Opinión

Armando Prida, necesaria aclaración

La detención de Armando Prida Noriega ha causado algunas dudas en la ciudad de Puebla, en virtud de que se trata del hijo de Armando Prida Huerta, un próspero empresario y filántropo poblano. Prida Noriega no tiene relación comercial ni personal alguna con Prida Huerta.
miércoles, 4 de noviembre de 2020 · 08:05

CIUDAD DE MÉXICO (apro).- El día de ayer, martes por la tarde, se consignó en los medios la noticia de que había sido detenido Armando Prida Noriega por elementos de la guardia nacional, en virtud de estar  presuntamente involucrado en una red que habría buscado extorsionar a servidores públicos federales cumplimentando una orden de un juez federal.

El hecho es lamentable y ha causado algunas dudas en la ciudad de Puebla, en virtud de que se trata del hijo de Armando Prida Huerta, un próspero empresario y filántropo poblano, razón por la cual es menester hacer la aclaración de que Prida Noriega no tiene relación comercial ni personal alguna con Prida Huerta. No es un deslinde familiar al calor de esta coyuntura.

Esto hubiera sido una villanía, que el padre se deslindara del hijo justo ahora cuando este último está señalado de haber incurrido en aparentes delitos.

Conozco a Armando Prida Huerta, desde varios años atrás quien me honra con una estrecha amistad de la que me congratulo. Me consta su compromiso con la legalidad, con la ayuda- por cierto  siempre anónima al desvalido (“yo no necesito difundir estas contribuciones, lo importante es ayudar y si puedo hacerlo con gusto lo hago. No necesito que se sepa mi nombre, si quisiera publicidad tengo mis medios y la haría, pero no lo deseo, cuenta conmigo” me dijo en varias ocasiones en que su intervención económica fue vital para varias personas, lo que aumentó mi reconocimiento a su generosidad y a su modestia, pues, como se sabe, hoy esas prendas morales están en franca retirada). Por esta cercana relación de amistad con él, aclaro que la relación entre Armando padre y Armando hijo se fracturó desde hace más de 8 años.

El propio hijo incluso se aprovechó de la buena fe de su padre incurriendo en varios aparentes ilícitos en sus empresas. No viene al caso enumerar qué y por qué. Armando no judicializó el tema porque era su hijo, su primogénito. Y guardó doloroso silencio de las millonarias pérdidas a sus empresas dolido, claro está, más que por el dinero sustraído por la sinrazón de que su principal heredero hubiera seguido esa ruta de comportamiento.

 Este asunto personal, hubiera quedado seguramente guardado en el cajón de las decepciones familiares. Hoy lo hago público con la autorización de Armando Prida padre por esta circunstancia y porque lo convencí de que por la similitud del nombre y del primer apellido no debía guardar, de nueva cuenta, silencio por el riesgo de ser estigmatizado mediáticamente en la lógica del absurdo.

Paradójicamente el silencio hubiera tenido un efecto negativo. Y es que el que calla otorga. En principio, las cosas familiares se quedan en la familia y los muy cercanos hasta que un interés superior reclama hacer pública la verdad de las cosas como ahora. La diferencia entre el padre y el hijo es como el día y la noche. Hubiera sido una ingratitud de mi parte no haber escrito lo que me consta y dejar testimonio de quién es quién en esta trama judicial que apenas inicia. Mi solidaridad y cariño de siempre a Armando Prida Huerta, un hombre de excepción para bien de México.

@evillanuevamx

ernestovillanueva@hushmail.com

   

Comentarios