TAMPA (apro).- Mitt Romney, el exgobernador del estado de Massachussets, aceptó asumir de manera oficial la candidatura presidencial del Partido Republicano, con la promesa de unir a los ciudadanos estadunidenses que, según él, han sido traicionados por las promesas incumplidas de Barack Obama. “Hubiera deseado que el presidente Obama hubiese tenido éxito porque quiero que Estados Unidos mejore, pero sus promesas provocaron decepción y divisiones, y eso es algo que no vamos a aceptar”, advirtió Romney en su discurso para aceptar la nominación presidencial de los republicanos. Enseguida, aseguró que el destino de la Unión Americana no es “el declive” y que los mejores días para los estadunidenses “están por delante”. Al concluir este jueves la Convención Nacional del Partido Republicano, celebrada en Tampa, Florida, para ungir a Romney como el abanderado presidencial, y a Paul Ryan como su compañero de fórmula en su aspiración a ganar la vicepresidencia, el exgobernador de Massachussets se declaró listo para cambiar el curso económico, político y social de Estados Unidos. “Este es el momento en que podemos hacer algo”, dijo Romney ante los casi 50 mil republicanos congregados en la arena Tampa Bay Forum. “Con su ayuda podemos hacer algo, este el momento de levantarnos y decir: ‘Yo soy Estados Unidos, yo soy quien marca mi propio destino y merezco algo mejor’”, añadió Romney entre los aplausos y gritos de entusiasmo de sus correligionarios. Aun cuando la fiesta política de los republicanos se concentró en vender la imagen de Romney y de Ryan, como la dupla presidencial perfecta para arreglar lo que, según ellos, ha destruido la presidencia de Obama, en la arena Tampa Bay Forum se percibía un aire de desconfianza e incertidumbre. Presentado ante los republicanos por Marco Rubio, el joven senador federal por el estado de Florida, a quien los analistas políticos le vaticinan un futuro brillante en el Partido Republicano, Romney ofreció: “Mi país merece algo mejor, por eso estamos de pie, los estadunidenses tenemos una opción, una decisión que tomar; ustedes tienen que saber más acerca de mí y saber a dónde llevaré al país”, destacó Romney. El candidato presidencial republicano usó un discurso de esperanza, sustentado en el momentum que vive su campaña proselitista. Las encuestas de popularidad lo colocan a un punto porcentual por debajo de Obama y, según los análisis políticos que se han hecho al respecto, ellos se debe a que el presidente ha causado desilusión entre los electores y no porque vean a Romney como el candidato ideal que puede resolver los problemas nacionales. El resultado promedio de las encuestas de popularidad que se han hecho entre Obama y Romney otorgan 47% de apoyo al presidente demócrata frente a 46% que conceden al exgobernador de Massachussets. Haciendo un recuento de lo que ha sido la presidencia de Obama, pero sin contextualizar que la crisis económica fue provocada por la administración anterior, la republicana de George W. Bush, el Romney acusó al actual presidente de ser el responsable de todos los males que vive Estados Unidos. “¿Cuántos días han despertado ustedes sintiendo que algo realmente especial ha ocurrido en Estados Unidos?”, preguntó Romney a quienes atendían su discurso, que fue transmitido por todos los canales de televisión y estaciones de radio del país. “Muchos de ustedes se sintieron así el día de las elecciones, hace cuatro años. El cambio tiene un atractivo poderoso, pero esta noche hago una pregunta muy simple: si sintieron ese entusiasmo cuando votaron por Barack Obama, ¿no sería entonces para que ahora sintieran igual ahora que él ya es presidente? Ustedes saben que algo está mal con el tipo de trabajo que ha hecho como presidente, cuando el mejor sentimiento que tuvieron se dio el día que votaron por el”, matizó Romney. Luego prometió que él y Ryan, si ganan las elecciones del martes 6 de noviembre, aplicarán políticas fiscales y económicas dedicadas a reducir el déficit federal, a eliminar la deuda del país, y para incentivar las inversiones del sector privado por medio de la reducción de impuestos. La dupla republicana promueve el cambio económico con la eliminación de gastos federales destinados a financiar programas sociales, cuyos beneficiarios son los más pobres, los jubilados y la clase media. “Hoy llegó el momento de dejar atrás las decepciones de los últimos cuatro años, para dejar a un lado las divisiones y las recriminaciones, para olvidar lo que pudimos ser y mirar hacia delante sobre lo que podemos hacer”, añadió Romney. La noche estelar de Romney tuvo un momento de comicidad y fama cuando el actor Clint Eastwood se presentó en el estrado para, fuera del discurso tradicional republicano, responsabilizar a Obama de todos los problemas del país. “Nosotros somos los dueños de la nación… los políticos son nuestros empleados… pero cuando alguien no cumple el trabajo para el cual se le eligió, se debe ir”, dijo el actor-director, en clara referencia al presidente Obama. “Sólo recuerden eso”, fustigó Eastwood.