Una investigación multinacional que se desarrolló durante tres años confirmó lo que ya sospechaban las autoridades italianas: la ‘Ndrangheta, la temible mafia de Calabria, es la organización criminal que domina el mercado de la cocaína en Europa. Los calabreses ya desplazaron a la célebre Cosa Nostra y en este lado del Atlántico tienen como socios a los narcos colombianos y a Los Zetas.
MILÁN, ITALIA (Proceso).- La organización que tiene control absoluto del tráfico de cocaína en Europa es la ‘Ndrangheta –la mafia calabresa–, para lo cual se apoya en los narcotraficantes colombianos que operan en territorio europeo, y en Los Zetas, que lo hacen desde Estados Unidos, confirmó el jueves 14 la procuraduría de Reggio Calabria al informar de los resultados de un operativo a gran escala ejecutado por policías de Italia, España, Holanda y Estados Unidos.
Informó también que en Italia, España y Holanda se detuvo a 45 personas –italianos, colombianos, venezolanos y hasta un surinamés– responsables de traficar desde Sudamérica 807 kilogramos de cocaína pura durante tres años.
Crimine 3 –Crimen 3– es el nombre de esta investigación que dio inicio hace tres años al acabar el Operativo Solare, el que logró documentar paso a paso la relación entre la ‘Ndrangheta y, en ese entonces, el cártel del Golfo.
Crimine 3 comprobó también que en Estados Unidos la ‘Ndrangheta contrata a miembros de la Cosa Nostra –la mafia siciliana– y convirtió a Los Zetas que operan en Nueva York en sus proveedores de cocaína; así se inauguró una nueva ruta para hacer llegar la droga a Calabria, en el sur italiano, y desde ahí llevarla a todo el territorio europeo.
El 16 de septiembre de 2008, la Procuraduría Nacional Antimafia anunció el fin del Operativo Solare, investigación paralela a la Reckoning, de la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA), que culminó en Atlanta con la detención de 166 narcotraficantes mexicanos, italianos y de otras nacionalidades, además del aseguramiento de 47 toneladas de estupefacientes (mariguana y cocaína) y 56 millones de dólares.
Aquella vez, al mostrar a los medios la droga, el dinero y hasta armas, la DEA informó que lo decomisado pertenecía al cártel del Golfo. Se dieron los nombres de algunos de los detenidos, pero ninguno era de relevancia. No había capos, sólo narcomenudistas.
La sombra mexicana
Tuvieron que pasar varios meses para que las autoridades italianas proporcionaran información del Operativo Solare, pero la dieron a cuentagotas y no toda pues advirtieron que las investigaciones no habían acabado. Debían continuar porque los mexicanos cada día escalaban posiciones en el negocio del tráfico internacional de droga y en esta parte del mundo ya se comenzaba a notar.
“La llegada de los mexicanos es significativa porque han hecho bajar el costo de la droga, lo que aumenta el ingreso de cocaína a Europa”, señaló a Proceso en octubre de 2008 el procurador adjunto de Reggio Calabria Nicola Gratteri.
“Con la entrada de los mexicanos tenemos que empezar a observar de manera distinta lo que veíamos, pues comienzan a tener un papel muy importante en la distribución de cocaína”, explicaba el fiscal.
Y mientras la familia Schirripa –eje de aquella investigación de 2008– en ocho meses había enviado a Calabria 80 kilos de cocaína comprada al cártel del Golfo, ésta organización había enviado, en abril de 2007, armas y 11 toneladas de la droga desde Tampico hacia Estados Unidos en operaciones coordinadas por Miguel Treviño, El Z-40.
En los informes que la DEA entregó a los agentes italianos, señalados también en Solare y Crimine 3, se indicaba que de 2004 a 2008 el cártel del Golfo había metido 80 toneladas de cocaína a territorio estadunidense. Pero el patrón de consumo en Estados Unidos estaba cambiando y la cocaína ya no era la droga favorita. No así en Europa, donde el consumo creció rápidamente.
Incluso gracias a la información que los investigadores tenían a raíz de pesquisas paralelas (Crimine y Crimine 2) se comprobó que toda la droga, incluyendo la comprada en Nueva York a los mexicanos, estaba bajo el control de Domenico Oppedisano, octogenario calabrés a quien las autoridades detuvieron en julio de 2010 e identificaron como capo dei capi (jefe de todos los jefes).
Nuevos proveedores, nuevas rutas
Según el expediente de Crimine 3, al que esta reportera tuvo acceso, con la información obtenida en julio de 2010 de que existía una cabeza que controlaba las operaciones de la ‘Ndrangheta en todo el mundo, la policía italiana empezó a actuar sigilosamente.
Luego de que se diera por terminado el Operativo Solare y con ello se lograra la detención de la familia Schirripa (unos en Italia y otros en Estados Unidos), el tráfico directo con los mexicanos quedó interrumpido, aseguró el pasado miércoles 20 el procurador Gratteri.
Con ayuda de las policías española y holandesa, y de la Agencia de Aduanas y la Dirección Central de Servicios Antidroga de Italia, en 2008, 2009 y 2010 se interceptaron al menos nueve cargamentos de cocaína cuyo destino siempre era Calabria.
Así, de los 807 kilos de cocaína incautada en esos años, 504 fueron interceptados en el puerto de Gioia Tauro, Calabria, en seis operaciones diversas que comenzaron con el aseguramiento de 196 kilos el 14 de octubre de 2009, 74 kilos el 17 de octubre de ese año, 140 el 4 de noviembre de 2009, 30 el 18 de noviembre de 2009, 32 el 24 de noviembre de 2009 y otros 32 el 8 de abril de 2010.
Los otros 303 kilos fueron asegurados en tres puntos diferentes: el 22 de mayo de 2008 se confiscaron 44 kilos en el aeropuerto de Schipol, Ámsterdam, provenientes de Surinam. Otros 76 kilos, cuya procedencia no se ha revelado, fueron descubiertos en el aeropuerto de Valencia. El 3 de febrero de 2009, 183 kilos de cocaína escondida en un cargamento de plátano de Surinam fueron hallados en un contenedor del puerto de Róterdam; aunque habían sido adquiridos por la ‘Ndrangheta, su destino final era Palermo, donde se le entregarían a la Cosa Nostra.
Para el procurador general de Reggio Calabria, Giuseppe Pignatone, esto demuestra la hegemonía que ejerce la ‘Ndrangheta sobre los otros grupos criminales en Italia y Europa, como alguna vez lo hizo la Cosa Nostra para el tráfico de heroína; hoy la mafia siciliana tiene sólo una función de apoyo y distribución.
De acuerdo con la policía italiana, que también participó en esta investigación, todos los decomisos los hicieron aparecer como descubrimientos casuales para no alertar a las familias implicadas ni a los narcotraficantes colombianos y venezolanos que desde 2008 operaban para la ‘Ndrangheta.
A pesar de los resultados obtenidos en casi tres años, los investigadores aseguran que la droga que se confisca representa alrededor de 10% de toda la que llega a Europa. Y la cantidad total es sólo la cuarta parte de lo que se pondrá a la venta en las calles, pues mientras la policía confisca cocaína pura, cuando se comercializa al menudeo ya está rebajada.
Gratteri aclaró otro punto: aunque esta vez la mayoría de la cocaína se confiscó en el puerto calabrés de Gioia Tauro, eso no significa que sea aquí donde más droga llega.
“Los narcos tienen miedo de llegar al Mediterráneo porque aunque parezca lo contrario, es precisamente esta zona la más controlada no sólo por su tamaño, sino porque hay policías de muchos países custodiándolo.”
“El problema más fuerte”, aseguró Gratteri, “son las costas del norte de Europa donde llegan naves controladas con GPS”.
El procurador adjunto ejemplificó el caso de Salvatore Mancuso, el ítalo-colombiano extraditado en 2008 a Estados Unidos, que con ayuda del grupo paramilitar Autodefensas Unidas de Colombia hizo llegar 51 cargas de cocaína a España y ocho toneladas al puerto de Gioia Tauro.
Representantes de la policía española reconocieron que en los últimos años España se ha convertido en puerta de entrada para los narcotraficantes latinoamericanos, pues en este país hay colonias de colombianos y venezolanos que desde hace tiempo trabajan con la ‘Ndrangheta y otras organizaciones criminales.
En entrevista con Proceso, Nicola Gratteri, uno de los primeros investigadores en seguir la conexión ‘Ndrangheta-Zetas, resaltó la importancia de haber conocido y comprendido la manera en la que opera este grupo criminal mexicano.
La dinámica cambió y personajes que estaban siendo investigados en la operación Solare tuvieron que moverse y buscar nuevos distribuidores cuando cayó la familia Schirripa.
Cuando detienen a Giulio Schirripa, quien desde Nueva York compraba la droga a los mexicanos, su tío materno, Vincenzo Roccisano –hermano de Teresa Roccisano, también detenida dentro del Operativo Solare– se encargó de buscar nuevas alianzas y así encontró a los tres hermanos Lara Álvarez, de origen colombiano, pero con ciudadanía española; al venezolano Edmundo Salazar y a Wierdjanandsing Gopal, de Surinam. El tráfico de drogas hacia Calabria no se interrumpió. Mejoró.
Gratteri agrega que hoy saben que Los Zetas son un grupo independiente del cártel del Golfo y que por lo que han podido conocer son quienes más se parecen en la manera de actuar a la ‘Ndrangheta.
Para el representante de la DEA en Italia, quien pidió no ser identificado, dijo que este operativo para ellos (los estadunidenses) ha sido muy importante, pues ya tenían experiencia con la Cosa Nostra pero no con la ‘Ndrangheta, que ha sido más difícil de penetrar por las características de secrecía de su organización.