En las elecciones estadunidenses del martes 6, los estados de Washington y Colorado votaron a favor de legalizar el cultivo, distribución y consumo de la mariguana para “uso recreativo”, lo cual ya provocó reacciones en México encaminadas a que se adopten aquí las mismas medidas.
MÉXICO, D.F. (Proceso).- De esta manera, el jueves 8, el gobernador de Colima, Mario Anguiano Moreno, anunció que realizará una consulta popular para determinar si se legaliza la mariguana en su entidad. Igual medida prometió Miguel Ángel Mancera para el Distrito Federal, tan pronto asuma el cargo como jefe de Gobierno de la capital del país.
Ante estas acciones aisladas, el presidente del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal (TSJDF), Édgar Elías Azar, se pronunció para que se abra un debate a nivel nacional en torno a una eventual legalización de la mariguana, a fin de que la discusión no se limite a ciertas entidades federativas.
El jueves 15, la fracción parlamentaria del PRD en la Cámara de Diputados presentó ante el pleno una iniciativa de ley para que en todo México se permita la producción, procesamiento, distribución, venta y consumo de mariguana.
El impulsor de esta iniciativa, que propone la llamada Ley General para el Control de la Cannabis, la Atención de las Adicciones y la Rehabilitación, el diputado Fernando Belaunzarán Méndez, comenta:
“A través de nuestra iniciativa queremos aprovechar el escenario favorable que se nos presenta con la decisión tomada en los estados de Colorado y Washington, donde ya se propone la legalización de la mariguana para fines recreativos, una legalización directa y sin tapujos.
“Estas dos entidades se suman a los 18 estados de ese país donde ya está permitida la mariguana para fines médicos, que en realidad ese término es un eufemismo tras el que se esconde una legalización de facto.”
–¿Por qué es tan importante para México esta postura de Washington y Colorado? –se le pregunta.
–Porque, con toda su crudeza, puso en evidencia lo absurda y fallida que resulta la guerra contra el narcotráfico emprendida por el presidente Felipe Calderón, la cual ha dejado un saldo de más de 60 mil muertos.
“Mientras aquí nos estamos matando y aplicando una política prohibicionista para impedir el paso de la droga a Estados Unidos, que es el principal consumidor, allá se está dando un proceso de legalización y permisibilidad que se hizo muy evidente en su pasadas elecciones.
“Por otro lado, también quedó exhibida la gran hipocresía del gobierno estadunidense; hacia fuera impone la inflexibilidad y la criminalización en lo referente al tráfico de drogas, pero hacia adentro está permitiendo que se legalice su consumo. ¡Imagínese, los ciudadanos del país promotor del prohibicionismo disfrutando en casa de la mariguana recreativa!
“Los resultados electorales en Estados Unidos nos plantean la pregunta: ¿Qué sentido tiene seguir matándonos entre nosotros para evitar que llegue a Estados Unidos una sustancia que allá está permitida? Pues no, no tiene ningún sentido. La dolorosa y costosa guerra de Calderón no tiene ninguna lógica.
“¡Vaya! Esa política prohibicionista ni siquiera logró disminuir el consumo de droga en México, que sigue incrementándose. Por eso es urgente cambiar el paradigma y también plantearnos la legalización de la cannabis, que es la droga ilegal con mayor demanda.”
–¿Y eso es justamente lo que intentan con su iniciativa?
–Sí. Y es una iniciativa muy parecida a la del estado de Washington, que para evitar monopolios exige que las empresas productoras, por ejemplo, no deberán encargarse del procesamiento, distribución o venta de la mariguana. Una empresa no debe tener injerencia en toda la cadena.
“Lejos de criminalizar, la iniciativa tiene un enfoque de salud pública e intenta quitarle el negocio al crimen organizado. De ahí que los recursos que recaude el Estado –vía impuestos, derechos y licencias– se destinarán a la prevención y atención de las adicciones.
“Planeaba presentar la iniciativa ante el pleno el próximo mes de febrero, pero adelanté la fecha debido a los acontecimientos en Washington y Colorado. Mi intención es abrir el debate público sobre este tema en el que sigue habiendo muchos prejuicios, como sucede con el aborto o el matrimonio entre personas del mismo sexo.”
Índices
De 30 páginas, la iniciativa del PRD empieza por señalar el fracaso de la política prohibicionista que no ha podido ni siquiera reducir el consumo de la mariguana en México. Y expone:
“La idea de proponer una regulación rigurosa para la producción, procesamiento, distribución, venta y consumo de la cannabis y sus derivados parte de los datos concretos recabados por las autoridades competentes en México, que se reflejan en la Encuesta Nacional de Adicciones de 2011, la última que se ha publicado, en donde se establece con claridad que la mariguana es la droga más usada. La han consumido 4.2% de las personas entre los 12 y 65 años. La encuesta revela que en los últimos años la adicción a la mariguana ha crecido sobre todo en los hombres, de 1.7 a 2.2%. En las mujeres se ha mantenido prácticamente igual, en el rango de 1.1%. La población consumidora representa en México 1.2% sobre la población general, duplicando la adicción a la cocaína y otras drogas que está en el rango de 0.5% de la población.”
Luego de asegurar que la mariguana es “la sustancia ilegal de mayor consumo en México y en el mundo y la que más recursos económicos genera al crimen organizado”, la iniciativa propone quitarle ese “importante mercado” a los cárteles de la droga y “reparar los daños sociales que su prohibición está generando”.
Recalca que “ha fracasado” la “política punitiva y meramente represiva” con que se enfrenta el problema. Esta “fallida estrategia ha disparado la violencia y la inseguridad, como lo demuestran las más de 60 mil muertes registradas en la presente administración”.
Y propone:
“La mejor política frente a las drogas es la que busca reducir el consumo mediante la persuasión racional basada en información científica. La educación y el convencimiento siempre serán mejores y más efectivos que la represión y la coacción. Finalmente, el ser humano decide con acuerdo a su conciencia qué hacer con su vida y su organismo. Por ello mismo, el gran reto cultural que tenemos es el de promover el ejercicio responsable de la libertad, algo que ninguna ley puede suplir.”
La iniciativa presenta la Ley General para el Control de la Cannabis, la Atención de las Adicciones y la Rehabilitación, que en sus 39 artículos regula desde la producción hasta el consumo de la mariguana y sus “productos derivados”, como pueden ser los “cigarros” y las “infusiones”.
También enumera las “atribuciones de la autoridad”: la expedición de licencias, la vigilancia sanitaria, las sanciones para los infractores, así como las medidas de prevención y rehabilitación de las adicciones, entre otros puntos.
Para que se acoplen a estas disposiciones, propone reformas a varios artículos de la Ley General de Salud, del Código Penal, del Código de Procedimientos Penales, de la Ley Federal de Derechos y de la Ley del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios.
A los “productores de cannabis”, por ejemplo, les exige contar con una “licencia de producción” expedida por la Secretaría de Salud y que deberá ser renovada anualmente. También deben “pagar las contribuciones” correspondientes, someterse a “verificaciones sanitarias y “no participar en el proceso de distribución o venta de los productos”.
Obligaciones similares tendrán quienes procesen los productos derivados de la mariguana, quienes además deben “acreditar la calidad de la materia prima utilizada”.
Los comercializadores deben sujetarse a las mismas reglas. Y deberán exhibir su licencia sanitaria en los establecimientos, además de exigirles a los compradores que acrediten su mayoría de edad con identificación oficial a la mano.
La ley estipula claramente que no se podrá “comerciar, vender, distribuir o suministrar productos de la cannabis en lugares públicos inferiores a un radio de un kilómetro de centros de recreación infantiles, de guarda de niños, centros de estudios, centros cívicos, parques o cualquier sitio que congregue a menores de edad”.
Tampoco deberá publicitarse la mariguana “vía telefónica, por correo, internet o cualquier otro medio de comunicación”. Ni deberá distribuirse gratuitamente “con fines de promoción”.
Precisa las “sanciones administrativas” para los infractores, que pueden ser: “clausura definitiva del negocio, la pérdida de la licencia sanitaria o el resarcimiento de los daños que se hayan producido o puedan producirse en la salud de las personas”.
Respecto a la prevención y rehabilitación de las adicciones, dispone algunas medidas, como instrumentar campañas de información para alertar sobre los efectos físicos y psicológicos provocados por la mariguana, así como el establecimiento en todo el país de centros de rehabilitación para los adictos.
Precedentes
La Ley General para el Control de la Cannabis no es el primer intento para legalizar la mariguana. En 2008, por ejemplo, el entonces senador perredista René Arce presentó en el Senado una iniciativa encaminada al mismo fin. Ese mismo año, en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, el legislador del PRD Víctor Hugo Círigo lo secundó con una iniciativa parecida. No prosperó ninguna de las dos propuestas, que retomaban conceptos de una ley en la materia que, en 2006, fue vetada por el presidente Vicente Fox, quien ya cambió de opinión y está proponiendo la legalización de las drogas.
Ahora, el diputado Fernando Belaunzarán confía en que su propuesta tendrá buena acogida debido a la aprobación de la cannabis recreativa en Estados Unidos y, sobre todo, debido a los miles de muertos y desaparecidos que ha dejado la guerra perdida de Calderón.
Comenta el legislador:
“Las cosas han cambiado porque ya hay muchísima sangre y sufrimiento de por medio. Incluso varios gobiernos latinoamericanos están muy preocupados por lo que ocurre en México; han señalado textualmente que no quieren ‘padecer el infierno mexicano’, por eso ya están proponiendo regular las drogas. Hablo de Guatemala, Colombia, Costa Rica, Uruguay y Argentina.”
–¿Y en México cómo ve la disposición de legalizar la mariguana?
–Aunque todavía una parte importante de la población está en contra de la medida, cada día se toma más conciencia de que la legalización es necesaria. Por eso urge abrir el debate. Por fortuna, algunos gobernantes ya anuncian que realizarán consultas y foros, como Miguel Ángel Mancera en la capital del país.
En efecto, el pasado 12 de octubre, en el marco de un foro sobre democracia en América Latina, el jefe de Gobierno electo del Distrito Federal adelantó que abrirá un debate para determinar si se legaliza o no la mariguana en la capital del país, donde, por cierto, ya se despenalizó el aborto y se permiten los matrimonios entre personas del mismo sexo.
Por su parte, el presidente electo Enrique Peña Nieto, quien asumirá el poder el próximo 1 de diciembre, ha señalado que se opone tajantemente a toda legalización de drogas como vía para enfrentar el problema del narcotráfico.
Al respecto, Belaunzarán plantea:
“Hasta el momento, Peña Nieto ha venido declarando que se opone a cualquier legalización. Es una postura muy conservadora y rígida, totalmente ajena a lo que acontece en Estados Unidos y en muchos otros países… ya veremos cómo nos va en su gobierno.”