Narcoamigos en el Senado

martes, 15 de junio de 2010 · 01:00

MÉXICO, D.F., 15 de junio (Proceso).- Algunos senadores de la LX Legislatura, quienes en 2006 hicieron campaña al lado de Calderón, han sido señalados públicamente por su cercanía con capos de la droga. 

Proceso realizó una investigación con funcionarios de la Procuraduría General de la República y de la Policía Federal, quienes aportaron datos sobre la presunta implicación de al menos 17 senadores, pero aquí sólo se da cuenta de aquellos cuyos actos sospechosos han llegado hasta los medios de comunicación y, en un par de casos, aparecen nombrados en investigaciones del Cisen.

El 1 de diciembre de 2006 el panista Jorge Zermeño, entonces presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, puso sobre el pecho de Felipe Calderón la banda presidencial. Dos meses antes, el 23 de septiembre, Jorge Zermeño acudió por la noche al bautizo de Elsa María Anaya Aguirre, hija de José Guillermo Anaya Llamas, su protegido que se estrenaba como senador. A la una de la tarde, en el templo de la Encarnación, de la colonia Campestre La Rosita, en Torreón, Coahuila, Anaya recibió al padrino de su pequeña: el presidente electo Felipe Calderón Hinojosa. Entre los invitados, a un lado de la mesa de Calderón, estuvo Sergio Villarreal Barragán, El Grande, uno de los capos más buscados por el gobierno mexicano y recientemente por el estadunidense.

El narco era familiar político del compadre de Calderón, Guillermo Anaya, cuya hermana Elsa María estaba casada entonces con Adolfo Villarreal, hermano de El Grande. El 5 de marzo de 2007, ante la evidencia de tal parentesco, el senador panista dijo que Adolfo Villarreal había abandonado a su hermana tres años antes, es decir, en 2004. “Desde entonces no hemos sabido de él ni a qué se dedica actualmente”, comentó.

El 7 de octubre de 2007, el senador panista le dijo al reportero Ricardo Ravelo que El Grande no fue al bautizo de su hija y mucho menos se ubicó en una mesa cercana a Felipe Calderón, “porque no fue invitado”. Sostuvo que desde hacía 10 años no tenía contacto con Villarreal y que su hermana se divorció en 2005. Fuentes judiciales informaron en mayo pasado que dicho divorcio se efectuó, pero sólo hace tres años, y que en los hechos la relación íntima de Elsa María y Adolfo continúa.

El 11 de noviembre de 2006, Anaya denunció que fue objeto de un intento de levantón en la carretera federal de San Juan de Sabinas. El senador iba acompañado de Luis Fernando Salazar Fernández, entonces jefe de asesores del presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, Jorge Zermeño. 

En 2003 El Grande llegó a Coahuila, su tierra, para sustituir al gatillero Arturo González Hernández El Chaky –detenido en abril de 2003– en el mando local del cártel de Juárez . Ese año Anaya Llamas inició su trienio como presidente municipal de Torreón y concluyó en 2006 para saltar al Senado.

Pero El Chaky y El Grande estuvieron cerca de los panistas desde mucho antes. Rosario Castro Lozano, dos veces alcaldesa de Lerdo, Durango, fue señalada por tener en la Policía Municipal a Isaías Castillo Luna, quien tenía una relación pública con El Chaky. Autoridades del gobierno estatal  comentaron que la panista protegió también a El Grande y que en un operativo para detener al capo, encabezado por el comandante de la XI Región Militar, Roberto Miranda, Castro Lozano le pidió al general que no entrara a Lerdo.

El 12 de mayo de 2009, Felipe Calderón acudió a inaugurar la planta de la empresa Lala en Torreón. Quien se encargó de instalar el equipo de sonido  fue Juan Francisco Villarreal Barragán, otro hermano de El Grande, propietario de la empresa Equipo Audiovisual de La Laguna.

El diario El Correo de la Montaña reportó: “En la edición de este 23 de febrero de 2007, en punto de las 11 horas aproximadamente, previo desfile por el encementado de la cancha deportiva habilitada para el magno evento de coronación de Sus Majestades, la autoridad municipal presidida por el C. Francisco Cárdenas Gamboa, sin más preámbulo, procedió a colocar la corona en las sienes de Emma I; a la vez que el Sr. Rodolfo Dorador, senador del PAN por la República, hacía lo mismo con Alma, elegida, al igual que la reina, democráticamente, Princesa”. 

“Emma I” era la novia de Joaquín Guzmán Loera, El Chapo, quien también asistió a la coronación. La joven de 18 años, originaria de Canelas, Durango, entró al concurso para elegir a la reina de la Gran Feria del Café y la Guayaba 2007. Para que ganara, el 6 de enero El Chapo le organizó un gran baile, durante el cual el padre de Emma, Inés Coronel Barrera, anunció la próxima boda de su hija con  el capo. En la votación posterior, Emma obtuvo 400 de los 800 votos y fue coronada, según narró la reportera Patricia Dávila, de Proceso.

Rodolfo Dorador contendió en 2004 por la presidencia municipal de la capital duranguense y perdió. Después fue nombrado coordinador de agenda, audiencia y eventos de la Presidencia con Vicente Fox, muy cerca de la oficina que ocupara Nahum Acosta Lugo. Éste, director de la Coordinación de Giras de Fox, fue detenido el 3 de febrero de 2005 bajo el cargo de brindar  información a los hermanos Beltrán Leyva cuando éstos aún tenían una alianza estratégica con El Chapo. Acosta Lugo fue liberado el 10 de abril siguiente porque la PGR no pudo sostener sus acusaciones.

 

Capos en campañas

 

En 2006, poco antes de la elección de julio, en la que coincidieron las elecciones locales con las de senadores de la LX Legislatura, circuló en los medios de comunicación de Colima un documento elaborado por el Cisen que daba cuenta de un presunto vínculo entre políticos panistas y el narcotraficante Germán Torres Anguiano, lugarteniente de Ignacio Coronel, uno de los cabecillas del cártel de Sinaloa.

Según el informe, Torres Anguiano apoyó las campañas de los dos senadores panistas por Colima: Jesús Dueñas Llerenas y Martha Leticia Sosa Govea, así como la de Leoncio Morán Sánchez, entonces candidato a la presidencia municipal de Colima para el periodo 2006-2009 y actual diputado federal. El documento establecía: 

“El Sr. Jesús Dueñas Llerenas, en su calidad de presidente municipal de Villa de Álvarez, Colima, otorgó al narcotraficante Germán Torres Anguiano las licencias municipales para la construcción y posteriormente de operación del restaurante Marino Coros, ubicado en la calle J. Merced Cabrera No. 171, colonia Centro; y el boliche La Pirámide, ubicado en la calle Josefa Ortiz de Domínguez No. 165 No. F, colonia Alta Villa. También entregó licencia de construcción del centro de espectáculos llamado el Megapalenque, ubicado en el km 2.5 de la carretera Villa de Álvarez-Comala, y dejó arreglado con su sucesor en la presidencia municipal, el también panista Felipe Cruz Calvario, que se autorizara la licencia de operación correspondiente.”

En otra parte se lee: “Germán Torres Anguiano (un narcotraficante buscado por delitos contra la salud por la DEA) financia las actividades políticas de los señores Jesús Dueñas Llerenas, Enrique Michel Ruiz, Esmeralda Cárdenas Sánchez, Leoncio Morán y Martha Leticia Sosa Govea”. 

El extenso documento señala que el narcotraficante es buscado desde una década atrás por la DEA, indica su domicilio en Colima y finalmente establece que, “a través del señor Jesús Dueñas Llerenas, el narcotraficante Germán Torres apoya con 800,000 dólares las campañas políticas panistas para impulsar la llegada a cargos políticos de Martha Sosa Govea, quien encabeza la fórmula al Senado de la República junto con el propio Jesús Dueñas Llerenas…”.

El hoy senador Dueñas Llerenas estableció, a juzgar por el mencionado reporte de inteligencia, el compromiso de cuidarle la plaza a Torres Anguiano. De todas formas, el narco apareció ejecutado el 7 de junio de 2006 dentro de un auto en un centro comercial de Zapopan, Jalisco.

Y el PRI no se queda atrás. Para la elección de gobernador de Colima en 2009, el PRI designó como candidato a Mario Anguiano Moreno, hermano de Humberto Anguiano, La Rana, quien fue condenado en 2004 a 10 años de prisión por vender metanfetaminas, mientras que su primo Rafael purga una condena de 27 años en Estados Unidos, donde se le considera jefe de la organización de los Anguiano en Los Ángeles, California, y se le vincula con los hermanos Amezcua, Los Reyes de las Metanfetaminas.

El 3 de septiembre de 2007, el entonces gobernador Silverio Cavazos Ceballos le pidió al senador priista Rogelio Rueda Sánchez su participación para obtener la libertad anticipada de La Rana y de su primo Gustavo Anguiano Gutiérrez.

El reportero Jorge Carrasco, de Proceso, lo documentó el 6 de marzo de 2009: mediante un oficio, el director general de Prevención y Readaptación Social de Colima, Roberto E. Pizano Camberos, se dirigió al senador Rueda Sánchez para pedirle que, “en apoyo a las personas señaladas”, se pusiera en contacto con el entonces secretario ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, Roberto Campa Cifrián, y con la comisionada del Órgano Administrativo Desconcentrado de Prevención y Readaptación Social, Celina Oseguera Parra.

El senador del PRI se justificó: afirmó que se limitó a darle seguimiento a la solicitud a través del oficio del 15 de noviembre de 2007, sólo para solicitar la verificación “de la situación jurídica de Gustavo Anguiano Gutiérrez y Humberto Anguiano Moreno”. Sostuvo que, como legislador, “se aboca a dar cauce a las solicitudes” que le formulan “autoridades y ciudadanos colimenses en estricta concordancia con las disposiciones legales aplicables”. En resumen, dice que no gestionó la libertad anticipada de los internos.

 

Resbaladizos

 

Cuando Manlio Fabio Beltrones era gobernador de Sonora, el 19 de noviembre de 1993, denunció ante la PGR que Amado Carrillo Fuentes, El Señor de los Cielos, estaba en su estado, reveló la ubicación de sus propiedades y ranchos ganaderos, además de obras en construcción como la llamada “casa de Las mil y una noches”. Pidió que le fueran aseguradas al capo y que se incorporaran al patrimonio del estado.

Sin embargo, en febrero de 1997 el diario estadunidense The New York Times publicó un extenso reportaje donde se afirmó que Beltrones colaboraba con Amado Carrillo y creó un refugio para él. Contradictoriamente, la cónsul estadunidense en Sonora, Sandra J. Salmon, le envió al gobernador un agradecimiento por su colaboración en el decomiso de al menos 100 millones de dólares que el narcotraficante Rigoberto Gaxiola Medina transportaba de su país a Sonora.

Beltrones demandó al diario por difamación y calumnia ante la PGR, que le dio la razón. Sin embargo, no se quitó esa sombra. En marzo de 1998, el diario Reforma publicó una declaración ministerial de un prestanombres del cártel de Juárez, Manuel de Jesús Bitar Tafich, en la cual aseguraba que oyó a Amado Carrillo referirse al gobernador de Sonora como su amigo. Al siguiente día de la publicación, desde el Reclusorio Sur de la Ciudad de México, Bitar Tafich publicó un desplegado para desmentir al periódico.

La PGR emitió otro comunicado para exonerar a Beltrones de cualquier indagación o vínculo con el crimen organizado. Lo mismo sucedió cuando Vicente Fox afirmó que la DEA investigaba al sonorense: hasta el exembajador de Estados Unidos en México, John Dimitri Negroponte, respaldó al actual coordinador de los senadores del PRI.

Y recientemente el Departamento de Estado desclasificó un informe personal de su cónsul en Sonora, William P. Francisco, quien reportó en 1994 que, según rumores y reportes de informantes, el gobernador Betrones y sus hermanos estaban vinculados al negocio de la droga. Como respuesta, el político exhibió los tres oficios en los cuales la PGR lo exonera.

Otro senador del PRI señalado como protector de narcos es Francisco Labastida Ochoa. El periodista Eduardo Valle dijo en su comparecencia en Washington por el caso Colosio, en 1994, que cuando Labastida fue gobernador de Sinaloa encubrió las actividades del narcotráfico. Ese año  Labastida era embajador en Portugal y desmintió el señalamiento desde allá, aunque el sinaloense fue enviado a ese país luego de que Rodolfo Álvarez Farber, quien fuera su procurador estatal, fuera asesinado.

Finalmente está el caso del senador por el PT, Ricardo Monreal. Después de que 53 reos escaparan del penal de Cieneguillas, Zacatecas, el 17 de mayo de 2009, la PGR filtró a medios que el 22 de enero anterior, en una planta deshidratadora de chiles propiedad de los hermanos del senador, Cándido y David, se decomisaron 14.5 toneladas de mariguana y se detuvo a dos supuestos zetas, quienes habrían sido liberados meses más tarde.

De inmediato, Monreal afirmó que la droga fue sembrada por policías. El 16 de febrero, en una carta al titular de la Sedena, denunció que autoridades federales, estatales y municipales actúan en complicidad con bandas de criminales en Zacatecas. La PGR calló. Ni siquiera desmintió al senador. Los hermanos Monreal continuaron su vida normal y hoy Cándido, con sus derechos políticos a salvo, aspira a la gubernatura del estado.

 

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