MÉXICO, D.F. (Proceso).- León Serment lleva a la pantalla grande, en forma de docu-ficción, la crisis económica de México de diciembre de 1994 provocada por la falta de reservas internacionales que causó la devaluación del peso en los primeros días de la presidencia de Ernesto Zedillo y fue conocida en el país como “el error de diciembre” y en el extranjero, como “el efecto tequila”.
Así, con el título El efecto tequila estrenó la cinta en el Valle de México el viernes 17 con 60 copias, distribuidas por Alfhaville Cinema, la misma empresa que mercantilizó El infierno, de Luis Estada.
El realizador, egresado del Centro de Capacitación Cinematográfica, destaca que El efecto tequila es una invitación “a que no se nos olvide que la sombra de los políticos que ocasionaron ese desastre nacional, sigue proyectándose sobre el país y decidiendo muchas de las políticas que hoy suceden”.
En entrevista en la Cineteca Nacional, alza la voz para subrayar que es “una cinta contra la amnesia”.
Escribió y filmó el relato (protagonizado por Karla Souza, Eduardo Victoria y José María Torre) por su “enorme rabia” a las consecuencias económicas y políticas del “error de diciembre”:
“La tragedia de sangre, desempleo y ninis se gestó en 1994. Además, la complicidad entre los grupos de poder y el crimen organizado y todos estos sistemas de negocios de lavado de dinero que hoy tiene tomado al país, se dieron allí.”
La trama se centra en José Fierro, ambicioso sin freno que se desliza gozoso entre fraudulentas acciones rumbo a la catástrofe financiera de 1994.
Para Serment, el filme “realiza un franco acercamiento a un grupo de empleados de la bolsa en México que aprovechó la catástrofe financiera de 1994 para invertir en su bolsillo con la complicidad anónima de políticos conocidos, desastre que determinó el modo de vivir, amar y enfrentarse al presente de millones de personas”.
Asegura el director que El Barzón y el Fobaproa “nada nos valió”, pues “hasta ahora no he sabido que un banco mexicano haya devuelto un peso al Fobaproa, del dinero que le dio el gobierno y que todos pagamos con nuestros impuestos. Como ciudadano, le quiero preguntar al sistema financiero mexicano dónde quedó ese dinero y por qué lo estoy pagando”.
El efecto tequila ya cuenta con un distribuidor internacional en Alemania. En Canadá e Inglaterra también hay interés por adquirirla.
–¿Cómo vio a los exhibidores para con la película?
–Durísimos, durísimos, durísimos…
“Están en la lógica de aplicarnos la enmienda del fin de semana: quitarnos; pero no hay mucho para dónde hacerse, el 85% del mercado lo controlan dos jugadores y bueno, o negocias y aceptas condiciones o fin, no hay de otra.” Concreta:
“Creo que el público nos tiene que ayudar en la medida que ofrezcamos productos que sean entretenidos, nos inviten a la reflexión, que se cuente la historia bien y se vea bien, así regresará a las pantalla a ver cine mexicano. La prueba es clarísima, están El infierno, Presunto culpable, muchas cintas que tocando temas incómodos, la gente va.
“No hay razón para que los exhibidores nos apliquen esta cuestión de ‘no pasaste el primer fin de semana, entonces a la siguiente semana te pongo sólo dos funciones, a las once de la mañana y once de la noche’, cuando sabemos que a esas horas nadie va al cine.”