La seguridad, para quien pueda pagarla

sábado, 27 de octubre de 2012 · 19:57
Los casi seis años de guerra de Felipe Calderón han traído un crecimiento explosivo de las empresas privadas encargadas de ofrecer seguridad a quien pueda pagarla. Si bien más de 800 están debidamente registradas, miles más operan casi en la clandestinidad y, según cálculos de la confederación del ramo, agrupan a más de un millón de guardias y escoltas. Pero existe un gran problema: la mayor parte de estos elementos han sido expulsados de corporaciones policiacas o militares. MÉXICO, D.F. (Proceso).- Los altos índices de inseguridad que causó la guerra contra el narcotráfico desatada por Felipe Calderón detonaron el crecimiento de las empresas de seguridad privada en más de 100% durante el sexenio. Actualmente están registradas 830, más del doble de las 375 que había en 2006.   Sin embargo, muchísimas otras empresas de seguridad operan en la informalidad y sin control gubernamental. Se calcula que hay alrededor de 10 mil, muchas de las cuales están infiltradas por el crimen organizado o trabajan con policías y militares que fueron desechados de sus corporaciones. Estas empresas han logrado aglutinar a un “ejército” de un millón 250 mil guardias y escoltas, número que supera en 25% al millón de efectivos de todas las fuerzas de seguridad del Estado mexicano. Proporciona estas cifras Arnulfo Garibo Ramírez, presidente dela ConfederaciónNacionalde Empresarios de Seguridad Privada y Similares de los Servicios del Ramo (Conesprysir), quien recalca: “Los guardias y escoltas que brindan seguridad privada ya superaron en número a todas las fuerzas de seguridad con que cuenta el Estado, sean del Ejército, la Marina o policías de todos los niveles, ya sean federales, estatales o municipales... ¡a todos!” –¿A qué se debe este fenómeno? –A que la actual guerra contra el narcotráfico provocó un aumento en los índices de inseguridad. De manera que para protegerse de posibles secuestros, extorsiones y atracos, prácticas muy comunes del crimen organizado, la gente acude cada vez más a las empresas de seguridad privada porque sabe que el Estado ya no la puede defender. “Todo esto ha ocasionado que se privatice aceleradamente el área de la seguridad. Le doy un dato que resulta muy ilustrativo: en 2006 había 375 empresas de seguridad privada formalmente registradas; actualmente ya hay más de 800 sin contar las miles que operan en la clandestinidad. Se calcula que en total hay alrededor de 10 mil empresas del ramo.” –¿Cuánto dinero se mueve en el mercado de la seguridad privada? –Unos 9 mil millones de dólares anuales, que representan 2% del Producto Interno Bruto. Es un mercado nuevo que genera muchísimas fuentes de empleo, ya que al mercado de la seguridad privada no sólo pertenece el sector de guardias y escoltas, sino también el de alarmas, monitoreo, blindaje automotriz, circuitos cerrados de televisión o venta de artículos como cascos y toletes. El mercado de la seguridad mueve casi tanto dinero como el que manejan en México las organizaciones criminales, que blanquean anualmente alrededor de 10 mil millones de dólares, según informó José Antonio Meade, secretario de Hacienda, al firmarse el martes 16 la Ley Contra el Lavado de Dinero. –¿Hay regiones del país donde tiene más auge la seguridad privada?–se le pregunta a Garibo Ramírez. –Sí. En el norte es donde más se contratan nuestros servicios. Me refiero concretamente a Nuevo León, Coahuila, Chihuahua y Tamaulipas. En esa región los cárteles de la droga han ampliado su campo de acción y allí radican muchos empresarios que están protegiéndose de los secuestros y las extorsiones. Antes en el sur no era muy importante la seguridad, pero de tres años para acá ya la están tomando más en serio. –¿Hay áreas específicas que demandan mayor protección? –En últimas fechas donde más está creciendo el rubro de la seguridad es en fraccionamientos y condominios, porque ahí están demandando más y más guardias de seguridad y sistemas de vigilancia. La gente está tomando conciencia de que la seguridad privada no es un gasto, sino una inversión porque con ella protegen su patrimonio. También ha comprendido que la seguridad es sinónimo de tranquilidad, ¡no hay más! Además de la creciente demanda de guardias de seguridad –cuya labor es la “vigilancia intramuros”–, Garibo señala que sigue incrementándose la demanda de escoltas, conocidos como “guaruras” y que por lo general protegen en sus traslados a quien solicita sus servicios. Comenta: “Puedes hablar a una empresa de seguridad privada y decir: ‘Necesito dos escoltas para que resguarden a mi esposa que llega de Estados Unidos al aeropuerto de la Ciudad de México. Quiero que solamente la acompañen a la casa’, y hasta ahí puedes contratar el servicio. “Pero hay gente que de plano ya requiere de un servicio permanente, esto ocurre generalmente con empresarios que son muy vulnerables al secuestro. Incluso es muy común que ellos también contraten escoltas para cada uno de los miembros de su familia”. –¿Cuántos integrantes debe tener una escolta de este tipo? –Se requieren ocho elementos divididos en dos turnos. Cuatro elementos trabajan las 24 horas del día, para luego ser relevados al día siguiente por los otros cuatro elementos y así se van turnando. Es la protección ideal. Estos cuatro escoltas son el comandante primero, el comandante segundo, el chofer y el integrante. “Si la familia del cliente tiene cinco miembros y cada uno necesita su propia escolta, pues entonces esa familia requerirá en total de una guardia de 40 escoltas. Hay empresas de seguridad privada que tienen capacidad para proveer todo ese personal”. –Pero debe ser carísimo. ¿Cuál es el salario de un escolta? –Un escolta profesional gana entre 40 y 45 mil pesos mensuales. Sí es un gasto muy oneroso. Pero hay familias pudientes que lo están pagando porque no les queda de otra, dado el clima de inseguridad. Y aparte contratan el servicio de GPS, para que a sus vehículos los monitoreen permanentemente. El servicio debe ser integral para que sea eficiente. “Igual pasa con los altos funcionarios públicos. Ellos también tienen sus escoltas de ocho miembros, aunque el salario de éstos ya corre a cuenta del erario. Sólo la Procuraduría Generalde la Repúblicagasta mensualmente 814 mil dólares en escoltas para 37 de sus funcionarios. Yo hice cálculos y concluí que a cada escolta le paga alrededor de 43 mil pesos al mes. De manera que son muy similares los salarios que se pagan tanto en el gobierno como en la iniciativa privada”. (Fragmento del reportaje que se publica esta semana en la revista Proceso 1878, ya en circulación)  

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