Feminismo

Un Clacso feminista

Esta socióloga uruguaya, que tiene diversas publicaciones acerca del uso del tiempo, del trabajo no remunerado de cuidado y de las responsabilidades familiares, hizo su doctorado en Francia.
miércoles, 22 de junio de 2022 · 11:18

CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).–Hace años Rodolfo Stavenhagen escribió un artículo titulado Flacso, Clacso y la búsqueda de una sociología latinoamericana, donde recordaba cómo, en 1957, en una reunión de gobiernos latinoamericanos con la UNESCO, se decidió crear una institución académica que promoviera la formación y la investigación social de cara a los problemas de la región. Cuando Brasil y Chile se ofrecieron como sede, para evitar un conflicto, la decisión salomónica fue crear en Brasil un centro de investigaciones y en Chile uno de docencia. Él relata cómo el centro de Brasil tuvo que cerrar sus puertas por el golpe militar en 1964; y así, en 1965, en una reunión en Bogotá, se planeó la creación del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (Clacso), que se concretó en 1967, y desde entonces Buenos Aires ha sido su sede. Stavenhagen también narra cómo el golpe militar de Pinochet puso en peligro la supervivencia de la Flacso en Chile, y rememora la creación de Flacso-México.

Traigo a cuento su conclusión acerca de que el contexto político incide en el funcionamiento de instituciones dedicadas a la investigación y formación académica, pero para plantear que también eso ocurre de forma positiva. Tal es el giro feminista que ha asumido Clacso desde la llegada de Karina Batthyány a la cabeza de esa institución, y en el contexto de cambios políticos alentados por los feminismos.

Desde hace años Karina Batthyány ha desplegado su compromiso feminista en su trabajo de investigación y docencia. Esta socióloga uruguaya, que tiene diversas publicaciones acerca del uso del tiempo, del trabajo no remunerado de cuidado y de las responsabilidades familiares, hizo su doctorado en Francia con una tesis cuyo título es elocuente: Trabajo y cuidado infantil. Un desafío exclusivamente femenino. Una mirada desde el género y la ciudadanía social.

Acaba de terminar el período 2019-2022 de Batthyány, pero en la asamblea de los centros miembros de Clacso la eligieron por unanimidad para un nuevo mandato como directora general (período 2022-2025) por su gestión espectacular.

La semana pasada se llevó a cabo la novena conferencia de Clacso en las instalaciones de la UNAM con el tema de “Tramas de la desigualdad en América Latina y el Caribe”. El programa incluía foros, paneles, mesas temáticas, talleres presenciales, además de una feria del libro y un festival de cine, pero unas de las actividades principales fueron los 15 “diálogos magistrales” donde distintas personalidades confluyeron a debatir acerca de los temas centrales para Clacso.

Los menciono porque dan una idea de la agenda: 1. Sociedad del cuidado y políticas de la vida; 2. Ambiente, bienes públicos y cambio climático; 3. Hacia una ciencia pública: ciencias sociales, humanidades, política y compromiso; 4. Los desafíos de los movimientos sindicales; 5. Crisis económica y dilemas del desarrollo; 6. Desafíos de la democracia; 7. Memoria y derechos humanos. Procesos de paz y conflictos sociales; 8. Derecho a la educación y desigualdades educativas en la pandemia y la postpandemia; 9. El protagonismo de los movimientos y las organizaciones sociales en la coyuntura actual; 10. Filosofía para este fin del mundo; 11. Comunicación, política y derechos: entre las fake news y las iniciativas populares; 12. Negritudes, afrolatinidades, racismos y resistencias; 13. Pueblos indígenas, territorios y autonomías; 14. Migraciones y movilidad humana; 14 y 15. Feminismos, géneros y luchas en América Latina y el Caribe.

Para ilustrar en qué consiste el “giro feminista” de la gestión de Batthyány en ­Clacso, destaco dos ejemplos significativos. El diálogo magistral con el que inició la novena conferencia y que se llevó a cabo en la sala Nezahualcóyotl (los otros 14 se repartieron días después en diversos espacios) fue el de “Feminismos, géneros y luchas en América Latina y el Caribe”, y esa distinción fue una señal política importante. 

El otro ejemplo es la inclusión de varias autoras mujeres en la colección de Antologías esenciales, donde la proporción de autores varones era mucho mayor. Con una política de acción afirmativa Batthyány priorizó publicar a mujeres, para ir equilibrando la colección.

Por cierto, todas las obras pueden ser descargadas gratuitamente, pues Clacso impulsa una Campaña por el Acceso Abierto al Conocimiento. Desde el convencimiento de que “El conocimiento constituye un bien público global”, Clacso contribuye a la democratización del conocimiento, haciendo accesible una producción académica fundamental que, con el paso del tiempo y debido a las limitadas formas de distribución editorial en nuestra región, tiende a ser desconocida o inaccesible.

Para mí, lo más notable que ha hecho Batthyány en Clacso ha sido introducir en la agenda política de las ciencias sociales el crucial tema de los cuidados. Abordar los cuidados es hoy un imperativo ético en el contexto de las “tramas de la ­desigualdad” que hay en nuestra región. Con una perspectiva feminista democrática y radical enfocada a una verdadera emancipación, Karina Batthyány ha alentado la investigación y la reflexión acerca de los conflictos y necesidades en torno a los cuidados. Vale mucho la pena leerla, y sus libros están en acceso abierto en la página de Clacso.

Este análisis forma parte del número 2381 de la edición impresa de Proceso, publicado el 19 de junio de 2022, cuya edición digital puede adquirir en este enlace.

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