Aristóteles Sandoval, un comienzo violento

sábado, 16 de marzo de 2013 · 19:19
Con sólo nueve días en el gobierno del estado, Aristóteles Sandoval sintió la presión de la delincuencia organizada con el asesinato, de día y en la vía pública, de su secretario de Turismo, Jesús Gallegos Álvarez. Armado el rompecabezas de testimonios, se ve a un oscuro personaje que movía dinero a raudales, que hizo aportaciones a la campaña de Sandoval y cada tanto quedaba mal con sus socios. Falta comprobar si el nuevo gobierno del viejo PRI apuesta por una investigación creíble o le gana la genética y opta por enterrar el problema. GUADALAJARA, JAL.- La tarde del sábado 9, la recién estrenada administración de Jorge Aristóteles Sandoval Díaz se cimbró con el asesinato del secretario de Turismo, José de Jesús Gallegos Álvarez, y puso de manifiesto el endeble método del gobernador priista para seleccionar a sus colaboradores. Con apenas nueve días en el poder, ya enfrentaba sospechas de que un miembro de su gabinete estaba involucrado en lavado de dinero, turbios negocios inmobiliarios y casinos. El secretario general de Gobierno, Arturo Zamora Jiménez, se apresuró a afirmar que los motivos del crimen “probablemente estarían ligados a sus actividades empresariales” anteriores al cargo. Esta afirmación le acarreó al exsenador fuertes críticas, sobre todo en las llamadas redes sociales. El excandidato a la gubernatura por el partido Movimiento Ciudadano, Enrique Alfaro Ramírez, señala que el asesinato de Gallegos hace obligatoria una explicación clara por parte de Sandoval Díaz, quien por cierto no apareció en actos públicos hasta miércoles 13. Y el penalista Fernando Espinoza de los Monteros, investigador de la Universidad de Guadalajara, dice en entrevista que con este crimen se abren interrogantes sobre la posible conexión del funcionario con el lavado de dinero. Señala que Zamora Jiménez intentó desmarcar al gobierno del estado de cualquier revelación comprometedora de Gallegos, pero “la carga del hecho a sus actividades empresariales significa mucho; quiere decir que este hombre tenía compromisos a lo mejor no confesables y eso lo lleva a la ejecución”. Añade: “Hace seis años lo habían baleado y eso motivó que se fuera a vivir a Houston. El antecedente nos habla de un compromiso con el crimen, esa es la verdad, con el crimen organizado… y creo que lo más cercano es el lavado de dinero”. Comenta que con problemas como este a dos semanas de tomar posesión, Aristóteles Sandoval tendrá que ofrecer una investigación creíble y presentarla lo más rápido posible, pues de otro modo perderá la confianza de la ciudadanía: se percibirá que, si se puede tocar a las personas de alto nivel, se puede tocar a quien sea. Por el bien de los jaliscienses, enfatiza Espinoza de los Monteros, conviene pensar que la posibilidad de riesgo de cualquier otro atentado está superada: “Sería gravísimo que ocurriera otro hecho igual, porque entonces dónde nos vamos a esconder, no podemos hacer una Guadalajara fuera de esta ciudad. Creo que sería un problema político social, de orden nacional”. Por la ejecución de Gallegos, el diputado local panista Alberto Esquer propuso que los funcionarios de primer nivel se sometan a pruebas de control de confianza. Hasta el cierre de esta edición el fiscal central del estado, Rafael Castellanos, no ha podido determinar ni el móvil ni la autoría del asesinato.  (Fragmento del reportaje que se publica en Proceso 1898, ya en circulación)  

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