La infame "trata" de niños futbolistas

sábado, 23 de noviembre de 2013 · 20:00
El comercio de talentos infantiles  para reclutarlos y llevarlos sobre todo a clubes de futbol europeos,  alcanza proporciones globales y deja ganancias inconmensurables. En su libro de reciente publicación Niños futbolistas, el periodista chileno Juan Pablo Meneses investigó el fenómeno con base en una metodología tan singular como atrevida: comprar él mismo a un pequeño con la finalidad de colocarlo en una nomenclatura de prestigio, conocer sus privaciones y sus ilusiones y, fundamentalmente, para adentrarse en ese oscuro, insaciable, perverso y muy probablemente ilegal mercado. He aquí sus descubrimientos… MÉXICO, D.F. (Proceso).- Con la idea de comprar un joven talento de futbol para luego ofrecerlo en Europa, el periodista chileno Juan Pablo Meneses viajó a Guadalajara, Jalisco, para entrevistarse con Junior Joao Malec, el Kalusha, quien hoy tiene 14 años. Hijo de una mexicana y del camerunés Jean Malec, que jugó en Francia, este muchachito nació en territorio nacional y ahora es un volante ofensivo. Está considerado como la nueva perla infantil de las Chivas, según dicen los que conocen su trayectoria. Kalusha, detalla Meneses, es de perfil zurdo. Tiene arrojo, desparpajo, baile, ritmo, fuerza, amagues, gambetas, gol, velocidad, entrega, temperamento, ganas… En fin, todas las características que debe reunir la potencial estrella de futbol. Sin embargo, el joven maravilla de las fuerzas básicas de Chivas –la nueva versión del Chicharito Hernández– también cuenta con un representante, y hay una orden del club para que no conceda entrevistas. El chico recibe “un trato de miniestrella”, con una prohibición más: no jugar fuera del conjunto jalisciense. Su futuro, pues, está marcado de cerca por todos los entrenadores de las divisiones inferiores, lo que en México se llama “fuerzas básicas” del club, observa Meneses. El cronista describe a Junior Joao como un mulato sonriente con estampa de futbolista. “Sus compañeros le llaman Kalusha y sus padres saben que una torcedura de tobillo, una pisada en falso, un accidente doméstico, cualquier hecho fortuito puede dejarlo fuera de la carrera y lejos de la fortuna, igual que pasa con los purasangres”. De ahí, refiere, el extremo cuidado con que lo tratan. Por lo tanto, sus representantes consideran que cualquier persona que intente entrevistarlo o simplemente dialogar con él será considerado potencialmente un espía de los clubes de futbol europeos. “Todos saben que Malec tiene pasaporte francés, porque su padre, Jean Malec, jugó en Francia. En esta industria, un latinoamericano con pasaporte europeo avanza varias casillas en el tablero”, acota Meneses. El relato corresponde al capítulo 32 (“El tesoro”) de los 35 que comprende la más reciente publicación del periodista chileno, Niños futbolistas, realizada por Blackie Books (2013) y distribuida por Editorial Hiperlibro. (Fragmento del reportaje que se publica en Proceso 1934, ya en circulación)

Comentarios