Encumbramiento y derrumbe de Elba Esther

martes, 26 de febrero de 2013 · 23:25
MÉXICO, D.F. (apro).- Durante 24 años fue la todopoderosa del sindicalismo magisterial. Durante este tiempo hizo alianzas con cuatro presidentes de la República y decenas de gobernadores. The Wall Street Journal la llamó “la Jimmy Hoffa de México”, en comparación con el líder sindical de Nueva York que, en su momento, llegó a poner y quitar a políticos, lo que también hizo la profesora chiapaneca en más de dos décadas en las que se convirtió en la política más poderosa y rica del sistema mexicano. Hoy se acabó su reinado; está detenida acusada del desvío y lavado de dinero por un monto de 2 mil 600 millones de pesos. Desde 1989, cuando Carlos Salinas de Gortari la impuso desde la Presidencia, “la maestra” Gordillo respondió al régimen de gobierno del PRI. A la cabeza del SNTE, Elba Esther Gordillo, influyó, a veces más, en ocasiones menos, en las campañas de los últimos presidentes de la República, de gobernadores, diputados y senadores. Se calcula que en ese tiempo llegó a manejar también más de 100 mil 200 millones de pesos provenientes de las cuotas que les impusieron a los trabajadores de la educación. Aunque no existe hasta el momento un informe público preciso del manejo de estos recursos provenientes de las cuotas sindicales y de recursos públicos otorgados por los últimos cuatro presidentes de la República, de acuerdo con el líder de la Sección 9, Francisco Bravo, mensualmente se recogían 104 millones de pesos por cuotas. Con este dinero, de acuerdo con una investigación de Proceso/Apro realizada en los últimos años, “la maestra” Gordillo y sus familiares tienen registradas 64 propiedades entre casas, residencias, departamentos y oficinas. Hace un par de años, la Asociación Ciudadana del Magisterio presentó una investigación financiera y contable independiente sobre los recursos financieros que tuvo el SNTE durante las administraciones de Carlos Salinas de Gortari, Ernesto Zedillo y Vicente Fox; y de acuerdo con el reporte que entregó a Proceso/Apro, existen indicios de graves irregularidades en el manejo de los dineros. del cual no se tiene claridad en el destino de 2 mil 750 millones de pesos en el año 2000, razón por la que fue cerrado en 2003. En 1990, a la mitad del sexenio salinista, se creó el fideicomiso VIMA que funcionó 11 años, hasta el 2001. El gobierno federal le otorgó un capital de 498 millones de pesos y una línea de crédito de 9 mil 500 millones de pesos. Sólo en el año 2000, se le canalizaron 2 mil 750 millones de pesos, de los que no se tiene claridad sobre el uso que se le dieron. Al llegar en 1989 a la dirigencia del SNTE, Elba Esther Gordillo, Salinas le impuso como su principal asesor a Manuel Camacho Solís, apoyado por Marcelo Ebrard y Benjamín González Roaro. A partir de entonces el SNTE empezó a recibir recursos extraordinarios, vía pliego de peticiones, pero a espaldas de los trabajadores. Por este conducto ingresaron 3 mil 690 millones de pesos a las arcas sindicales. Además, recibió en donación, traspaso o comodato más de 2 mil 800 millones de pesos. Ejemplo de ello, son el Portal del Sol, un terreno ubicado en Santa Fe, así como la Biblioteca del Maestro. También se creó una red nacional de tiendas del SNTE, para las cuales el gobierno de Salinas le entregó 740 millones para que operaran y 965 millones de pesos para su abastecimiento. Dichas tiendas quebraron años más tarde, luego de que estuvieron en manos de Maricruz Montelongo, hija mayor de Elba Esther Gordillo. Según las cuentas de la Asociación Ciudadana del Magisterio, durante el gobierno de Carlos Salinas de Gortari, el SNTE de la maestra Gordillo llego a manejar un total de 25 mil 503 millones de pesos. Durante el sexenio de Ernesto Zedillo, la relación con Elba Esther se tornó distante y fría; no obstante que no tenía los mismos apoyos que en el salinismo y que enfrentó problemas en el manejo del fideicomiso VIMA, así como en las tiendas sindicales, las cuentas financieras siempre fueron buenas, pues llegó a obtener 17 mil 320 millones de pesos a través de otros dos fideicomisos nuevos: para el retiro de los trabajadores de la educación y nuevas tecnologías. En total, junto con las cuotas de un sindicato que creció en su membresía a un millón 200 mil integrantes, durante el zedillismo el SNTE tuvo recursos por 31 mil millones de pesos. El poder político En julio del 2005 Elba Esther Gordillo anunció su renuncia de la Secretaría General del PRI; y adelantó que esperaría su expulsión del partido ya adelantada por el entonces presidente de ese partido, Roberto Madrazo. En esa época, el poder político de “la maestra” ya había crecido al grado de tener en ciernes la creación de su propio partido: Nueva Alianza (Panal). A partir de ese momento el poder de Elba Esther Gordillo se acabó de catapultar. En la elección presidencial del 2006 le levantó la mano a Felipe Calderón antes del fallo del Tribunal Electoral. A cambio, “la maestra” recibió la Dirección General de la Lotería Nacional, del ISSSTE, la Subsecretaría de Educación Básica, del SNTE y todo el apoyo para el Panal. Durante seis años fue intocable y para protegerse cambió los estatutos del SNTE para autonombrarse presidenta vitalicia del sindicato más grande de América Latina, con un millón 600 mil agremiados. Pero así como el poder presidencial de Carlos Salinas de Gortari la llevó a la cúspide política y económica; ahora, el PRI, en su regreso al poder, la derribó. “¡Esto es un quinazo!” les dijo enojada a sus allegados y a parte de su familia, reunidos en su casa de Polanco cuando le confirmaron la noticia de la ruptura con el PRI, en noviembre del 2011, en la víspera del arranque de campaña de Enrique Peña Nieto, a quien apoyaba a través del Panal. Uno de sus allegados, que estuvo presente en la reunión recordó las palabras de la maestra ese día: “Dijo que no descartaba que detrás de esto estaba Carlos Salinas; que se trataba de un quinazo; y que lo que más le preocupaba era que Peña Nieto no estuviera tomando decisiones, sino gente perversa que estaba en su contra, refiriéndose a Manlio Fabio Beltrones, Francisco Labastida, Pedro Joaquín Coldwell y Joel Ayala”. Recordó que “la maestra” tildó a Luis Videgaray, coordinador de campaña de Peña Nieto, “como un muchacho sin ninguna formación, arribista, que se dejó sorprender y manipular por Manlio, Coldwell, Labastida y Joel Ayala, acusándolo de traidor”. Los peñistas encabezados por Videgaray mostraron una encuesta en la que el Panal no podía conseguir su registro en 15 estados. Videgaray les dijo a los elbistas que era insostenible poner a Fernando Yáñez, Mónica Arreola y Jorge Kahwagi como candidatos al Senado. A partir de entonces el imperio de Elba Esther Gordillo comenzó a derrumbarse. Los enviado del SNTE se fueron a ver a Elba Esther a su casa de Polanco; ahí estaban sus hijas Mónica Arreola y Maricruz Montelongo; su yerno Fernando González; Juan Díaz, secretario general del SNTE, y Luis Castro, presidente del Panal. “La maestra” aún buscó a Peña Nieto con la idea de que de inmediato le contestaría y todo se arreglaría. “Pero hasta las 11 de la noche le respondió Peña Nieto, le dijo que no podía hacer nada y que varios gobernadores estaban en su contra. ‘La maestra’ le pidió nombres pero no se los dio. Peña Nieto le dijo que aceptara los términos en que se replanteó el acuerdo, pero Elba Esther lo rechazó”, aseguro uno de los allegados de la lideresa. Entonces, dijo la fuente consultada, “llamó a todos los secretarios del SNTE y a la dirigencia del Panal; les dijo que lo más grave de esto es que se trata de un adelanto de lo que puede pasar si gana Peña Nieto”. La sentencia se cumplió. La ruptura de entonces con el PRI y Peña Nieto derivó en su sorpresiva detención este martes por la tarde en el aeropuerto de Toluca, Estado de México. El imperio elbista terminó como el de su antecesor Carlos Jonguitud: por la voluntad presidencial.

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