El ataque del viernes 24 contra dos supuestos empleados de la embajada estadunidense, en la carretera federal México-Cuernavaca, sume en otro escándalo al gobierno calderonista, en especial a su secretario de Seguridad Pública. Según la información oficial, los extranjeros, que eran escoltados por un capitán de la Marina mexicana, fueron emboscados por elementos de la Policía Federal. Los comunicados emitidos tanto en México como en Estados Unidos, lejos de aclarar el “incidente”, sólo crearon confusión. Fuentes confiables de Proceso aseguran que los estadunidenses son en realidad agentes de la DEA que participaban en una misi