Marte

Escuchando lo que pasa en Marte

Las especulaciones sobre la sismicidad de Marte no son una afición banal. El interés de los geofísicos es importante porque bien puede mostrar cómo se comportan los planeta.
domingo, 31 de octubre de 2021 · 01:15

CIUDAD DE MÉXICO (proceso.com.mx).–La investigación espacial es fascinante. El poder saber lo que ocurre en planetas tan lejanos a nosotros nos hacen ver -de alguna manera- el poder de la ciencia y la inacabable capacidad humana por tratar de encontrar qué somos, po qué estamos aquí y las razones por las cuales el universo es tal y como se muestra ante nosotros. Por ello, cuando nos enteramos que la NASA ha mandado un sofisticadísimo robot a la superficie marciana, el Perseverance, el cual podrá moverse libremente por terreno marciano, nos entra la emoción del encuentro ante lo desconocido y del cómo vamos a encarar los misterios que esperamos dilucidar.

Así, el carrito Perseverance, que se mueve con energía nuclear, llegó a la superficie marciana ya hace algunos meses y de inmediato empezó a tomar fotografías, a medir el entorno, a taladrar en las piedras para analizar de qué están hechas e incluso, a volar sobre terreno marciano gracias a un pequeño helicóptero que se incorporó a la misión y que no tiene precedente en la investigación del planeta rojo.

Marte supone ser, de acuerdo a lo que los científicos saben, un planeta relacionado con la Tierra en muchos sentidos. Es más chico que nuestro planeta y por ende, tiene menor gravedad. Aparentemente en el pasado tuvo agua y probablemente vida microbiana (no esperen marcianos verdes bailnado ricachá). Y en términos geológicos se espera que Marte se parezca en algunas cosas a la Tierra. Y aunque, por ejemplo, no parece haber placas tectónicas, si parece haber un núcleo como el de la Tierra y por ende, es probable que se produzcan movimientos telúricos. Antes del Perseverance, la NASA mandó una nave para medir la actividad sísmica del planeta rojo.

Pero cada vez que llega una nave a Marte, o bien, cuando un meteorito impacta la superficie marciana, en principio se producen movimientos en el planeta que bien pueden ser detectados por las ondas que dejan cuando ocurren los impactos. Sin embargo, cuando el Perseverance entró a la atmósfera marciana, dejó caer unos bloques de Tungsteno que dejarían eventualmente algunos cráteres. No obstante esto, la sonda Insight, que se diseñó para detectar hasta microsismicidad en Marte, no notó ningún movimiento telúrico, como se reportó en Nature Communications, el 28 de octubre del 2021.

Cabe señalar que el Perseverance empezó su misión lanzando un bloque de Tungsteno de 78 kilogramos a una distancia de unos 3,450 kms de la misión Insight (que es una nave fija en el terreno marciano que mide la sismicidad). Era una oportunidad única para estudiar los efectos sísmicos inmediatos de un impacto desde el espacio. Pero no se detectó nada.

Los investigadores, ante estos hechos, piensan que menos del 3% de la energía de los impactos hechos en la superficie marciana, tienen una correlación con la sismicidad. Aparentemente, la intensidad de los impactos varía de acuerdo a dónde ocurran en el planeta rojo. Esto puede dar pistas de cómo el terreno cambia en las diferentes zonas donde ocurren impactos, de acuerdo con Ben Fernando, un geofísico de la Universidad de Oxford.

Sin embargo, incluso esta opinión no es fácil de probar. Las mediciones son complejas y los científicos necesitarían más instrumentos que puedan detectar los cambios cerca de los sitios donde ocurren los impactos. Mientras tengamos déficit de instrumentos científicos de medición en Marte, tendremos que especular o de medir de forma indirecta lo que pasa en la superficie marciana.

Las especulaciones sobre la sismicidad de Marte no son una afición banal. El interés de los geofísicos es importante porque bien puede mostrar cómo se comportan los planetas y la información geológica podría ser útil para entender muchos procesos que ocurren en la Tierra y que bien podrían tener una explicación que ayudase a entender mejor como es nuestro propio mundo.

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