Computación

Por qué la programación es divertida

Por ello los lenguajes tienen una sintaxis muy definida y muy estricta y los programas muestran el mínimo error cuando el programador no pone las cosas como la máquina necesita.
domingo, 28 de agosto de 2022 · 18:43

CIUDAD DE MÉXICO (proceso.com.mx).–No recuerdo cuándo me enganché realmente con el cómputo, quizás al inicio de mi carrera profesional, en donde uno de mis mejores amigos, el físico Alejandro Moreno, tenía una de las primeras Radio Shack TRS-80. Tiempo después me hice de una Apple ][ y más adelante cambié a una IBM PC compatible (Columbia Portable PC). Hice (y aún lo hago), todo género de programas.... Pero ¿por qué la programación es tan divertida? De acuerdo al Dr. Jaime Lítvak, lo que pasa es que es de esas cosas entretenidas que se pueden hacer con los pantalones puestos (aunque él lo decía seguramente refiriéndose a la antropología).

Programar tiene que ver con expresar las ideas de forma que uno sea muy preciso, porque la computadora acatará las instrucciones que describen un proceso de forma ciega, pues no tienen consciencia para saber qué es lo que quiere hacer el programador. Por ello los lenguajes tienen una sintaxis muy definida y muy estricta y los programas muestran el mínimo error cuando el programador no pone las cosas como la máquina necesita.

Sin embargo, el programar tiene la virtud de enseñarnos a pensar, a considerar las posibilidades y así tomar acción prácticamente en cada caso que suponemos, puede ocurrir al ejecutar un programa que hemos escrito. Desde luego que eso no siempre pasa y nos vamos dando cuenta del problema cuando la máquina nos informa que hubo un error en cierta línea del programa.

De acuerdo al libro de Fred Brooks, “The Mythical Man Month”, he aquí cinco razones por las cuales la programación es divertida:

El placer de hacer cosas

El placer de hacer cosas que son útiles a otras personas

La fascinación de armar complejos rompecabezas, con partes intermovibles e interconectadas que trabajan en ciclos específicos, pero realizando lo esperado desde que se inició la construcción de los mismos.

El placer de estar aprendiendo siempre

El placer de trabajar en un medio tan maleable

David Intersimone, uno de los “gurús” de Borland (ahora Embarcadero), agrega lo siguiente:

El placer de trabajar con otros programadores en un equipo

Ser capaz de trabajar con hardware de última generación

Ayudar a depurarar sistemas complejos de software que alguien más construyó

Construir herramientas de desarrollo que son útiles tanto para otros como para mí

La posibilidad de reunirse y comunicarse con los más connotados expertos en el área de software.

Tener la posibilidad de visitar a clientes en todas las partes del mundo

Que le paguen a uno por jugar.

Y para quien me lee... ¿Por qué cree que la programación es divertida?

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