Autodefensas legítimas y elecciones en Michoacán

miércoles, 13 de mayo de 2015 · 12:34
MÉXICO, D.F. (apro).- Entre 2013 y 2014, las autodefensas de Tierra Caliente en Michoacán se convirtieron a nivel nacional en la figura emblemática de la ciudadanía que decidió levantarse en armas, harta del poder ominoso del crimen organizado que los mantenía sojuzgados con la connivencia del entonces gobernador del PRI, Fausto Vallejo. Sin embargo, con el paso del tiempo traicionaron sus principios liberadores e hicieron acuerdos con el gobierno peñista y, al mismo tiempo, con nuevos grupos criminales como el Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG). En “Batallas de Michoacán. Autodefensas, el proyecto colombiano de Peña Nieto”, libro editado por la revista Proceso, el expresidente municipal de Tepalcatepec, Guillermo Valencia, revela que las autodefensas de Tierra Caliente fueron auspiciadas y apoyadas desde el gobierno de Enrique Peña Nieto, a través del general colombiano Oscar Naranjo, creador de las autodefensas en Colombia y asesor del presidente mexicano desde que fue candidato. Destaca que en noviembre de 2012, cuatro meses antes de la aparición de las autodefensas, el general Naranjo fue visto en el centro de Tepalcatepec en una reunión con dos personajes ligados al CJNG, Juan José Farías ‘El Abuelo’ y su hermano Uriel Farías, expresidente municipal de Tepalcatapec, fundadores de las autodefensas. Luego señala que el 24 de febrero, cuando los rancheros llamaron a sublevarse en contra de los Templarios, arribaron camionetas con armas que se repartieron entre las nacientes autodefensas. Durante 15 meses, esos grupos de Tierra Caliente fueron apoyados por el gobierno federal, que utilizó a los propios michoacanos para combatir a Los Caballeros Templarios. Una vez logrado su cometido de recuperar territorio, las autodefensas fueron transformadas en fuerzas rurales y, de esa manera, desactivadas posteriormente. Los dirigentes recibieron dinero, ranchos y prebendas, pero el doctor José Manuel Mireles rechazó ese nuevo trato, lo que lo llevó a ser arrestado justo cuando se aprestaba a conformar el Frente Nacional de Autodefensas y fortalecer las que ya estaban en la zona de la costa michoacana. Los líderes de las autodefensas de Tierra Caliente vendieron su posición a cambio de dinero y también hicieron acuerdos con los nuevos grupos del crimen organizado que sustituyeron a Los Caballeros Templarios, entre ellos el CJNG, con el que al parecer trabajaban El Abuelo Farías y otros dirigentes. Una vez que las autodefensas fueron domesticadas a base de prebendas otorgadas desde principios de 2014, el general Oscar Naranjo dejó el país. El 26 de enero renunció al cargo de asesor en seguridad del presidente Peña Nieto. De manera muy discreta, la Secretaría de Gobernación anunció en un breve comunicado que las autoridades mexicanas agradecían y reconocían ampliamente la labor que desempeñó el general Naranjo Trujillo, “así como su contribución en materia del diseño de estrategias de seguridad para nuestro país". Y mientras las autodefensas de Tierra Caliente se disipaban y muchos de sus integrantes se unían de nuevo a las bandas del crimen organizado, en la región de la Costa de Michoacán empezaron a fortalecerse con el nombre de “legítimas”. A un mes de que se realicen los comicios para elegir gobernador, diputados y presidentes municipales, las "autodefensas legítimas de Michoacán" hicieron su aparición y, mediante un comunicado trasmitido en un video en las redes sociales, anunciaron que no han dejado las armas ni se han puesto los uniformes de la fuerza rural en el estado, como lo ordenó el gobierno federal. "Es una vergüenza y una traición que hoy... algunos exautodefensas hayan vendido el movimiento... Estanislao Beltrán, ‘papá Pitufo’, es el mayor traidor, ya olvidó a nuestros hermanos asesinados", acusó un hombre que junto con otros, cubiertos el rostro y portando rifles, anunciaron que no dejarán las armas y pidieron no apoyar al candidato a gobernador del PRI, Asunción Orihuela. Es evidente, pues, que en Michoacán el gobierno de Peña Nieto no resolvió la situación de violencia y permanencia del crimen organizado. Lo más evidente es que hubo acuerdos con los nuevos grupos delincuenciales y que para estas elecciones los candidatos del PRI, PAN y PRD, no escaparán de esta influencia a la que ya estuvieron sujetos en el pasado por parte de Los Caballeros Templarios, como fueron los casos del perredista Silvano Aureoles y la panista Luisa María Calderón. Twitter: @GilOlmos

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