Tecnología

Tecnología en el diálogo México-Estados Unidos

Los temas de interés compartido fueron fortalecer las cadenas de suministro de semiconductores y Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC), impulsar las energías renovables, los vehículos eléctricos, las pymes y que el comercio entre los dos países supere los niveles previos a la pandemia.
miércoles, 14 de septiembre de 2022 · 12:24

CIUDAD DE MÉXICO (apro).–La migración o el narcotráfico no son los únicos temas centrales de la relación bilateral entre México y Estados Unidos. El vecino del norte ha propuesto que la tecnología, la colaboración económica y el comercio electrónico también formen parte de la agenda entre los dos países.

Durante la segunda edición del Diálogo Económico de Alto Nivel México-Estados Unidos (DEAN), el Secretario de Estado, Antony Blinken, en visita oficial a México, expuso que la tecnología puede fomentar la prosperidad regional, crear empleos, inversiones a favor de las personas, reducir la desigualdad y la pobreza.

Los temas de interés compartido fueron fortalecer las cadenas de suministro de semiconductores y Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC), impulsar las energías renovables, los vehículos eléctricos, las pymes y que el comercio entre los dos países supere los niveles previos a la pandemia.

Ambos países dialogaron sobre respaldar la “compatibilidad regulatoria” y mitigar los riesgos en temas de TIC, ciberseguridad, telecomunicaciones e infraestructura. Se conformó un Grupo de Trabajo sobre Cuestiones Cibernéticas porque a EE.UU. le preocupa la seguridad cibernética y los despliegues de infraestructura de banda ancha, incluidas las redes 5G.

En septiembre de 2021 se reactivó el DEAN entre México y Estados Unidos (creado en 2013), cuyos principales pilares recientes fueron la economía digital y la tecnología. El interés de Estados Unidos en el DEAN es hacer valer su liderazgo tecnológico e innovación frente a la competencia que representa China en el mismo rubro, con quien México también tiene una buena relación.

Además, el T-MEC entre México, Estados Unidos y Canadá tiene tres nuevos capítulos sobre telecomunicaciones, economía digital y propiedad intelectual, por lo que la Unión Americana quiere hacer valer sus fortalezas en esas materias.

El artículo 18.15 del capítulo de telecomunicaciones del T-MEC se refiere a un aspecto crucial que es la flexibilidad en la elección de tecnologías. El apartado dice que “ninguna parte impedirá a un proveedor de servicios públicos de telecomunicaciones elegir las tecnologías que éste desee usar para el suministro de sus servicios”.

Este breve pero relevante artículo en el capítulo de telecomunicaciones del T-MEC es un importante blindaje para que México no sucumba a las presiones geopolíticas en materia tecnológica, de ciberseguridad y redes 5G, se afecte con ello la neutralidad competitiva en el suministro de equipos y soluciones y se pretenda excluir a proveedores de tecnologías como la firma china Huawei u otras.

Fue hace un año en la reactivación del DEAN cuando se habló de crear cadenas de suministro resilientes de chips, redes de telecomunicaciones y TIC de vanguardia para asegurar la “prosperidad futura”, estrategias compartidas de ciberseguridad para mitigar riesgos y amenazas, privacidad transfronteriza y protección de datos personales.

La visión digital y tecnológica de nuestro socio comercial contrasta con la del gobierno de la Cuarta Transformación, el cual ha sido reacio a reconocer y aprovechar los beneficios de las tecnologías.

El presidente AMLO y sus funcionarios han hecho recortes a las compras de TIC y software de la Administración Pública Federal. Empresas estratégicas como Pemex o instituciones como la Lotería Nacional han sufrido secuestros de su información y vulneraciones a su ciberseguridad, además de que no existe una estrategia en materia de seguridad cibernética. Se suspendió temporalmente la plataforma Compranet por una falla técnica y obsolescencia de servidores y nube, afectando el derecho a la información, la transparencia y la rendición de cuentas.

El gobierno de la 4T sí tiene una Estrategia Digital Nacional, pero es apenas enunciativa. Aunque México tiene uno de los tendidos de redes 5G más amplios de América Latina, estas inversiones y despliegues de infraestructura digital no han merecido una sola mención pública del presidente AMLO, el canciller Marcelo Ebrard o la secretaria de Economía, Tatiana Cloutier.

Aunque el artículo 18.17 del capítulo de telecomunicaciones dice que cada Estado asegurará que su organismo regulador de telecomunicaciones sea independiente, el presidente AMLO propina descalificaciones al Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), y el Congreso redujo su presupuesto en una tercera parte. El IFT es incluso más autónomo que la Comisión Federal de Comunicaciones de la Unión Americana, cuya conformación es abiertamente partidista.

Aunque las tecnologías digitales pueden pueden contribuir a crear empleos, oportunidades de ingresos, reducir la desigualdad y la pobreza, la Secretaría del Trabajo y Previsión Social de Luisa María Alcalde trabaja en una iniciativa a la Ley del Trabajo que podría afectar la viabilidad y el modelo de negocio de las plataformas de movilidad y entrega y destruir los incentivos para que miles de conductores y repartidores generen ingresos de forma flexible habilitados por las TIC.

Mediante el DEAN, EE.UU. está mirando al futuro mediante el suministro resiliente de semiconductores y TIC que aseguren la continuidad y las operaciones de las industrias y los gobiernos, redes de telecomunicaciones seguras y una economía digital regional vibrante. La pregunta es si México finalmente tendrá una visión tecnológica propia, al menos compartida y no demagógica.

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