Opinión

Radio Educación: la historia interminable

Radio Educación, y los medios públicos en general, enfrentan un panorama económico adverso agravado por la pandemia de covid-19 pero, además, padecen de un control gubernamental desde la Secretaría de Hacienda.
miércoles, 18 de noviembre de 2020 · 20:14

“La historia interminable” podría ser el título de la trayectoria de los medios públicos en México, como la película inspirada en la novela de Michael Ende. ¿Cuántas veces más nos vamos a referir a la difícil situación que enfrentan los medios de propiedad estatal? ¿Cuántas veces más vamos a hablar del reino de la fantasía (lo que debería ser un medio público) y el mundo real lleno de precariedades?

En Proceso se abrió un sano debate entre el articulista Ernesto Villanueva (Proceso 2297) y el analista y actual director general de Radio Educación, Gabriel Sosa Plata (respuesta en Twitter), sobre la situación de esa emisora que el 30 de noviembre cumplirá 96 años de ser inaugurada por José Vasconcelos.

Villanueva dice que “en el pasado, una de las estrategias del régimen para encapsular la resistencia democrática fue mantener a raya a Radio Educación”. Desgraciadamente, ese pasado es muy presente y no sólo se reproduce con esa radiodifusora sino, en mayor o menor medida, con todos los medios públicos federales.

El gobierno de la Cuarta Transformación ya le agarró el modito a los medios públicos federales. Su estilo de gobernarlos consiste en que los preserva sólo con la nariz fuera de un mar tempestuoso y la Secretaría de Hacienda les libera unos muy poquitos recursos adicionales vía la Cartera Pública de Inversión para modernizar su infraestructura (siempre a solicitud apremiante de quienes dirigen esos medios), pero de ninguna manera el gobierno tiene un plan para robustecerlos.

Villanueva revela que “la potencia de la frecuencia AM ha debido bajar porque su transmisor no ha sido actualizado y su alcance, por ende, se ha reducido. Sus estaciones FM (...) fueron aprobadas con lo mínimo, es decir, 3 mil watts”.

En efecto, el alcance de la señal de Radio Educación es extremadamente limitado para una secretaría de Estado como Cultura (antes de Educación Pública) y no es la primera vez que la potencia del transmisor de AM tiene que reducir su potencia por la obsolescencia tecnológica en la cual se encuentra. De hecho, una estrategia de las radiodifusoras es reducir la potencia de los transmisores durante las noches para reducir costos operativos.

Lo anterior lo corrobora Sosa Plata: “la institución ha hecho solicitudes en la denominada ‘cartera de inversiones’ ante la Secretaría de Hacienda para sustituir los transmisores de AM y de OC, que operan desde un cuarto de siglo. También ha hecho gestiones para actualizar su sistema de programación digital de las emisoras, así como para reforzar sus acciones para la preservación de su importante acervo sonoro”. El académico aclara que ante el Instituto Federal de Telecomunicaciones se encuentra la solicitud de aumento de potencia de la FM en la Ciudad de México, de 3 mil a 6 mil watts.

Villanueva detalla que “en el Presupuesto de Egresos de la Federación para 2021, Radio Educación tiene previsto un presupuesto de 77 millones de pesos, con los que garantiza que no muera ni viva el sistema cultural, sino que tan sólo sobreviva”. No sólo eso, ese presupuesto de 2021 es el más reducido en seis años. Radio Educación ha dejado de hacer su Bienal de Radio como acostumbraba hacerlo por falta de recursos.

La solicitud y registro ante la Cartera Pública de Inversión de la Secretaría de Hacienda se está convirtiendo en un novedoso mecanismo de control gubernamental sobre los medios públicos. Varios de ellos han registrado proyectos de inversión y de actualización tecnológica. También es la forma que han encontrado los titulares de los medios públicos para seguir operando ante el estancamiento o reducción de sus partidas presupuestales y el deterioro de su infraestructura. Ese mecanismo, acompañado de la insuficiencia financiera, limita, reduce o anula la independencia editorial que deben tener los medios públicos respecto del gobierno federal y sus políticas. 

En su libro "Una Constitución para la democracia. Propuestas para un nuevo orden constitucional", el jurista Jaime Cárdenas Gracia explica que “la autonomía o independencia no es exclusivamente funcional sino también financiera”.

Una carta enviada por Jenaro Villamil, presidente del Sistema Público de Radiodifusión del Estado Mexicano, a la Subsecretaría de Egresos de la Secretaría de Hacienda en junio de 2020, revela que derivado del decreto presidencial de austeridad de mayo, “se realizó a los medios públicos una reducción presupuestal de 75% de sus gastos de operación”. A Radio Educación se le redujeron más de 11.3 millones de pesos. También los canales 14, Once y 22 sufrieron recortes.

La carta detalla las implicaciones del decreto de austeridad para Radio Educación: “un impacto directo en la reducción de la producción radiofónica y sus contenidos periodísticos”, “dejar sin empleo a decenas de colaboradores que trabajan por contrato suscrito con la figura de prestadores de servicios profesionales”, “operación ineficiente debido a la falta de pago de servicios básicos de operación (limpieza, vigilancia, telefonía fija y móvil, Internet, hospedaje de datos, suministro de agua, arrendamiento de equipo de cómputo, impuesto sobre nómina, etc.), así como retroceso en los servicios otorgados a las audiencias debido a rezagos tecnológicos”.

El anexo sobre la radiodifusora decana es contundente: “de forma imperiosa se necesitan recursos presupuestales de manera urgente [equivalentes a 1.428 millones de pesos mensuales] para una operación mínima de los meses subsiguientes” de julio hasta diciembre de 2020.

El tono final de la rogatoria evidencia el frágil equilibrio y la exitosa estrategia del gobierno de la 4T, vía la Secretaría de Hacienda, para mantener en modo de supervivencia a los medios públicos: “me permito apelar a su invaluable apoyo, a efecto de que les sea autorizado a los medios públicos una ampliación presupuestal, que permita que continúen operando y garantizar la transmisión de las señales 11, 14 y 22 y las estaciones de Radio Educación. Si no se cuenta con ella será inminente el cierre de operaciones de los medios públicos”.

En su réplica a Villanueva, Sosa Plata señala que “no puedo compartir, de ninguna manera, la afirmación que nuestra institución está en el abandono, en agonía, en crisis o que ha quedado rezagada por la tecnología”.

Entrevistado por El País en 1984, Michael Ende explica así su novela: “cuando nos fijamos un objetivo, el mejor medio para alcanzarlo es tomar siempre el camino opuesto. Para encontrar la realidad hay que darle la espalda y pasar por lo fantástico. Ése es el recorrido que lleva a cabo el héroe de La historia interminable. Para descubrirse a sí mismo, Bastián debe primero abandonar el mundo real (donde nada tiene sentido) y penetrar en el país de lo fantástico, en el que, por el contrario, todo está cargado de significado. Sin embargo, hay siempre un riesgo cuando se realiza tal periplo; entre la realidad y lo fantástico existe, en efecto, un sutil equilibrio que no debe perturbarse: separado de lo real, lo fantástico pierde también su contenido”.

*El autor de este texto es presidente de la Asociación Mexicana de Derecho a la Información (Amedi) Twitter: @beltmondi

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