Pilar Rioja y el flamenco, en el Covarrubias

domingo, 19 de febrero de 2012 · 12:09
MÉXICO, D.F. (Proceso).- La legendaria Pilar Rioja regresa a un escenario universitario tras nueve años de ausencia en el Festival del Flamenco hoy domingo 19 en la Sala Covarrubias del Centro Cultural Universitario a partir de las 20 horas. Ella, que es todo movimiento en armonía en el escenario y toda alegría de vivir cuando habla de cualquier cosa, sólo una vez, al rememorar el ambiente y la belleza de la Ciudad de México, dice apagada: “Nos están dejando un México muy feo. Yo tengo aquí desde el cincuenta y siete. Ahora se van contra el Centro Histórico. El Metrobus choca a cada rato, está mal planeado. Antes había muchas fiestas, cuando vivía con Luis (Rius). Ya me secuestraron un día, por eso estoy muy deprimida…” Pilar Rioja regresa a la UNAM, donde estará este domingo 19 en la Sala Covarrubias del Centro Cultural Universitario a las 20 horas, en el marco del Festival de Danza Flamenca organizado por la máxima casa de estudios. El evento comenzó el lunes 13 y concluirá el lunes 20. La bailarina retorna luego de nueve años de ausencia (en fecha cercana no determinada aún dará tres funciones más). “El baile y yo nos encontramos, la danza es lo que me sostiene, mucha gente me quiere, tengo buenos amigos, siempre bailé”, sentencia, y lo hizo con su hermana Milagros, quien tiene una escuela de danza en el Torreón natal de ambas. Su madre, oriunda de Burgos, y su padre, de La Rioja, España, las indujeron en sus primeros pasos dentro de las danzas españolas y las apoyaron siempre. Es ella quien revela su edad, pero lo hace como si estuviera cometiendo una travesura, o como si fuera una niña que se sintiera ya mayor por llegar a los 10 años: “¡Oye, ya voy a cumplir 79…!” –¿Y sus memorias? –Ese es el proyecto del año entrante con el Fonca… ¡ya tengo que apurarme! Este año prepara, como depositaria de la beca artística del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes, un ensayo sobre el mestizaje, que pule, Danzas de ida y vuelta: “Los gitanos no inventaron el flamenco ni lo trajeron… –acota–. El flamenco empieza del XIX para acá, con los africanos, el americano (pero sobre todo los cubanos), el asiático y el español. La sarabanda, por ejemplo, nace en Tampico…” En 1968 se casó con el poeta republicano Luis Rius; para la bailarina, él y sus padres, León Felipe, el cantautor Pedro Ávila, Guillermo Barclay, entre otros, la marcaron. “Luis me apoyó en todo. Fue un aporte en todos sentidos, para mi danza y para mi vida. Con él me sentía libre.” En su casa de Las Águilas todo es historia. Cuadros de Alberto Gironella, de Guillermo Ceniceros, cinco dibujos de Peyrí y una docena en punta de plata que le hizo Héctor Xavier (de cien que realizó y que no alcanzó a entregarle), poemas de Pedro Garfias, Inocencio Burgos, grabados de su admirada bailarina del siglo XIX Fanny Elssler’s de la escuela bolera de danzas españolas, réplica de una escultura de cuatro metros que está a la entrada de la Plaza de Toros de Torreón obra de José Luis Padilla, un busto de Arnold Taylor… Y estos versos que Pita Amor garabateó en un papel y que la bailarina conserva, sin que se hayan publicado jamás hasta hoy:   Desde la Pastora Imperio Hasta la gran Argentina, Pasando por la Divina… Lo digo, lo afirmo en serio, Nadie rompió el cautiverio Del baile como Pilar Danzar, danzar y danzar Es aprisionar el viento, Y su airoso movimiento Es al sol aprisionar.   “Ella siempre decía que cuando muriera me iba a heredar sus alhajas”, cuenta. Pero de su vasto recorrido por los escenarios del mundo (toda la Unión Soviética hasta Siberia, Londres, Buenos Aires, Berlín, Centro América, Estados Unidos (desde 1973 se presenta dos temporadas cada año en el Teatro de Repertorio Español de Nueva York), etcétera, fueron los recorridos por los pueblitos de México bailando donde fuera, “hasta en una tablita en el piso”, en aquel programa de la Secretaría de Educación Pública y el Fonapas de la segunda mitad de los setenta. Aurora Molina recitaba los versos, iban además dos guitarristas y llevaban un reproductor: “A la gente le gustaba… gente tan receptiva y sensible. Y yo con tal de bailar, donde me pongan.” Pilar Rioja estará acompañada en sus coreografías de los cantaores Alfonso Cid y Lolo Jiménez, y los guitarristas José Luis Negrete, Arturo Martínez, Marco Antonio Núñez y Rodrigo León. A cargo de Guillermo Barclay están el diseño de vestuario y la iluminación. En el Festival del Flamenco en la UNAM han bailado también, entre otros, María Elena Anaya, Jacqueline Benrey, Guillermo Correa, Leticia Cosío, Rosa Elena Flores, José Alberto Gallardo, Karla Guzmán, María Antonia La Morris, Mariana Landa, Patricina Linares, Marien Luévano, Casilda Madrazo, Érica Márquez, Marcela Morín, Jorge Antonio Noriega, Ricardo Rubio y Armando Tovar. A pregunta expresa, acepta haber alcanzado un estilo propio (“sin hacer alardes de técnica”) y mexicanizado la danza española: “A mi modo… trato de combinar lo fuerte del español con lo sensual y dulce de aquí, del Caribe…”. Se despide: “No te creas que no estoy nerviosa, pues hace mucho que no bailo aquí, por la edad, por la altura…”

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