Posición del SME sobre el reportaje "Martín Esparza ahora quiere vender electricidad a AMLO"

martes, 23 de octubre de 2018 · 19:15
Señor director: El pasado 19 de octubre de 2018, la reportera Rosalía Vergara publicó en la página web de la revista Proceso, el “reportaje especial” titulado Martín Esparza ahora quiere vender electricidad a AMLO que contiene diversas difamaciones, malinterpretaciones y acusaciones en contra del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) y su Comité Central. Ante ello, solicitamos respetuosamente se atienda nuestro derecho de réplica y publique la presente aclaración. De igual forma invitamos a Rosalía Vergara a revisar sus fuentes de información, para no dejarse llevar por intereses de grupos contrarios a nuestra organización. Los confusos razonamientos del texto en cuestión carecen de objetividad, rayan en el dolo y terminan por ser calumniosos. Un ejemplo: es tal su desconocimiento acerca de las condiciones laborales predominantes en el sector eléctrico después de la extinción de Luz y Fuerza y la imposición de la reforma energética de EPN, que sin conocer el contenido del Contrato Colectivo de Trabajo (CCT) del SME con la Generadora FENIX -cuya vigencia se revisa cada dos años-, afirma que tiene “un esquema tipo outsourcing que convierte al SME en un sindicato de protección”. Risible afirmación. La mayoría de los trabajadores que laboran en las empresas trasnacionales carecen de representación sindical y de contrato colectivo. El SME, en atención al cumplimiento del Convenio 98 de la OIT de Libertad Sindical y Contratación Colectiva, no oculta su intención de contribuir a la libre sindicalización de estos trabajadores que podrán conocer de las prerrogativas de nuestro actual contrato colectivo, muy superiores a las que actualmente tienen. Para la reportera, es fácil descontextualizar la lucha de resistencia del SME, omitir el proceso histórico que la determinó y así, sin más argumentos, lanzar una andanada de acusaciones en contra de nuestro sindicato y dirección, sólo para tomar partido por la fracción política de excompañeros que en nueve años de resistencia jamás se movilizó en defensa de nuestros intereses y ahora, al mismo tiempo que desacredita la negociación con el gobierno, reclama para sí los beneficios de la lucha. De modo que hacemos las siguientes precisiones: 1. EL SME no está extinto, ni desaparecido. Si la reportera firmante hubiera hecho un trabajo mínimo de investigación, sabría entonces que el SME es una organización sindical con registro nacional vigente y que su Comité Central, electo por voto directo y secreto, cuenta con su toma de nota también vigente. Ignoramos de dónde saca eso de que deberíamos informar a nuestros compañeros que “con la liquidación del 94% de los trabajadores el sindicato deja de existir jurídicamente”. ¿O será que el artículo 364 de la Ley Federal del Trabajo cambió sin que lo hallamos notado? ¿O francamente se trata de omitir que el SME tiene vigente un nuevo contrato colectivo de trabajo distinto al de LyFC? 2. El SME no tiene “huestes”, como repite una y otra vez la reportera. Los agremiados que apoyamos la línea política sindical acordada en nuestras Asambleas Generales e impulsada por nuestro compañero Secretario General Martín Esparza Flores, Comité Central y Comisiones Autónomas, somos trabajadores que conscientemente defendemos un proyecto político social para el regreso al trabajo de todos y cada uno de nuestros compañeros en resistencia, somos militantes de una organización que reivindica su autonomía sindical y que defiende los intereses de todos los trabajadores mexicanos respaldando la lucha de resistencia en contra del neoliberalismo que distintos sectores populares libran a lo largo y ancho del país. De eso pueden dar testimonio decenas de movimientos sociales que cuentan con nuestro apoyo incondicional, entre otros, los padres y familiares de los 43 estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa. 3. Luego de nueve años del ilegal decreto de extinción de Luz y Fuerza del Centro del expresidente Felipe Calderón Hinojosa, que significó el despido ilegal de más de 44 mil trabajadores, el SME ha construido una ruta política, jurídica, económica y social, para lograr en las condiciones actuales, el regreso al trabajo en el sector eléctrico de los 16 mil 599 trabajadores que decidimos resistir en contra del fascista decreto calderonista. En estos años hemos recorrido un complejo proceso de confrontación política y negociación con el gobierno federal; a la par construimos alianzas políticas y lazos de solidaridad con cientos de organizaciones sociales, sindicales, estudiantiles, indígenas y campesinas. Hacer un comentario sobre la situación del SME supondría comprender el proceso político de la última década en nuestro país, para contextualizar nuestra lucha de resistencia y la situación actual de nuestra organización. 4. Gracias a la movilización que durante nueve años hemos realizado a través de marchas, mítines, huelgas de hambre, foros, encuentros, plantones, etc., el SME logró sentar al gobierno federal en una mesa de negociación para la solución del conflicto, en 2013, luego del aberrante fallo de la Suprema Corte de Justicia de la Nación del 30 de enero del mismo año, que revocó la sentencia del Segundo Tribunal Colegiado de Circuito en Materia de Trabajo que nos daba derecho al patrón sustituto en la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y en su lugar ratificó el laudo de la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje que, en forma definitiva, dio por terminadas las relaciones individuales y colectivas de trabajo entre el SME y Luz y Fuerza del Centro y canceló terminantemente la vigencia de nuestro Contrato Colectivo de Trabajo (CCT) con esa empresa. No es que hayamos negociado, malbaratado o entregado nuestro CCT, como vociferan nuestros detractores, simple y llanamente por despojo, dejamos de tenerlo legalmente desde esa fecha cuando la SCJN nos dijo, otra vez: no tienen pasivos laborales que reclamar, únicamente el derecho a cobrar sus indemnizaciones. 5. Por acuerdo de nuestra Asamblea General del 4 de febrero de 2013 desacatamos la sentencia de la SCJN. No nos fuimos a liquidar, intensificamos nuestras movilizaciones y logramos una mesa de negociación con el gobierno federal, con tres temas principales: la liberación de nuestros compañeros presos políticos; el reconocimiento del tiempo de servicios para los compañeros de más de 23 años de antigüedad en LyFC, que significó alcanzar una renta vitalicia para 996 compañeros; y la reinserción laboral de todos los trabajadores en resistencia dentro del sector eléctrico. Nuestros once presos políticos fueron liberados, 996 trabajadores obtuvieron una renta vitalicia, sin dejar de mencionar que el gobierno de EPN les adeuda el 50% de su compensación por antigüedad. Por otro parte, para concretar la reinserción laboral de nuestros compañeros, bajo el nuevo marco jurídico sectorial impuesto por la reforma energética, constituimos a la Empresa Generadora Fénix con la participación de un socio inversionista (Mota-Engil), así por el simple hecho de que el SME no tenía la capacidad financiera para invertir en la repotenciación y rehabilitación de las plantas generadoras de energía de LyFC que rescató con la lucha; creamos la Cooperativa LF del Centro, que es propiedad de todos y cada uno de los trabajadores en resistencia, como un instrumento económico necesario para reinsertar laboralmente a nuestras compañeras y compañeros; y constituimos una sociedad mercantil, Suministro Básico del Centro (SUBACE), empresa propiedad del sindicato y la cooperativa para comercializar energía eléctrica al usuario doméstico, la cual tuvimos que crear porque la reforma energética impide legalmente que nuestra cooperativa LF del Centro pueda comercializar energía eléctrica; sin embargo, concebimos a SUBACE como una empresa con carácter social para reinsertar laboralmente a nuestros compañeros y atender la demanda de electricidad de la Asamblea Nacional del Usuarios de la Energía Eléctrica con una tarifa social justa. 6. La construcción de todos estos instrumentos económicos no impide, por ningún motivo, que el SME tenga claro que nuestra lucha debe enfilarse a favor de la recuperación de la soberanía energética del país. Los trabajadores del SME sabemos que la industria eléctrica es estratégica para un desarrollo nacional independiente. Por eso, como lo hemos expresado el 27 de septiembre pasado, nosotros estamos a favor de la renacionalización de la industria eléctrica. En 2013, cuando los neoliberales promovieron la reforma energética, el SME se movilizó en contra de la misma, en más de una ocasión cercamos el Senado de la República e impulsamos acciones nacionales de protesta con otras fuerzas políticas. Nadie puede acusarnos de haber apoyado la aprobación de dicha reforma. Por cierto, que en esos días adversos, no vimos en la calle a muchos de los que ahora nos acusan de ser “empresarios”. La reforma energética cambió en su totalidad el marco jurídico del sector, dejando desprotección y precarización para los trabajadores del mismo. En ese sentido, de manera responsable, el SME impulsa los proyectos económicos que permitan el regreso al trabajo de sus agremiados, lo señalamos porque muchas veces, por insensibilidad y miopía política, se deja de lado que durante todos estos años nuestros compañeros han resistido al margen de un trabajo estable pues fueron condenados por Calderón y fichados por el Estado y la patronal para no encontrar empleo en ningún espacio. Somos trabajadores del sector eléctrico, que durante más de un siglo generamos, transmitimos, distribuimos y comercializamos energía eléctrica; regresar al trabajo significa evidentemente encontrar proyectos económicos que nos permitan realizar todas estas actividades. No olviden que fuimos expulsados del sector público por el decreto de extinción y la dolosa actuación de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. ¿A dónde quiere que vayamos entonces? 7. Para nosotros la comercialización de la energía eléctrica no es “simple negocio”, pues creemos que es parte de una actividad productiva que debe beneficiar al pueblo. SUBACE es una empresa con carácter social, y la comercialización de electricidad por parte del SME tiene objetivos sociales; del mismo modo que el cooperativismo de LF del Centro nos permite, sobre la base de la propiedad de nuestros medios de producción, ensayar un inédito proceso de autogestión del trabajo en el sector. No nos mal juzguen por intentar defender, por todos los medios, los intereses de los trabajadores que luchan. Desde la comodidad intelectual de un cubículo o la excitante realidad virtual, las cosas suelen verse de manera diferente. Finalmente, sólo nos queda rechazar todas las vulgares acusaciones de enriquecimiento y corrupción incluidas en el contenido del “reportaje especial”. Les informamos que en breve solicitaremos formalmente al poder legislativo la desclasificación de los documentos reservados por el gobierno de Felipe Calderón sobre la extinción de Luz y Fuerza del Centro. Nosotros no tenemos nada que temer. Tomar partido a favor de quienes primero llamaron a la disolución forzada del SME -para desacreditar gratuitamente a nuestra organización-, buscar obstruir la interlocución con el nuevo gobierno e intentar en vano aislarnos del movimiento social independiente, no nos parece ético, mucho menos viniendo de un profesional del periodismo. FRATERNALMENTE “Por el Derecho y la Justicia del Trabajador” C. José Humberto Montes de Oca Luna Secretario del Exterior del SME

Comentarios

Otras Noticias