La construcción de la mentira oficial

miércoles, 27 de abril de 2016 · 11:12
CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Cada gobierno ha tenido un “constructor” de verdades oficiales que sirve para tapar hoyos o crear mentiras igualmente oficiales y creíbles. Uno de estos personajes importante para el gobierno de Enrique Peña Nieto, es su amigo Tomás Zerón Lucio quien en el informe del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) aparece como un personaje importante en la construcción de la “verdad histórica” de la PGR de la supuesta quema de los estudiantes de Ayotzinapa en el basurero de Cocula. La construcción de la famosa “verdad histórica” que expuso hasta que se cansó Jesús Murillo Karam cuando era procurador, se basó principalmente en el descubrimiento de dos bolsas negras con restos humanos que resultaron ser los del estudiante Alexander Mora. Todo el proceso de la investigación gubernamental se fundamentó en esta revelación en la que tuvo que ver Zerón cuyo nombre no había aparecido en las notas periodísticas como un personaje importante en toda la zaga de la de la desaparición de los estudiantes de Ayotzinapa la noche del 26 y madrugada del 27 de septiembre del 2013 en Iguala, Guerrero. Obstaculizado por el gobierno para llegar al fondo del asunto, que usó a medios de comunicación como El Universal, La Razón y La Crónica para desacreditar a sus miembros y a los familiares de los estudiantes de Ayotzinapa, junto con sus abogados, el GIEI hace una aportación importante al mostrar a Zerón al frente de la planeación estratégica de la “verdad histórica” fundada en los restos encontrados en una bolsa de plástico del río de Cocula. A través de un video del periodista José Manuel Giménez y de fotografías de Daniel Rodríguez, el GIEI muestra a Zerón y a uno de los inculpados de la desaparición de estudiantes, Agustín García Reyes, alias El Chereje, a las orillas del río San Juan, donde otro grupo de peritos recogen algunos objetos que al parecer serían los restos de Alexander Mora. Las imágenes del video y las fotos son del 28 de octubre, un día antes de que la PGR informara que había encontrado restos óseos en una bolsa de plástico. De acuerdo con el expediente oficial, el 29 de octubre de 2014 dos inculpados –uno de ellos Agustín García y Johnatan Osorio Gómez– fueron llevados al orillas del río San Juan, en Cocula, para reconocer el lugar donde habían tirado los restos incinerados de los normalistas. La diligencia secreta del 28 de octubre de Zerón y los peritos de la PGR no consta en el expediente. Este hecho pone en duda toda la investigación judicial pues la presencia no consignada de Zerón, quien es director de la Agencia de Investigación Criminal de la PGR, en el mismo lugar donde supuestamente fueron descubiertos los restos de Alexander nos muestra cómo hay una mentira en el “hallazgo oficial” y cómo pudo construirse la “verdad histórica” con un escenario falso o artificial creado para justificar la quema de los cuerpos en el basurero de Cocula. El vacío en el proceso de investigación de este dato, de la presencia de Zerón en el afluente del río Cocula un día antes de que la PGR manifestara el descubrimiento de la bolsa negra con restos humanos, es la que sostiene la afirmación del GIEI de que se “sembraron” estas pruebas para sostener la “verdad histórica” de la quema de los cuerpos de los estudiantes de Ayotzinapa en el basurero. Toda la investigación de la PGR se tambalea con esta mentira. Zerón, el siniestro amigo del presidente, tiene ya un historial en la construcción de “verdades históricas” como bien apunta el reportero Álvaro Delgado en su artículo “El Fabricante”, donde nos recuerda que participó en la historia del hallazgo del cuerpo de la niña Paullette Gebara Farah, a la orilla de su cama diez días después de su desaparición en marzo del 2010, cuando Peña Nieto era gobernador del Estado de México.

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