Ajedrez

¿Cómo clasificarse para ir a una Olimpiada de Ajedrez?

La Federación Nacional de Ajedrez de México (FENAMAC) no tiene a la fecha un reglamento que indique cómo puede un jugador calificar para este importante torneo por equipos.
domingo, 7 de agosto de 2022 · 21:43

CIUDAD DE MÉXICO (proceso.com.mx).–En estas semanas ya se está jugando la Olimpiada de Ajedrez en Chennai, India, y México ha llevado a la escuadra abierta y a la femenil. Esta es una de las grandes fiestas del ajedrez mundial y por supuesto que participar en este tipo de eventos es un sueño para muchos ajedrecistas. La cuestión es ¿cómo se clasifica uno para convertirse en parte del equipo olímpico mexicano? Desafortunadamente no hay una respuesta exacta. La Federación Nacional de Ajedrez de México (FENAMAC) no tiene a la fecha un reglamento que indique cómo puede un jugador calificar para este importante torneo por equipos.

De hecho, en esta ocasión se ha suscitado una discusión sobre la designación de una joven promesa, Miguel Montes, quien representa al equipo mexicano y solamente tiene 2070 puntos Elo. Se ha dicho, que Miguelito tiene como entrenador a Pablo Della Morte, que trabaja para la FENAMAC y que por ello fue elegido su pupilo (lo que representaría un conflicto de intereses). Los internautas han hablado de otros jugadores que quizás merecieran más esa designación, como Sión Galaviz, aunque hay que aclarar que ya se le invitó a ser parte del equipo olímpico pero el papá de Sión indicó que para aceptar, había que mandarlo a él a la olimpiada, acompañando a su hijo. La FENAMAC dijo que no y entonces Sión se perdió de esta oportunidad de asistir a una olimpiada.

Pero más allá de las discusiones y especulaciones, es claro que la FENAMAC no tiene un mecanismo transparente que indique qué méritos debe tener quien quiera ser parte del equipo olímpico mexicano. En mi opinión, si hubiese un reglamento claro, los ajedrecistas interesados bien podrían trabajar para tratar de lograr esa meta. Vamos, supongamos una serie de regulaciones que digan: los 2 mejores mexicanos en la 1a fuerza del Nacional Abierto del año 2023 y 2024, calificarán a la olimpiada. El quinto jugador será elegido a discreción de la FENAMAC. Quizás más de uno piense que solamente deben ir los que califiquen y que el “dedazo” debe eliminarse. Es un punto que habría que discutir pero independientemente de eso, la cuestión sería básicamente dejar totalmente claros los criterios que se usarían para ser parte del equipo olímpico.

He leído en las redes sociales opiniones diversas: un fuerte jugador mexicano, ya retirado, indicaba que para él, la olimpiada no es para irse a foguear. Así, deberían elegirse a los mejores que estén disponibles. Si se hace así, entonces de nada sirve ningún torneo clasificatorio, pues se elegirían a “dedazo” y eso, seamos sinceros, es injusto para los demás jugadores ambiciosos. En mi opinión, el equipo olímpico debe formarse con los mejores jugadores que se ganen su lugar en los torneos que se realicen para tal fin. Si no son los “maestros de toda la vida”, porque no califican, pues mala suerte. Al final de cuentas lo que vale es el nivel de juego, no si se tiene un curriculum impresionante. Dicho de otra manera, que vayan los que estén jugando mejor. Punto.

Los criterios –desde luego– pueden ser muchos, pero en mi opinión ya llegó la hora de transparentar los criterios para seleccionar a los jugadores que nos representarán. Eso dará claridad, evitará especulaciones, rumores, chismes y descalificaciones. Quien se interese por ir a una olimpiada entonces sabrá el camino a seguir. Con esa transparencia, el ajedrez mexicano avanzaría, sin duda ninguna.

Y que conste, Miguel Montes es un chico que seguramente progresará y llegará a jugar bien, pero en mi opinión, mandarlo a la Olimpiada, teniendo otras alternativas de jóvenes que han hecho más méritos, es un exceso. De hecho en México no tenemos jugadores juveniles con un nivel de gran maestro y para poder acceder a esto, habría que tener un plan de trabajo, por parte de la FENAMAC, de forma que se pudiesen organizar torneos en donde los jugadores empezaran a adquirir más fogueo. Hoy la federación mexicana tiene más de un CAR – Centro de Alto Rendimiento, el cual tiene que solventar una serie de gastos a través de un fideicomiso para el alto rendimiento, precisamente. La sede del CAR en Los Pinos es estupenda pero desde luego, se requieren recursos para poder trabajar sobre este tipo de desarrollos.

Hay pues algunas posibilidades para que estos centros de alto rendimiento empiecen a trabajar a favor de los jóvenes ajedrecistas, que son el futuro de este país. No podemos pensar en tener un gran ajedrez tomando decisiones unilaterales, por criterios oscuros y méritos poco establecidos como importantes. Es el momento de que la FENAMAC trabaje con todos los ajedrecistas para que nuestro ajedrez empiece a florecer.

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