El crimen organizado trasnacional ve al futbol como un buen negocio. Su presencia es cada vez más notoria en las apuestas y el arreglo de partidos en todo el mundo. El fenómeno creció tanto que la Oficina Europea de Policía (Europol) organizó una investigación de gran alcance para detectar a quienes participan en esta vasta red de corrupción y ponerle freno. El presidente de la FIFA, Joseph Blatter, niega la existencia de este problema y asegura que las investigaciones se relacionan con “casos viejos”.
CIUDAD DE MÉXICO / BRUSELAS.- La práctica de arreglar partidos de futbol es como un cáncer que carcome lenta pero consistentemente este deporte y ya provocó su muerte en Singapur, Malasia, Tailandia e Indonesia. Eso es lo que afirma el periodista canadiense Declan Hill, quien durante siete años investigó este fenómeno.
Reportero del periódico Ottawa Citizen, Hill publicó en 2008 el libro Juego sucio: futbol y crimen organizado, cuyas revelaciones dieron pie a que la Oficina Europea de Policía (Europol) iniciara pesquisas acerca de la corrupción en el futbol, y específicamente de la práctica de “arreglar” los resultados de los partidos.
En entrevista con Proceso, Hill sostiene que existen muchos más casos de los que investiga Europol. Y estima que hay más de un juego internacional por semana cuyo resultado se trampea con el objetivo de generar millonarias ganancias en el negocio de las apuestas.
Durante una conferencia de prensa celebrada el pasado 4 de febrero en La Haya, el director de Europol, Rob Wainwright, informó que esta agencia investiga a 425 personas sospechosas de arreglar más de 380 encuentros oficiales de futbol en Europa. Esa operación del crimen organizado generó más de 8 millones de euros en beneficios por apuestas e involucró 2 millones de euros en pago de sobornos. Entre esos individuos se encuentran árbitros, directivos de clubes, jugadores y miembros del crimen organizado de 15 países.
De los 380 partidos que presuntamente fueron arreglados entre 2008 y 2011, Europol señaló, sin ofrecer más detalles, que se incluyen cotejos eliminatorios de la Copa del Mundo y de la Eurocopa. También se detectaron dos encuentros de la Liga de Campeones de la UEFA, así como “varios partidos de alto vuelo” de las ligas europeas nacionales.
Esta investigación se denominó Operación Veto. El llamado Joint Investigation Team (JIT) –que encabeza Europol y en el que participaron autoridades de varios países europeos– la efectuó entre julio de 2011 y enero pasado. Se sustentó en reportes de inteligencia y “en el análisis de 13 mil correos electrónicos y otros materiales”, informó Wainwright.
La agencia policiaca agregó que se detectaron otros 300 partidos sospechosos fuera de Europa, principalmente en África, Asia, América del Sur y Centroamérica. Precisó que la agencia tiene sus reservas acerca de dos encuentros eliminatorios mundialistas en África y uno en América Central, región en la que Europol incluye a México.
“Pienso que se han añadido unos 100 casos nuevos a la lista que ya teníamos. El número completo de juegos involucrados apunta a una manipulación muy extensa del deporte en un rango de países, no solamente aquellos donde el gobierno y la sociedad tienen generalmente una pobre reputación en relación con la corrupción. Posiblemente sólo estamos viendo la punta del iceberg”, comenta a Proceso David Forrest, profesor de economía de la británica Universidad de Salford y quien es uno de los autores del informe Apuestas deportivas y corrupción. Cómo preservar la integridad del deporte, publicado en enero de 2012.
Encuentros amañados
Durante la citada conferencia de prensa del lunes 4, Wainwright señaló un caso de partido amañado: el encuentro entre Argentina y Bolivia de clasificación Sub 20, que se jugó en Córdoba en diciembre de 2010. El árbitro húngaro Lengyel Kolos añadió 13 minutos de compensación y silbó un penalti a favor de los argentinos, que así ganaron 1-0. Wainwright explicó que ese duelo despertó sospechas porque se originó un inusitado movimiento en los sitios de apuestas con sede en Singapur.
El mismo lunes 4, el diario danés Ekstra Bladet publicó que uno de los partidos amañados fue el de Liverpool (Inglaterra) contra Debrecen (Hungría) de la Liga de Campeones. El cotejo se efectuó en el estadio Anfield Road, del equipo inglés, el 16 de septiembre de 2009. Según el rotativo, que asegura haber confirmado la información con una fuente de Europol, el portero del Debrecen, Vukasin Poleksin, tenía que dejarse anotar al menos tres goles para que ganara una apuesta efectuada por un grupo criminal que daba vencedor al Liverpool “por más de 2.5 anotaciones”. Liverpool ganó 1-0 con un remate del holandés Dirk Kuyt, luego de que Poleksin desvió un tiro del español Fernando Torres. El miércoles 6, la directiva del Debrecen confirmó que tal partido forma parte de las investigaciones de Europol.
El portero Poleksin fue suspendido en 2010 durante dos años por no denunciar que varias personas se acercaron a él para arreglar otro partido: el que su equipo, el citado Debrecen de Hungría, disputó con el Fiorentina de Italia, el 20 de octubre de 2009 en el marco de la Liga de Campeones. Los húngaros perdieron 4-3.
El diario Ekstra Bladet también reportó que se investiga el encuentro de la Liga de Campeones FC Copenhague (Dinamarca)-FK Mogren (Montenegro), realizado en 2009.
El periódico belga Derniére Heure publicó que Europol habría encontrado, entre 2008 y 2011, 79 juegos “arreglados” en el futbol turco; 70 en el alemán; 40 en el suizo; 20 en el húngaro, y 15 en el belga, aunque el rotativo italiano Corriere della Sera fijó en 24 el número de juegos arreglados en Bélgica.
La policía alemana también investiga el juego de la Liga de Campeones Debrecen-Young Boys Bern (Suiza), así como los partidos de la Eurocopa Basel (Suiza)-CSKA Sofía (Bulgaria), el Aalborg (Dinamarca)-Slavia Sarajevo (Bosnia), e incluso el partido clasificatorio para la Copa del Mundo Liechtenstein-Finlandia que terminó empatado a un gol, todos ellos jugados en 2009.
En 2011, la justicia alemana reveló que había identificado un total de 47 partidos arreglados. Arrestó a 14 personas, entre ellas a los presuntos cabecillas de la banda: los croatas Ante Sapina, radicado en Berlín, y Marijo Cvrtak, quienes habrían apostado 3.5 millones de euros en juegos arreglados y pagado medio millón de euros en sobornos a árbitros y jugadores.
Intocable
Varios medios europeos difundieron que Europol ha centrado sus investigaciones en una red de apuestas que encabeza un ciudadano de Singapur. Su nombre: Tan Seet Eng, conocido como Dan Tan, de 48 años y dueño de una fortuna estimada en al menos 58 millones de dólares.
Durante la entrevista con Proceso, Hill define a Dan Tan como “el primero entre iguales”. Y explica: “Es el gran negociador. Es el centro de muchos arreglos, pero hay más gente rica, poderosa, que invierte en las apuestas y arreglos clandestinos”.
Las autoridades italianas, húngaras y alemanas han solicitado la extradición de Dan Tan para juzgarlo por su presunta participación en el “arreglo” de partidos de futbol. Pero el gobierno de Singapur se ha negado a ello, a pesar de que abundan los indicios que lo incriminan.
Dan Tan y el empresario Wilson Raj Perumal fueron socios en la empresa Exclusive Sports PTE Ltd., implicada en casos de partidos amañados en El Salvador y Finlandia.
En 2010 esa empresa entregó, por medio de tres intermediarios, 30 mil dólares a la Federación Salvadoreña de Futbol por organizar el encuentro amistoso entre esa selección y la de Costa Rica. El encuentro, presuntamente manipulado, se realizó en octubre de ese año. Costa Rica ganó 2-1.
En Finlandia Exclusive Sports firmó un contrato publicitario por 300 mil euros con el club Tampere United. Éste incluyó la contratación de futbolistas latinoamericanos, africanos y asiáticos. La federación del país europeo lo suspendió en 2011 por incluir a jugadores en ciertos juegos en virtud de su acuerdo de marketing.
En febrero de 2011 Raj Perumal fue detenido por la policía finlandesa y luego condenado a dos años de cárcel por arreglar partidos de futbol. Dan Tan fue director de Exclusive Sports entre noviembre de 2010 y febrero de 2011. La empresa fue fundada inicialmente en 2009 como Football Four U, por Wilson Raj.
En 2010 Sudáfrica derrotó a Guatemala 5-0 en un partido amistoso. Anthony Santia Raj, otro socio de Dan Tan, habría intervenido para manipular ese juego.
En Guatemala los futbolistas Guillermo Ramírez –quien militó en los equipos mexicanos Atlante y Jaguares de Chiapas–, Gustavo Cabrera y Yoni Flores fueron suspendidos de por vida en septiembre de 2012 por “amañar” tres partidos.
Se trató de los encuentros Santos-Municipal (con marcador 6-1) disputado en octubre de 2010 por el torneo Concachampions, y los amistosos Guatemala-Venezuela (0-2), de junio de 2011, y Costa Rica-Guatemala (3-2) de mayo de 2012. Todos estos partidos forman parte de la investigación de Europol y se sospecha de la presencia del clan singapurense.
“Es necesario poner presión sobre el gobierno de Singapur para cumplir con las órdenes de arresto”, como amenazar a ese país con la suspensión de su afiliación a organismos deportivos, plantea Hill, quien no ha detectado casos ligados a México.
“Componedores”
“La presencia de organizaciones criminales trasnacionales en el deporte es cada vez más frecuente. En las últimas dos décadas dejaron de operar a escala regional y ahora lo hacen en todo el mundo, diversificando sus actividades tanto legales como ilegales”, asienta el reporte de Forrest.
De Moscú a Singapur, de Alemania a Ghana, Hill armó la estructura flexible y compleja de las redes de apuestas y tratos irregulares de juegos en diversos niveles, desde ligas locales asiáticas hasta competencias internacionales, como los campeonatos mundiales.
De hecho, el periodista predijo en su obra que el fenómeno de los partidos arreglados, que se encendió en Asia y luego se propagó a Europa del Este, llegaría con todo su poder corruptor a Europa Occidental y a Norteamérica.
En su texto, Hill destaca algo que no prevé la investigación de Europol: una banda similar de “componedores” ha estado operando en cada gran torneo internacional de futbol durante al menos 20 años.
“El mercado de apuestas en Asia es el doble de los que juntos representan los mercados de Estados Unidos, el Caribe, Europa y América Latina. Es un negocio masivo”, sostiene Hill.
Recuerda el llamado Affaire Bochum, en referencia a la ciudad alemana de ese nombre en cuyo estadio se manipularon partidos entre 2009 y 2011. En este caso –que formó parte de la Operación Veto– un “componedor” en Alemania habría controlado jugadores radicados en Suiza, Turquía y Grecia, defraudando los mercados de apuestas clandestinas en Hong Kong y Malasia, con la ayuda de asistentes en Londres y Holanda.
Explica a grandes rasgos el modo de operación: “Un grupo de intermediarios internacionales asentados en Europa trabaja con criminales locales de Singapur, Indonesia o Tailandia. Los primeros arreglan los juegos y los segundos las apuestas”.
Para Forrest, se trata de un problema estructural: “El mercado de apuestas en Asia tiene mucha liquidez y no está regulado. Los criminales pueden ganar grandes sumas de dinero haciendo apuestas cuantiosas, sin ningún rastro auditable”.
En La Haya, Wainwright reconoció que los resultados de la investigación apuntan “hacia un gran problema de integridad en el futbol europeo”.
El jueves 7, durante una gira por Mauritana, el suizo Joseph Blatter, presidente de la Federación Internacional de Futbol Asociado (FIFA), minimizó los señalamientos de Europol. Consideró que se trata de “casos viejos”.
“Estamos en un juego y en el juego siempre hay quienes hacen trampa. Los engaños nunca se detendrán. Sabemos que hay juegos que son manipulados y también sabemos que es muy, muy difícil detectar a las organizaciones, y especialmente a los que hacen trampa”, manifestó.
La FIFA presume de un sistema de alerta temprana que se basa en información proveniente de las casas de apuestas para monitorear los mercados en busca de arreglos. Luego de las revelaciones de Europol, la asociación, caracterizada por sus manejos financieros poco transparentes, creó una página electrónica para recibir denuncias anónimas sobre manipulación de partidos.
Luego del Campeonato Mundial de Alemania en 2006, Hill se entrevistó con Blatter. Le entregó la información que había recolectado. En su libro recrea la escena en la cual el dirigente helvético le contestó: “Pienso que no es cierto. (Pero si fuera cierto), entonces diría que ha fallado nuestro trabajo en la FIFA en los últimos 30 años para desarrollar el juego y para hacerlo accesible a todos”.
Al terminar la investigación, el periodista canadiense –quien ha recibido amenazas de muerte– entregó sus archivos a dos abogados en dos países diferentes, con instrucciones precisas de revelar todos los detalles si algo le ocurría.
Hill considera que la FIFA ha quedado bajo presión para intensificar sus esfuerzos por combatir las actividades ilegales que ensucian a este deporte. “Este es un serio tema de gobernanza de parte de la FIFA. La pregunta es qué medidas específicas ha tomado para detener que ese tipo de partidos sea arreglado”, cuestiona Hill, cuyo libro ganó el premio Play the Game en 2009.
Forrest coincide: “El crimen organizado está detrás de los mayores arreglos en años recientes. Hay un peligro de infiltración en cualquier sitio donde la gobernanza del deporte es débil”.
Y señala que la pelota está cada vez en las canchas gubernamentales:
“Es necesario un grado sustancial de cooperación y coordinación entre gobiernos, agencias judiciales y reguladores de apuestas si se quiere contener el tamaño del problema.”
El académico británico recomienda la regulación de las apuestas en Asia, para limitar los riesgos de corrupción. “La legalización de las apuestas ayuda. El futbol inglés se volvió mucho más limpio cuando las apuestas deportivas fueron permitidas en 1961. Esto eliminó el mercado ilegal que operaba sin monitoreo”.