recomposición, en la medida en la cual la “presidencia legítima” y las divisiones en la izquierda han llevado al resurgimiento del PRI y al fortalecimiento del régimen que necesitamos remodelar?

 

Pregunta 5

Has dicho que la apuesta de la oligarquía es al PRI y a Peña Nieto. Eso nadie lo disputa, pero lo que sorprende es tu renuencia a aceptar medidas y estrategias –como las alianzas electorales– que pudieran frenar ese desenlace. ¿De qué otra manera se puede parar a Peña Nieto si no es debilitando sus perspectivas presidenciales a través de una alianza electoral de oposición en el Estado de México?

 

Pregunta 6

Dado que Peña Nieto es, como lo has argumentado, “un producto chatarra”, y “candidato de la mafia en el poder para 2012”, ¿cómo piensas confrontarlo y pararlo eficazmente? ¿Qué propones –prácticamente– más allá de la denuncia en tus discursos?

 

Pregunta 7

Sugieres que la fuerza del movimiento que has creado será suficiente. ¿Pero cómo traducir ese movimiento en un frente electoral competitivo? ¿Con qué partido? ¿Con qué estrategia de movilización?

 

Pregunta 8

Tienes razón: hay millones de mexicanos, hombres y mujeres, libres, conscientes y decididos a construir una sociedad más justa, más humana y más igualitaria. Pero para lograr esos objetivos no basta un movimiento basado en la indignación moral. ¿Cómo construirás una coalición electoral incluyente, multiclasista, ganadora, con base en los mismos planteamientos del 2006?

 

Pregunta 9

Las encuestas revelan que a pesar de tu esfuerzo de peregrinaje a través de los 2 mil 456 municipios del país, y no obstante tu empeño en construir un movimiento desde abajo, el PRI lleva la delantera, y por mucho. Si los planteamientos y las posiciones que usaste hace cuatro años no fueron suficientes para asegurar una victoria contundente, ¿por qué crees que ahora sí funcionarán ante un adversario más unido, más rico y más hambriento de regresar a Los Pinos que en el 2006? Si el Proyecto Alternativo de Nación no fue lo suficientemente convincente entonces, ¿qué harás para lograr que lo sea ahora?

 

Pregunta 10

Las economías verdaderamente exitosas son aquellas que tienen un buen equilibrio entre el Estado y el mercado, entre la innovación y la regulación. Sin embargo, en tus planteamientos demuestras una profunda aversión hacia el mercado y quieres “rescatar al Estado” para que administre la riqueza y los bienes públicos. ¿Pero no será que en México un problema fundamental ha sido la rapacidad del propio Estado, la manera en la que grupos dentro del Estado se han apropiado de bienes públicos, como lo ha hecho el sindicato de Pemex? Ante ello, ¿no sería una mejor propuesta crear mercados funcionales bien regulados, como los que existen en regímenes capitalistas democráticos?

 

Pregunta 11

Dices que la nueva política económica que propones “debe ser conducida por el Estado”. ¿No sugiere eso una resurrección del estatismo sofocante y contraproducente de los años de Luis Echeverría y José López Portillo? ¿No sería mejor hablar de la creación de una economía pujante, de terreno nivelado de juego, dinámica, globalizada, capaz de generar motores internos de crecimiento y bien regulada por el Estado?

 

Pregunta 12 

Criticas –con razón– las prácticas monopólicas, y entre ellas hablas de los pagos excesivos por la telefonía y la electricidad. En esos sectores, Carlos Slim, Luz y Fuerza y el SME han tenido una gran responsabilidad por la expoliación de los consumidores. Si vas a ser consistente en la denuncia de los monopolios, ¿estarás dispuesto a confrontarlos tanto en el sector público como en el sector privado?

 

Pregunta 13

Planteas que México no debe vender un solo barril de petróleo crudo al extranjero. Dado que una gran parte del presupuesto público que financia las actividades del Estado –educación, salud, etcétera– proviene de la venta de petróleo, ¿con qué recursos vas a suplir los que el Estado dejaría de recibir? ¿Cortar de tajo la renta petrolera entrañaría subir los impuestos de una manera dramática? ¿Estarías dispuesto a hacerlo?

 

Pregunta 14

Hablas de pensiones universales, becas, seguridad social, y todo ello financiado por el Estado. Pero las cuentas simplemente no funcionan, aun con la política de austeridad que propones y el fin de los privilegios fiscales para los grandes grupos empresariales. A México le urge una revisión fundamental de los usos del gasto público, incluyendo las transferencias a los gobernadores y a los sindicatos. ¿Estarías dispuesto a emprender esa revisión, aunque entrañara confrontar a tus aliados en el aparato estatal y el mundo sindical? 

 

Pregunta 15

Hablas de “cristalizar una nueva corriente de pensamiento sustentada en la cultura de nuestro pueblo”. ¿Pero no será que es imprescindible promover lo contrario? Durante demasiado tiempo, la cultura del pueblo ha sido corporativa, clientelar, patrimonialista y propensa a la entronización de líderes providenciales. ¿No sería necesario enarbolar un nuevo discurso basado en la construcción de ciudadanía, la promoción de derechos liberales, el imperativo de la movilidad social, la creación de un país poblado mayoritariamente por clases medias, la construcción de un México rico? ¿No sería más provechoso pensar en un Proyecto de Nación basado menos en la exaltación de moralidades y más en la creación de oportunidades?

 

(*) Este texto se publica en la edición 1761 de la revista Proceso, ya en circulación.

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