Deseos y propósitos para 2020

jueves, 19 de diciembre de 2019 · 09:56
CIUDAD DE MÉXICO (apro).- En sintonía con la temporada, comparto una de mis listas de deseos y propósitos. En torno a la crisis climática tal parece que no me queda más que desear que en la comunidad científica se encuentre de último momento una solución que nos salve, porque por lo visto, las voluntades políticas de la mayoría de los gobiernos del planeta se inclinan por conducirnos al precipicio y empujarnos sin miramientos. Por tanto, mi propósito profesional es seguir participando con quienes me inviten para defender nuestra existencia en condiciones aceptables, y más en concreto, cuestionar las políticas del gobierno de este país que se opongan a replantearnos este camino. Como abogado no puedo más que litigar causas medio ambientales. Respecto de nuestra convivencia social deseo de todo corazón que se trasciendan mentalidades como la de “ustedes son ovejas” o la de “ódiame más”. Valen mucho nuestras diferencias, podemos aprender de ellas y crecer. Ojalá no sigamos secundando a quienes fomentan la desunión para hacer olvidar justas exigencias. Consecuentemente, así como estimo importante la crítica frente a decisiones de gobierno inadecuadas, destinaré mi tiempo a exhibir las iniciativas de descrédito sin sustento, porque al final, así como en la cancha quiero un mejor espectáculo, en la vida pública pienso que es necesario priorizar el avance de nuestro México. Deseo que todos los días sean para conmemorar los derechos humanos. Creo de verdad que tenemos un reto cultural para respetar los ajenos, con igual énfasis que demandamos el respeto de los propios. Obvio, nuestras fallas de ninguna forma justifican las del gobierno, pero tampoco borran nuestras responsabilidades. Por eso no dejaré pasar las afectaciones ocasionadas a nuestros derechos que provienen de particulares. Buscaré acompañar a los valientes movimientos de personas que se organizan para luchar contra gigantes. Desde donde quiera que me encuentre, buscaré usar al amparo como el medio de garantía para este tema.
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Deseo para todas las mujeres al menos lo mismo que deseo para mi hija. Una vida libre, plena, sin violencias, en igualdad, en armonía, llena de amor y paz. Una vida para ser todo lo que se pueda ser, para aportar todo lo que se pueda aportar. Deseo que sucumban todos los patriarcados y que nunca más, una más nos falte. En lo personal me corresponde despojarme de todos mis privilegios, asumir todas mis responsabilidades. Mejorar día a día. En mis círculos más íntimos, confrontar al menos a mis familiares y amistades que a lo mejor sin percatarse, contribuyen a reproducir esquemas de dominación y estereotipos. Tanto me queda por aprender. Para mi gremio deseo menos mediocridad, porque tanta mediocridad es cómplice de la impunidad en múltiples áreas de la operación jurídica. Deseo que nuestra incompetencia sea suplida por esfuerzo, para que la corrupción no sea la mejor opción para obtener victorias sin sentido. Empatía también deseo en grado mayor. Aunque me mueva en la periferia, a donde vaya me toca cuestionarlo todo. Me toca ser incómodo, perturbador, subversivo, irreverente. Es mi obligación inquietar. Y quizá sea hora de volver a las aulas. Enseñar que la excelencia no está donde la presumen y que puede construirse donde falte, sin poses autoritarias, sin miedo. Deseo finalmente, todo el éxito para Proceso en su nueva etapa. Deseo que a su periodismo sin concesiones lo acompañe un periodismo enfocado en la gente y sus batallas. Más espacios para las voces de quienes todos los días se la juegan. Y quizá menos caso a quienes desde el gobierno se la viven haciendo promesas. Por ende, abrir este espacio para lo que haga falta, para denunciar, para corregir, para compartir, para exigir, para proponer, para sumar. Derechos humanos para todas las personas, en todos lados, porque todas nosotras somos fundamentales.

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