La vida más difícil

lunes, 21 de marzo de 2016 · 14:36
CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).- ¿Para quién es más difícil la vida, para los hombres o para las mujeres? En la encuesta de género que realizó el Área de Investigación Aplicada y Opinión del Instituto de Investigaciones Jurídicas (IIJ) de la UNAM, dentro del proyecto “Los mexicanos vistos por sí mismos”, se hace esta pregunta. El objetivo del proyecto, coordinado por Julia Isabel Flores, donde participaron 93 investigadores de 21 institutos y centros de investigación de dicha universidad, así como 48 jóvenes colaboradores, fue –en palabras de Pedro Salazar, director del IIJ– obtener insumos para una deliberación colectiva, seria y documentada sobre quiénes somos y qué pensamos los mexicanos del siglo XXI. Siendo rector, José Narro lo apoyó entusiasta, y hoy tenemos como resultado 26 libros construidos a partir de encuestas con preguntas novedosas y rigor metodológico. Julia Isabel Flores armó, usando también otros documentos, un trabajo único por su complejidad y su calidad. Ella señala que el panorama que resulta está lleno de contrastes. “Nos muestra los problemas, pero también recoge aspiraciones e indica posibles caminos”. Por su parte, Ricardo Pozas comenta que “para los especialistas, la investigación fue una confrontación entre el saber académico respecto de los problemas estudiados científicamente y la representación social que de ellos tienen los individuos que lo viven todos los días”. Los temas que se abordaron a partir de encuestas nacionales, por región y segmentadas por edad, van desde problemas como corrupción y cultura de la legalidad, hasta asuntos generales como la familia o la salud, pasando por discriminación, envejecimiento, laicidad, indígenas, identidad, valores, federalismo y cultura política, entre otros. El libro que corresponde a la Encuesta Nacional de Género lleva por título Géneros asimétricos. Representaciones y percepciones del imaginario colectivo, y lo coordinaron Patricia Galeana y Patricia Vargas Becerra. Ahí aparece la pregunta con la que inicié este artículo, al igual que varias más orientadas a detectar la percepción que mujeres y hombres tienen del país y de su situación personal. Desde la premisa de que “las transformaciones culturales ocurren en el nivel subjetivo y se traducen en actitudes, prioridades, valoraciones, creencias y prácticas cotidianas”, Galeana y Vargas Becerra señalan que “en la sociedad mexicana contemporánea las imágenes que se construyen en torno a ser hombre y ser mujer están permeadas por estereotipos de una visión idealizada de ambos”. La encuesta explora sus ideas sobre ser mujer y ser hombre, los “roles de género” en la vida privada y en la pública, las expresiones y estereotipos de la masculinidad y la feminidad. Hay un capítulo sobre el ámbito de lo íntimo, la dinámica del hogar y la constitución de la pareja y la familia, que incluye cuestiones que van desde el manejo del dinero hasta los derechos sexuales y reproductivos, pasando por la violencia (pegar a un niño, gritarle al cónyuge, etcétera). Finalmente, viene una parte sobre vida pública y política, para cerrar con las ideas que las personas encuestadas tienen sobre machismo y feminismo. El panorama que aparece en este libro es de gran riqueza, y lo iré comentando en mis próximos artículos. Hoy solamente me referiré a la pregunta: ¿Para quién es más difícil la vida, para los hombres o para las mujeres? Según la encuesta, las mujeres que creen que lo es para los hombres constituyen 8.6%; quienes dicen que para las mujeres son 36%, y las que piensan que lo es para ambos llegan a 45.8%. Los varones a cuyo juicio la vida es más difícil para ellos son 11%; quienes piensan que lo es para las mujeres alcanzan 29.8%, mientras que los que estiman que lo es para ambos llegan a 52%. Vemos pues que casi la mitad de las mujeres y más de la mitad de los hombres perciben que la vida es difícil para ambos, tanto para los hombres como para las mujeres. Sin embargo, existe una clara tendencia en los dos sexos a señalar que para las mujeres la vida es más difícil que para los varones. Este porcentaje total (al sumar a mujeres y hombres) es de 33.1%, en tanto que tan solo 9.7% percibe dificultades para los hombres. Hay porcentajes pequeños que dicen que para ninguno es difícil: 7.5% de las mujeres y 5.5% de los hombres lo afirman. El estado civil condiciona la percepción, y quienes se encuentran en soledad opinan que la vida es más difícil para las mujeres: viudez (56%), separación (43.9%) o divorcio (41.5). También existen reveladoras diferencias regionales. Las mujeres conciben la vida con más dificultades para ellas en la región centro y en la Ciudad de México y el Edomex, mientras que en la zona norte del país los varones la perciben más difícil para las mujeres. Patricia Galeana y Patricia Vargas Becerra señalan que las realidades históricamente determinadas y construidas culturalmente han creado las percepciones que hombres y mujeres tienen sobre la vida. Así es. Y próximamente veremos cómo en otras preguntas de la encuesta se van perfilando los interesantes cambios en las ideas que las mujeres y los hombres tienen de sí mismos. Como ven, esta es una probadita de la riqueza de “Los mexicanos vistos por sí mismos” de la UNAM.

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