#YoSoy132: "Los pusimos a temblar"

martes, 12 de junio de 2012 · 13:26
Efusivos como son, los voceros del movimiento #YoSoy132 insisten: “queremos hacernos oír e ir más allá de la coyuntura electoral”. De ahí su esmero en que su voz se escuche en las universidades, las calles, las instituciones; de ahí sus movilizaciones y plantones para encarar a las televisoras y decirles que también existe otro poder, el suyo. Orgullosos como son, se ufanan cuando comentan que pusieron a temblar a Televisa, a Peña Nieto y al PRI. E insisten: “queremos ir más allá…”. MÉXICO, D.F. (Proceso).- Aún joven, en su camino, el movimiento estudiantil #YoSoy132 ya se enfrenta al oportunismo de los políticos, al hartazgo de una sociedad cansada, a la burocracia, a la cerrazón de sus propias instituciones, a las calumnias, a los prejuicios, a los conflictos de poder que aumentan con sus pasos, al poder mismo, a los ecos del 68 y sus cicatrices, a los cuerpos de granaderos, a la represión, a los infiltrados, al dolor de un país de muertos, a ser el relevo de los pies cansados, a ellos mismos. A semanas de su irrupción, sus integrantes decidieron volver sobre sí mismos para rescatar su origen. Como reflejo, voceros de escuelas públicas y privadas que conforman el movimiento #YoSoy132 clavan la mirada al primer día de julio, en rechazo a la manipulación informativa desde la que se intenta imponer a un candidato y el sistema que representa. Con su voz, están decididos a incidir en las elecciones presidenciales, dicen a Proceso: “Creemos que existe suficiente evidencia para demostrar que la actual cara del viejo régimen es el candidato Enrique Peña Nieto y la estructura que éste representa. No es odio ni intolerancia contra su nombre, sino hartazgo e indignación a lo que representa.” Esa es su postura. Olieron el miedo. Con una claridad que acobarda, clavaron la mirada en el domingo 1 de julio. El reto, insisten, es posicionar la colusión entre los grandes consorcios de la comunicación y la política de cara a las elecciones presidenciales. “Nosotros pensamos que ahí le dimos al clavo y que es ése el tema crucial: las televisoras que imponen su gobierno. Esta vez su candidato es Enrique Peña Nieto, como en 2006 lo fue otro. Lo hemos denunciado y se sienten amenazados. En lo que nosotros podemos influir en este momento es en las elecciones”, explica Tevye de Lara, representante de medios del movimiento en el ITAM. Abundantes las evidencias, se dicen preocupados por la complicidad entre medios de comunicación y políticos, donde la televisión “puede más” que la democracia y “donde el presidente no sea un estadista sino un personaje de espectáculos”, palabras de De Lara. “Se viene dando un proceso electoral cínico, abusivo. Se suma un duopolio televisivo apoyando a un candidato que es suyo. Hoy los estudiantes se dan cuenta de los engaños de las televisoras a tal grado que les resulta insoportable”. “Hay mucho enojo por tanto engaño”, agregaría David Straulino, vocero de Ciencias Políticas de la UNAM. Los estudiantes hablan de las televisoras con desprecio, “dueños” de la información pública. “Creen que la verdad es la que pasa por ellos. Son el tribunal y los administradores de la información”, se le escucha a Ricardo Bernal, vocero de la UAM. Los jóvenes detallan cómo ha sido el paso del movimiento por los medios de comunicación. Aunque parciales, celebran como victorias que las televisoras decidieran transmitir el debate del domingo 10 de junio en sus canales con mayor audiencia y la cobertura a sus demandas. “Aunque fuera tarde, Televisa se vio obligada a cubrir el movimiento, para cuidar los costos que le podríamos causar. Lo que quieren hacer ahora es sobreexponernos en los medios y entrevistar a quien quiera hablar en nombre de la organización para contradecirnos y generar una imagen débil hacia la sociedad”, relata Ignacio Martínez, portavoz de la Ibero. “Quizá sea ingenuo, pero creo que están asustados. Ayer estuvimos haciendo una retrospectiva de las entrevistas que hemos dado y casi todas sus preguntas son: ‘Cómo se organizan, cómo logran congregar tanta gente, de dónde salen’. Esto nos hizo ver que, si seguimos con nuestra forma de operatividad, con la que nace el movimiento, podemos lograr los objetivos. Están siendo afectados con lo que hemos logrado en semanas. No saben la forma en que estamos operando. No logran comprender este tipo de estructuras nuevas que han emergido en los últimos dos años”, sostiene Antonio Jiménez, portavoz de La Salle. David Straulino, vocero de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, se dice “más malicioso” que Jiménez. “Han intentado buscar líderes, a pesar de que hemos intentado no generarlos. Llaman a entrevistas a gente y empiezan ir a título personal, sin ser voceros, y dicen lo que sea para desgastarnos”. Los estudiantes desnudaron en las calles la complicidad entre el PRI y Televisa para posicionar a Peña Nieto. Los vieron resquebrajarse. “Fue muy claro que sí les causamos algo. Creo que los agarramos desprevenidos y los pusimos a temblar. Por lo menos a pensar y a replantearse ciertas cosas”, dice Ignacio Martínez. Continúa: “De pronto están sacando, otra vez, la guerra sucia contra AMLO. Son los últimos recursos, me parece, de un grupo que ve que el poder puede escaparse de sus manos”.   Poder juvenil   Desencajados, los alumnos llegaron a la entrevista luego de encabezar una protesta en la Comisión Federal de Telecomunicaciones (Cofetel), donde se aprobó el programa de concesionamiento de frecuencias para televisión abierta el miércoles 6. A la vez, en la Comisión Federal de Competencia (Cofeco) se discutía la fusión Televisa-Iusacell. “Nos quieren distraer para que no nos fijemos en lo que están haciendo detrás. No se dan cuenta de que a nosotros ya no nos pueden estar mintiendo en la cara”, afirma Ignacio Martínez. Rígida la voz, Tevye de Lara, representante del ITAM, insiste en que son esas las decisiones de las que debe ocuparse el movimiento, y esas mismas las que lastiman al país. “Están acomodando las cosas para consolidar los monopolios y tener un sexenio completamente coludido, televisoras y clase política, representados con un presidente de espectáculos”. Las resoluciones se tomaron al tiempo que, con los estudiantes en escena, las televisoras se han jactado de una aparente apertura, diciendo que le entran a la democratización de los medios. “Es una provocación. La Cofetel obedece a los intereses económicos de algunos grupos. Parece que a esta altura del sexenio se están repartiendo absolutamente todo, ahora que las elecciones distraen las miradas. Esta apertura de empresas dice que va a romper un monopolio en la TV, pero crean otro. En cuanto a información, al abrir una tercera cadena, tampoco se está resguardando la situación básica de informar. Se va a discutir si Carlos Slim forma una tercera cadena televisiva. No creemos que se agote con que Slim tenga su cadena. Él ya funge en el país como un monopolio muy grande”, comenta Misael Rojas, de la UAM. Interviene su compañero Ricardo Bernal: “Lo que no se ha podido cambiar en México, a nivel estructural, es la gran contradicción que hay entre instituciones que están al amparo del poder y una sociedad que no tiene todavía los mecanismos para incidir en las instituciones. Es ofensivo que las instituciones simulen que esto beneficia a la ciudadanía, cuando en realidad siguen en la lógica que hay que desmantelar. Creen que no nos damos cuenta. O no les importa. 132 tiene que tomar el poder, con mucha fuerza, de concienciar que esto no es lo que hacen parecer. Quieren gobernar ignorando a la ciudadanía. Nosotros queremos ser esa voz, fundamentada y consciente”. “Nos avisaron que la Cofeco también va a permitir la fusión Televisa-Iusasell”, lanza Antonio Jiménez, nublada la mirada. Habla de su frustración. “Siento que hasta cierto punto nos utilizaron para legitimar esto. La sociedad va a creer que fue realmente una victoria de la ciudadanía, también de la voz de 132, cuando en realidad ya lo tenían arreglado. Siento muchas cosas. Nos ofende, pero también nos da energía y más motivación para fortalecer el movimiento”.   Contra el PRI   Por considerarlo la cara visible de un régimen represor, corrupto y autoritario, #YoSoy132 reafirmó su postura antiPeña y tenerla como uno de sus ejes torales. “No porque odiemos la figura de Peña Nieto, sino que su figura y su candidatura representan las prácticas que no permiten una democratización plena del país. Tomando en cuenta que Peña es un producto mediático, que ha basado su figura en una televisora, las revistas del corazón y demás medios para generar una imagen pública, más allá de los datos concretos de su gestión. Él es la imagen precisa de lo que no queremos en el país”, explica Ricardo Bernal. De las 98 instituciones que conforman la organización, sólo el ITAM, la UP y la Universidad Anáhuac se mantuvieron al margen de esa consigna. El movimiento ha denunciado actos de represión en su contra por manifestarse en contra de Enrique Peña Nieto en los estados de Coahuila, Puebla, Querétaro, San Luis Potosí, Veracruz, Baja California y Jalisco “Es evidente que les causamos estragos y están tratando de mantener alineados a los jóvenes en provincia. Nos llegan noticias de que no los dejan manifestarse o les llegan grupos de choque, que los agreden violentamente. Es la reacción clásica del PRI. Se siente su nerviosismo. Aunque creo que no hemos dimensionado con quién nos estamos metiendo. Meterse de lleno contra el PRI sí es algo peligroso. Y creo que apenas nos estamos dando cuenta de eso”, analiza el vocero de la Ibero. Desde la UNAM, el portavoz de la Facultad de Ciencias Políticas, David Straulino, denuncia que también en los portales en internet de sus asambleas han sido embestidos por la maquinaria priista: “Nos quieren pegar con todo y tienen muchos métodos para hacerlo. Escriben comentarios para generar discordia y menguarnos. Hay infiltrados, uno no tiene idea desde cuándo lo son. Uno parte de la idea de que lo que se dice en público lo saben ellos”. Apartidistas, que no apolíticos, los voceros de #YoSoy132 dan cuenta del manoseo de los partidos políticos que han buscado salir favorecidos con el posicionamiento antiPeña: PAN y PRD. Ante el estallido estudiantil, Josefina Vázquez Mota hizo una invitación directa a la coordinadora del movimiento para entablar un “diálogo” público. La rechazaron por considerarla un “claro” intento del PAN por absorber la fuerza de esos jóvenes. De haber un encuentro, éste debería darse en condiciones de equidad con los otros candidatos. La ocasión no llegó sino hasta el cuarto día de junio, en la Universidad Iberoamericana, donde semanas atrás se escenificó el “viernes negro” de Enrique Peña Nieto. La suerte de la panista fue otra. Salió del lugar festejando su victoria. Ignacio Martínez, vocero del movimiento estudiantil por esa universidad, narra el trasfondo del encuentro: “Ella era la primera que íbamos a recibir (el noveno día de mayo), y retrasó su visita, creo que bastante mañosamente. La puso en verano, cuando ya todos se fueron de vacaciones. Fueron a verla los panistas. Eso afectó. También hay que decir que las preguntas que hicieron los estudiantes de la prepa Ibero fueron más suaves. “Yo tenía varias. Ella dice que está por la democratización de los medios, pero votó en favor de la Ley Televisa. También dice que las cárceles no son para las mujeres. Yo me imaginaba a Elba Esther muy contenta con esa declaración.” Vázquez Mota se presentó en la Ibero de la mano de Gabriela Cadenas, madre de Javier Alejo, muerto junto al hijo de Javier Sicilia, Juan Francisco. Martínez continúa el relato: “Llegó con una trabajadora social y la madre de un chico víctima de la guerra. A mí se me hace casi vil que se aproveche del dolor para hacer campaña y sobre todo de un dolor generado por la guerra que su partido desató muy irresponsablemente”, cuenta. Los estudiantes también hablan del oportunismo de los partidos de izquierda. En sus manifestaciones, relatan, recurrentemente aparecen integrantes del grupo juvenil Morenaje. “Van estudiantes que simpatizan con Morena, se acercan. No estamos en contra de AMLO, pero no es la esencia. Cuando un compañero propuso ir en paralelo lo abuchearon con el PRD”, expone Antonio Jiménez. Tevye de Lara, itamita, da su punto de vista: “Del PRD hay un oportunismo por omisión, por eufemismos. Aunque no se adhiere a nosotros, es oportunista referir sus discursos al movimiento. Hay cierto disgusto con AMLO, pero no pasa nada”. Ignacio Martínez, de la Ibero, agrega: “Oficialmente López Obrador se ha mantenido al margen. Sin embargo, en nuestros actos grandes hay gente presente de Morena. Que ellos sí traen su mensaje pro AMLO. El movimiento no les niega la palabra porque sería una contradicción callarlos si pedimos libertad de expresión. Lo que no permitimos es partidismo dentro de las decisiones del movimiento. Eso se ha mantenido bastante claro y une al movimiento”.   La fuerza está en la unidad   Al interior del movimiento #YoSoy132 se ha señalado la presencia de integrantes ultras, con intereses políticos particulares, que habrían infiltrado la organización para reventarla. En lo particular, se ha puesto la lupa al interior de la UNAM. Luciano Aburto, vocero de la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional Autónoma de México, explica: “Hay un desgaste de la figura ultra en la UNAM. Desde la huelga del 99 se identificó mediáticamente a estos grupos que tenían mucho conflicto con negociar con las autoridades. Esa figura resurge en este movimiento sin que sea por fuerza cierta”. David Straulino, de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, identifica los señalamientos: “Efectivamente, después de 99, grupos de trotskistas, de leninistas, marxistas y diferentes corrientes quedaron en diferentes facultades en donde han venido trabajando. Hay, por lo menos, unos 20 grupos políticos en la Universidad. Principalmente en las facultades de Ciencias Políticas, de Ciencias, de Filosofía y Letras y de Ingeniería. “Y hay muchas prácticas de trabajo de ellos que no gustan. Pero hablar de ultras es un desconocimiento de la vida al interior de la Universidad. Son colectivos que tienen principios, un posicionamiento político y han decidido dar su lucha a través de estos grupos.” Los estudiantes radicales habían sido señalados por intentar tomar el control del movimiento estudiantil. Como un tema recurrente, integrantes de #YoSoy132 también han apuntado a las autoridades de la UNAM. “Estamos convencidos de que (el rector José) Narro mantiene su militancia priísta. Y creemos que a él no le convenía que un movimiento estudiantil que detracta al candidato del PRI se geste dentro de la UNAM”, declara Ricardo Bernal, vocero de la UAM, Antonio Jiménez da un ejemplo. Para organizar la primera asamblea del movimiento, el 30 de mayo, en las islas de CU tuvieron que lidiar con trabas inusuales en la Universidad. “Para hacer la asamblea y conseguir una carpa fueron 15 días de trámites desgastantes. No entendimos por qué ese proceso tan largo. Los propios alumnos de la UNAM nos decían que era la primera vez que pasaba algo así.” Sin embargo, los estudiantes de las escuelas privadas reconocen no concebir un movimiento estudiantil sin la participación emblemática de la Universidad Nacional. Desde su incorporación al movimiento, las vocerías de la UNAM han buscado complementar la agenda social. “En la UNAM hay una tradición de lucha. Creemos que un movimiento estudiantil tiene que trascender la coyuntura electoral porque es la oportunidad de denunciar cosas que se van acumulando con los años, no sólo en los estudiantes, sino en los trabajadores, en el hartazgo generalizado. Hay una tradición de crítica y humanística muy arraigada”, resume Alejandro Martínez. Lo cierto, dice David Straulino, es que desde la UNAM “había movimientos intentando movilizar a la gente hace años y no lo lograban: porque nos tienen reticencia, porque no habíamos encontrado las formas. Hay facultades que no habrían salido de no ser por las universidades privadas. Sabemos que esta vez la fuerza está en la unidad. Y entendemos que es fundamental incidir en el proceso actual. Estamos por meterle con todo de aquí al 1 de julio. Conscientes de que éste es el primer movimiento estudiantil que puede incidir en un proceso electoral, los estudiantes tendrán su segunda marcha masiva el domingo 10, al mediodía, donde marcharán del Zócalo capitalino al Ángel de la Independencia. Por la noche, juntos, verán el debate presidencial en la Plaza de la Constitución. Al día siguiente celebrarán su próxima asamblea general. “Queremos que la gente vote informada. Evitar una contienda electoral sin contenido, bombardeada de spots sin propuestas, de mensajes vacíos, de promesas sin voz”, según su declaración de principios.

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