De la actitud conciliadora, de su discurso amoroso, Andrés Manuel López Obrador saltó ya al comportamiento defensivo-ofensivo. Atrincherado ante la andanada de spots con que empezaron a ametrallarlo sus adversarios del PRI y del PAN, el candidato presidencial del Movimiento Progresista denuncia la reedición de la “guerra sucia” con la que en 2006 fue atacado por el panismo, e inicia su propia guerra… Mientras su discurso se endurece, su coordinador de campaña, Ricardo Monreal, afirma: “Estamos armando la estrategia, pero sin calumniar. No queremos la polarización del país…”.
Del discurso del amor, Andrés Manuel López Obrador saltó al de la confrontación…
El candidato del Movimiento Progresista está basando su nueva estrategia discursiva en algunos elementos coyunturales que esgrime como justificativos: la “guerra sucia” desatada en su contra por el PRI y el PAN y los eventuales intentos de un fraude electoral.
No sólo debido a la aproximación de la jornada electoral del 1 de julio, sino también al surgimiento del movimiento juvenil #YoSoy132 en contra de Peña Nieto y a la referencia a encuestas donde López Obrador se aproxima al mexiquense o lo rebasa en la intención de voto, los equipos panista y priista elaboran spots que pretenden reeditar la imagen violenta y degradada del tabasqueño en el proceso electoral del 2006, mientras él y su equipo denuncian la existencia de una campaña de desprestigio en su contra.
El coordinador de la campaña presidencial del tabasqueño, Ricardo Monreal Ávila, denunció que detrás de esos intentos de desprestigio dirigidos contra el candidato de la izquierda Andrés Manuel López Obrador está la organización nacional secreta El Yunque, a la que pertenece un sector del Partido Acción Nacional (PAN), y precisó que la propaganda negativa se intensificó desde el 31 de mayo pasado, cuando el periódico Reforma dio a conocer la encuesta en la que López Obrador aparece en las preferencias electorales a una distancia de cuatro puntos del priista Enrique Peña Nieto.
Luego, tanto en sus mítines de Puruándiro, Celaya y León como en el programa Tercer Grado de Televisa, López Obrador dijo estar dos puntos arriba del exgobernador mexiquense en una encuesta que no ha difundido. Y tanto él como su equipo afirman que la prueba de su ventaja ha sido el comienzo de la “guerra sucia” en su contra que, si no funciona, será el preludio para reeditar el fraude electoral del 2006.
Al siguiente día de la encuesta en Reforma, El Universal publicó que el 24 de mayo un estratega de López Obrador llamado Luis Costa Bonino y el cineasta Luis Mandoki asistieron a una cena para pedir 6 millones de dólares que se destinarían a la campaña del tabasqueño.
De manera inmediata, las dirigencias del PRI y del PAN pidieron al Instituto Federal Electoral (IFE) investigar si el Partido de la Revolución Democrática (PRD) y su candidato violaron la ley, para aplicar las sanciones del caso.
(Extracto del reportaje que se publica esta semana en la revista Proceso 1858)