Abogado regiomontano que acaba de recobrar su militancia en el PAN tras 15 años de haber sido expulsado de esa organización, Javier Livas Cantú se dice la “cuarta opción” panista en busca de la candidatura presidencial una vez que hizo el anuncio correspondiente el domingo 20. Nadie se salva de la crítica de este personaje –ni Fox ni Calderón ni López Obrador…– cuyo estilo se asemeja al de varios panistas altisonantes: bronco, desafiante, de propuestas políticas facilonas.
MÉXICO, D.F. (Proceso).- “¡Yo soy líder de líderes! ¡De líderes, no de la raza de mero abajo!”, se autodefine, con énfasis, Javier Livas Cantú, el abogado regiomontano que hace 10 meses recobró la militancia en el Partido Acción Nacional (PAN) tras 15 años de haber sido expulsado y que ahora irrumpe, en otra de sus audacias, para proponerse como candidato a la Presidencia de la República.
“México está en la rayita, al borde de un barranco profundo y oscuro”, alerta Livas, quien se proclama “el plan V” del PAN –verdad, valentía, valores, victoria– para un tercer periodo de gobierno de ese partido, pese a que, juzga, los de Vicente Fox y Felipe Calderón claudicaron en el objetivo de cambiar el sistema priista.
Bronco, claridoso y desafiante, quien hace 18 años disputó a Diego Fernández de Cevallos la candidatura presidencial –a quien luego criticó por dejar de hacer campaña–, que se deslindó de Fox por incumplir el cambio y que en 2006 pidió a Calderón no aceptar la Presidencia por ser una “designación formalmente válida, pero percibida como ilegítima”, Livas afirma: “¡Me da vergüenza el país que tenemos!”.
Revela a Proceso que, inclusive, el propio Fox le confesó que fue omiso ante el crimen organizado por ser “un problema muy difícil” y por la corrupción de la Procuraduría General de la República (PGR), la Policía Federal, que entonces se llamaba PFP, y la DEA, la agencia antinarcóticos de Estados Unidos.
“Ahi te la vas llevando”, le dijo coloquialmente Fox a Livas en una reunión celebrada hace un par de años, en el rancho San Cristóbal, en Guanajuato, en la que descalificó a Calderón: “Está haciendo muy mal en usar al Ejército así”, censuró el expresidente.
“Yo le dije: ¿Y tú qué (hiciste)? Y me dice Vicente: ‘No, mira, es un problema muy difícil. Le preguntas a la PGR dónde está el problema y te dicen que en la PFP, le preguntas a la PFP y te dice que la PGR está corrupta, le preguntas a la DEA y te dicen que las dos están corruptas, y le preguntas a éstos y te dicen que la DEA también está corrupta. Total, no sabes ya ni qué está pasando. Entonces –fíjate lo que me contestó–, ahi te la vas llevando, te la vas llevando’. ¡Te la vas llevando!”
–¿Eso textualmente le dijo Fox?
–Así: “Te la vas llevando”. O sea, todos acusan a los demás de corruptos y tú te la vas llevando.
–¿Y usted qué le respondió?
–Le dije: “Oye, ¿entonces no hay nadie en qué confiar?”. “No, te digo, todos acusan a todos los demás”. Y ya no supe qué fregados. ¡Con razón se hizo el despiporre que se hizo!
Pero la indolencia de Fox no fue sólo en materia de seguridad, sino en todo, dice Livas, porque delegaba el gobierno en Ramón Muñoz Gutiérrez, el jefe de la Oficina de la Presidencia, actual senador. “Hizo confesiones de que cuando él se iba le encargaba a Ramón el changarro”.
–¿Claudicó de su deber?
–Vicente llegó y fue impactado por el tamaño del monstruo que él estaba heredando, y dijo: “aquí me la voy llevando”.
Arriando vacas
En entrevista con el reportero, la noche del miércoles 23, el abogado regiomontano de 65 años de edad revela otra estampa de Fox en el ejercicio del poder, cuando, con dos años en el gobierno, lo encontró en Los Pinos, tras reunirse con Rodolfo Elizondo, entonces vocero presidencial:
“¿Cómo te está yendo, Vicente?”, le preguntó Livas. “¿Sabes qué gesto me hizo? Me hizo el gesto de vamos arriando vacas. ‘Ahi vamos’. Ese fue el gesto que me hizo. Fue incapaz de verbalizar una situación y me dijo: ‘ahi vamos’, como arriando vacas.”
–¿En qué sentido lo dijo?
–De resignación, de que no queda de otra, de seguirle aquí, darle para adelante. Entonces yo tengo la teoría de que Vicente se encontró un monstruo que lo rebasaba por mucho y que se la fue llevando a ver qué.
Aunque Livas no era militante del PAN, apoyó a Fox radicalmente y, tras el triunfo de éste, reabrió su despacho en Monterrey, hasta que en la toma de posesión, el 1 de diciembre de 2000, se dio cuenta de que el futuro no sería halagüeño.
“Se transformó y no hizo lo que creí que iba a hacer. ¿Sabes cuándo me di cuenta? El día que improvisó la protesta constitucional y pensé: ‘Esto ya valió madres’. Es un acto solemne y las palabras tienen que ser exactas.”
Todavía, a la mitad del sexenio, Livas evoca otra reunión con Fox, gestionada con El Negro Elizondo, para decirle “que no estaba jalando su gobierno” y se ofreció a apoyarlo: “Oyó, nos dijo que no sabíamos lo que estaba pasando, que todo estaba magnífico y adiós, se acabó. Y se acabó”.
Por eso el 2 de julio de 2005, cuando el PAN encabezado por Manuel Espino organizó un acto en el Ángel de la Independencia para conmemorar el quinto aniversario del triunfo, un grupo de promotores de Fox, algunos de ellos aún en el gobierno, publicaron un desplegado cuyo título era rotundo: “¿Hay algo que celebrar?”.
El desplegado expresaba la insatisfacción por los logros alcanzados, pero pedía evitar el desánimo y el conformismo. “La verdadera tarea sigue siendo combatir la corrupción, la impunidad, la pobreza y la indiferencia social”.
En ese entonces, en su calidad de vocero del grupo, Livas dijo al reportero: “Es pintar nuestra raya de manera muy clara. Es un deslinde: Decir que lo que queríamos, lo que habíamos visualizado, no se ha cumplido”. (Proceso 1496).
Activista por los derechos ciudadanos desde que renunció al PRI, en 1985, en el Asamblea Democrática por el Sufragio Efectivo (Adese), el Grupo San Ángel, y luego promotor de leyes de transparencia y juicios orales, Livas se atribuye haber contribuido a la concertacesión, como se conoce al arreglo de la cúpula del PAN con Carlos Salinas para hacer gobernador interino de Guanajuato a Carlos Medina Plascencia.
Tras la debacle del PAN en las elecciones de julio de 1991, y la derrota de Fox en las de Guanajuato, en agosto de ese año, el presidente del PAN, Luis Álvarez, rompió relaciones con Salinas, como se lo comunicó José Luis Salas Cacho, entonces influyente panista, a Livas.
Livas revela que Salas Cacho le dijo que el gobierno de Salinas y el presidente del PRI, Luis Donaldo Colosio, proponían darle al PAN 16 diputados más para sumar 101. “No, le dije, no pidas eso, pide territorio, pide Guanajuato. A los gringos no les importa si tienes control constitucional o no, lo que les interesa es que el PRI consiga que el PAN vote junto con el PRI, no importa si tienes 85 o tienes 40. Tú pide territorio, porque es control electoral”.
Agrega: “Entonces van con Colosio y le dicen que no quieren diputados, sino Guanajuato. Y se ponen tan perros que dicen que sí, pero no a Vicente. Y se lo dan a Medina Plascencia. Yo influí para la concertacesión esa. Yo fui el que dije qué hacer”.
–Y ahí se engendró Fox.
–Exactamente, porque Vicente se queda de víctima y luego regresa y nada más entra y va por la grande, y ya nadie lo pudo parar.
Calderón no entiende
La irrupción de Livas Cantú como aspirante a la candidatura presidencial del PAN se produce cuando parecía que sólo la disputarían Josefina Vázquez Mota, Santiago Creel y Ernesto Cordero, aunque las reglas de la convocatoria lo colocan en desventaja: Debe acreditar que cuenta con el respaldo de por lo menos 30 mil firmas de todos los estados.
“Es una circunstancia muy difícil, no me hago”, reconoce Livas y, aunque dice que “sería una proeza” conseguir las firmas antes del 7 de diciembre, cuando se cierra el registro de candidaturas, confía en obtenerlas, no sólo mediante la red de líderes que ha conocido en más de 25 años de activismo político en el PAN, aun cuando tuvo 16 años sin militancia.
A pregunta expresa, acepta que una de sus opciones es persuadir a Espino, el expulsado expresidente del PAN, de cederle las firmas de los panistas que forman parte del movimiento Volver a Empezar (VAE). “Puede ser”, dice.
Administrador de empresas por el Instituto Tecnológico de Monterrey y abogado por la Universidad Autónoma de Nuevo León, experto en cibernética, Livas lanzó su candidatura, vía su cuenta de Twitter, el 20 de noviembre, después de que hizo un sondeo entre panistas prominentes que no quisieron hacerlo, entre ellos a Francisco Barrio, embajador en Canadá, el senador Ricardo García Cervantes y Fernando Canales Clariond.
Se define como “una cuarta opción” y “la esperanza para mucha gente”, por lo que se propone “no atacar sino proponer” en la contienda interna. “Voy a tratar de apoyar al PAN para que gane en 2012. Hay muchos cambios pendientes, eso sí.”
Y es que, dice Livas, con Calderón tampoco se han hecho cambios relevantes: “Tiene puntos ciegos muy importantes, como los tuvo Vicente”.
Él mismo había anticipado el futuro de Calderón cuando, en 2006, antes del fallo del TEPJF, publicó un desplegado titulado “Felipe” para pedirle, como “prueba de lealtad a México”, renunciar a cualquier designación de ese órgano, porque “ningún tribunal podrá restaurar un resultado electoral que nació asfixiado, evidentemente manoseado y turbio”.
Y luego de pedirle reconocer que “el deplorable proceso electoral jamás dará buenos frutos”, se pronunció por la nulidad de la elección; “Si la falta de claridad del Cofipe, sin embargo, lleva a que seas declarado presidente electo, caeríamos en una designación formalmente válida, pero percibida como ilegítima”.
Ese año, Federico Arreola publicó en su libro 2006 La lucha de la gente contra el poder del dinero una entrevista con Livas antes de las elecciones, en la que advertía de lo funesto de Calderón: “Fatal error de México sería caer en sus manos”.
–Pareciera que avizoras un mal futuro si Calderón ganara –le preguntó Arreola.
–Mucho más malo de lo que imaginas. Los panistas como él hablan de libertad, pero son los campeones de la intolerancia. Hablan de castidad, pero en la oscuridad del closet panista practican lo contrario. Hablan de honestidad, pero han refinado los métodos para encubrir delincuentes…
Al margen de esas expresiones, Livas atribuye los resultados de Calderón también al sistema vigente:
“En un sistema que es presidencialista, el peso del estilo de la persona tiene mucho que ver en el resultado. Le pasó a Vicente, le ha pasado a Felipe. El sistema es un auto que no funciona. No importa a quién pongas de chofer, no va a caminar el carro. ¿Por qué? Porque está desbielado, porque no trae llantas, por lo que quieras.”
Con Fox, dice siguiendo la metáfora, el auto caminó despacito, casi inmóvil en el sexenio, y con Calderón paso algo análogo, aunque convulso: “Se sube, le mete primera, le mete todo el acelerador y ahí vamos, sin llantas, con los rines, sacando chispas. Pura primera. Y se le dice: ‘Oye, Felipe, hay segunda, hay tercera, hay quinta. O párate, arregla el motor y luego le sigues’. Su carácter lo está reflejando en la forma en que está conduciendo”.
En el caso de la guerra contra el narcotráfico, Calderón ha sido omiso en lo fundamental: “Ha dejado de hacer las cosas importantes –meter segunda, meter tercera–, no solamente contener con la presencia militar, sino ir a las causas, al fondo de la inseguridad”.
Y eso no se resuelve con la “obsesión por las pruebas de confianza” ni con multiplicar el número de policías, que no se sabe qué hacen y que cuando trabajan para el narco es peor, valora.
–Pero Felipe Calderón dice apostar a la depuración.
–No, señor, no es eso. Lo que hay que hacer es poner sistemas de control en toda la estructura. Es un sistema. Si no entendemos qué es un sistema entonces no podemos arreglar el problema. No entienden, pero no entienden ni él ni los gobernadores ni nadie. No entiende nadie.
“Toda la estrategia está mal. Me dio lástima cuando el presidente estaba casi implorando a los gobernadores que cumplieran con las metas de los controles de confianza.”
Yo sí sé cómo hacerlo
Hijo de Eduardo Livas Villarreal, gobernador priista de Nuevo León, priista él mismo hasta 1985, Livas fue precandidato a la gubernatura de ese estado en 1991 y fue precandidato a esa misma posición por Convergencia, en 2009, y sólo hasta marzo fue readmitido como militante del PAN.
Su reingreso tampoco fue fácil: En septiembre del año pasado, después de dos solicitudes en siete años y dos litigios ante el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), el comité estatal en Nuevo León lo aceptó.
Miembro de un grupo de intelectuales, que se reúnen al menos una vez al año en Suiza, Livas analiza no sólo lo que pasa en México, sino en el mundo y en el caso del país sostiene que el problema viene de los gobiernos del PRI, que creó un sistema diseñado para la corrupción.
“Es el carro que no funciona. Y ese es mi temor. No importa qué chofer le pongas ahora, si no cambias el automóvil, si no contratas a un chofer que sepa de mecánica y que se meta a arreglar el motor que está desbielado, no va a funcionar esto. Si andas en rines, con las llantas ponchadas, no vas a agarrar velocidad, te vas a salir en la primera curva. Tenemos que arreglarlo primero antes de ponerle piloto.”
–Siguiendo la metáfora, ¿usted sí sabe de mecánica?
–Yo sé. ¿Cuál es la ciencia del gobierno? La palabra gobierno viene de la ciencia cibernética, la que nos dio computadoras, satélites, láser, Iphone y todo eso, esa es la ciencia que yo he estudiado, esa es la verdadera ciencia de gobierno, la ciencia de cómo se obtienen resultados.
“La política es una insignificancia dentro de las ciencias, la política se ocupa únicamente de cómo escoges a los que toman decisiones, pero no te dice nada de cómo están conectadas todas las piezas de un sistema complejísimo”, expone y reitera que el sistema que opera en México está atrofiado.
Su propuesta es, una vez conquistada la candidatura del PAN, “activar el potencial de las redes sociales” para ciudadanizar el gobierno, combatir la pobreza, asegurar igualdad de oportunidades y reformar la justicia para desterrar corrupción e impunidad.
Para Livas no hay duda: “El sistema no ha cambiado. Vivimos el mismo que el PRI confeccionó para mantenerse en el poder y que se basa en simulaciones abundantes, como nuestra Constitución”.
–¿Con qué argumentos el PAN pide otra oportunidad?
–Vamos en un tronco principal: El PRI es un retoño caracterizado por pura corrupción y un desorden administrativo bestial, y francamente yo creo que el socialismo es una rama seca, el socialismo nunca generó un Ipod ni un Ipad o un Iphone, nunca.
–¿Y quién habla de socialismo?
–¡Andrés Manuel López Obrador sigue con sus ideas de izquierda! ¡La izquierda no existe, no hay tal cosa ya! Es un concepto que no tiene justificación.