Jóvenes y pobres, los 26 muertos de Guadalajara

sábado, 3 de diciembre de 2011 · 19:52
Los deudos de algunos de los 26 jóvenes asesinados hace más de una semana en Guadalajara exigen justicia y afirman que ellos eran ajenos a las actividades criminales: había mecánicos, chatarreros, empleados... Expertos en criminalística, no obstante, ponen en duda la inocencia de las víctimas: “la mafia no se equivoca”, dicen. Como sea, todos coinciden en que esta venganza zeta es apenas un atisbo de lo que le espera a Jalisco y a todo el país en los meses venideros GUADALAJARA, JAL.- “¡Ahora sí ya se los cargó la chingada! ¡Con ustedes ya tenemos el número para completar la venganza!”… Estas son las palabras que asegura haber escuchado la esposa de uno de los 26 levantados que la mañana del 24 de noviembre aparecieron asesinados en los Arcos del Milenio en tres camionetas. Más de ocho días después de que aparecieron los cadáveres las autoridades no lograban disipar una serie de dudas en torno a la matanza y menos clarificar el perfil de los ejecutados, aunque policías y expertos opinan que algunos de ellos –la mayoría jóvenes– eran “tropa” del narco que conocían o efectuaban acciones de narcomenudeo o participaban en otros ilícitos como lavado de dinero, extorsiones o algún negocio vinculado con las bandas del crimen organizado. No descartan que en la redada criminal también se haya levantado a inocentes. El médico forense Mario Rivas Souza, responsable del Semefo y quien trabaja desde hace seis décadas en ese lugar, dice a Proceso que la mayor parte de las víctimas –entre ellas un peón de albañil y un vendedor de hamburguesas– procedía de familias de escasos recursos. Hasta el cierre de la presente edición habían sido identificados 22 cadáveres; el último es el de José Jorge Montoya, de 34 años, originario de San Luis Potosí. Dante Haro Reyes, investigador de la Universidad de Guadalajara, asegura que la escalada de violencia en Jalisco se advertía desde hacía varios meses y que la presión creció para esta entidad al amparo de una especie de vendetta encabezada por Los Zetas contra Los Chapos, a raíz de los acontecimientos registrados en Boca del Río, Veracruz, donde se abandonaron 35 cuerpos de zetas en una de las principales avenidas de esa ciudad el pasado septiembre en un hecho similar al ocurrido en Guadalajara. (Extracto del reportaje que se publica esta semana en la edición 1831 de la revista Proceso, que ya está en circulación)

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